Algunos, que se han distinguido por lo contrario, como el Chelsea, han superado a sus rivales de las últimas rondas por su mejor preparación física, como les ocurrió a los londinenses en sus dos partidos contra un Real Madrid flojo físicamente, al que pudieron golear en ambos partidos merced a las oportunidades de gol que tuvieron en los minutos finales. Pero no hay que olvidarse de que si esta semana finalizan las ligas, las copas europeas todavía tienen protagonismo durante la próxima.
Muchos deportivistas estuvieron pendientes el pasado domingo de lo que sucedía en el Municipal de Villanueva de la Serena (Badajoz) con la celebración del encuentro entre el Bilbao Athletic y el Celta B, ya que el conjunto ganador conseguía la clasificación para la eliminatoria decisiva en la que se pondrá en juego una plaza para militar en la próxima Segunda División.Antes de iniciarse el duelo pude hablar con varios aficionados blanquiazules y el sentimiento era unánime: que ganasen los cachorros rojiblancos.
Lo que sí es cierto es que en la capital del Sacramento existe un gran malestar por el errático comportamiento del actual presidente, el presuntuoso Tino Saqués, dueño de la sociedad en este momento, por lo que hace y deshace a su antojo.
Lo que no puede ser es que la barrera que separa la intencionalidad y la involuntariedad de la mano sea tan difusa, o cuándo el árbitro principal solicita ayuda a la sala VAR y cuándo no.En esta ocasión, el colegiado obvia una mano de un defensor sevillista en la primera parte sin acudir al VAR y otra en el área madridista seguida de un penalti por derribo en la jugada inmediatamente posterior.Con el marcador empatado, decide que el penalti claro no lo es y el dudoso sí.
Y van…Por todo ello y acogiéndome al análisis de los vasos, me inclino hacia el medio vacío y por lo tanto, sitúo mi visión de la próxima temporada en una vertiente descendente.
Los aplausos en cada jugada, los ánimos cuando se fallaba, las protestas al colegiado.Eso es el fútbol, no el silencio, la afición enlatada que tanto le gusta a Javier Tebas, aborregada, que no le moleste, que no le diga nada que le incomode o que directamente sea inexistente.Esa afición que ruge con lo goles de su equipo, que celebra con sus jugadores, que los anima en momentos bajos, que los eleva cuando hay todo que ganar y nada que perder.
Ahora, en cambio, el propietario del club simplemente hace valer su mayoría, que para eso ha puesto la pasta.Y nada, que entre todos los puntos que se expusieron, el presidente Antonio Couceiro destacó las malas cifras económicas de la temporada, fruto de la categoría en la que estamos y de la maldita pandemia de coronavirus en la que estamos que ha impedido que el público acceda al estadio de Riazor.
No es que sea una final de Copa o un duelo en el que esté en juego el título de Liga, pero es evidente que todo aquel que ama al Real Club Deportivo de La Coruña desearía estar sobre el césped para aportar su granito de arena y ayudar a que los tres puntos se queden en casa.No es una cuestión de envidia, pero me gustaría ser uno de los once elegidos por Rubén de la Barrera para poder vestirme con la camiseta blanquiazul en el coliseo herculino a las siete de la tarde.
Más aún cuando los objetivos del máximo accionistas pasan por sanear económicamente el club, devolverlo al fútbol profesional y posteriormente vender su participación.Desconozco si los consejeros de clubes de esta categoría (de la entidad por ejemplo el Coruxo, Unionistas o Lealtad) están retribuidos o no, pero la ausencia de consejeros blanquiazules en los partidos del Depor o en las reuniones convocadas por la RFEF me hacen pensar que si bien las gratificaciones de los consejeros están bien definidas, las obligaciones de éstos parecen bastantes difusas.
Mi posición es potenciar lo que en estos momentos funciona, pero cambiando estructuras obsoletas y dando más protagonismo a los clubs en la toma de decisiones.
Más preocupante ha sido la incomprensible rabieta de la UEFA amenazando a los insurrectos con excluir a sus jugadores de sus respectivas selecciones nacionales si continúan con la algarada.En el fondo de esta marejada se aprecia un enorme descontento de los clubes con la UEFA, una crítica a su escasa capacidad de innovación, a su falta de agilidad para explotar una competición que debería de reportar más beneficios a los actores principales (clubes), y, en definitiva, a la nula transparencia de un organismo que arrastra un hedor a corrupción desde hace décadas.De cualquier manera, esta polémica no deja de ser una vuelta de tuerca al eterno debate sobre deporte o economía, fútbol o dinero, juego o negocio, en un cínico escenario donde las masas piden fichajes, las televisiones espectáculo, los gestores dinero y la afición resultados.
Y, como tantas veces, el equipo blanco se ha convertido en el único equipo español que queda en la competición (novena semifinal consecutiva) y tiene serias opciones de plantarse en la final frente al Paris Saint Germain o al Manchester City (con permiso del Chelsea, que parece un rival claramente inferior a los madridistas).Franceses e ingleses jugarán una eliminatoria que se presenta como una ocasión para ambos de resarcirse de esas ‘deudas históricas’ (léase urgencias) que ambos tienen con esta competición.
Así, del primer puesto de la tabla, que ocupa el conjunto de Rubén de la Barrera con treinta y dos puntos, al quinto –el Compostela– solamente existe una diferencia de seis unidades a falta de cuatro encuentros.El conjunto herculino se ha metido en la boca del lobo el solo y puede que esta nueva temeridad en una campaña tan surrealista como la presente cueste un elevado precio, al no estar para desperdiciar las oportunidades que tiene para tratar de enderezar el rumbo en un curso en el que su errático rendimiento no aventura nada bueno.Los vaivenes en el campeonato liguero rozan el esperpento y provocan constantes decepciones que empiezan a colmar la paciencia de una fiel afición que no acaba de entender nada de nada después de padecer dos descensos en los últimos tres años y atisbar la amenaza de otro en el actual.Da pena ver a la entidad en la situación en la que se encuentra, pero es más lastimoso tener la certeza de que los proyectos que se han edificado en los últimos tiempos solamente han sido castillos en el aire al venirse abajo nada más sentir las primeras ventiscas provocadas tras los pésimos resultados cosechados en los encuentros disputados sobre los terrenos de juego.
Cuentan quienes lo conocen –y aquí en Coruña hay varios e incluso tiene parientes– que es un buen tipo y que hay algo de pose en su forma de actuar.De cualquier forma, tanto en su paso por el Celta como por el Barcelona dejó su estela, que más que pasar por alto ante los problemas de fuera del terreno de juego contribuía a fomentarlos de manera notoria.
Incluso pensar que se puede llegar a complicar la permanencia a poco que se den dos malos resultados seguidos.Siendo optimistas hay que creer que ganando los partidos de casa la permanencia debería de estar asegurada pero habrá que gestionar la presión de salir a ganar a equipos que también se están jugando su futuro en una categoría que el Depor no acaba de entender.Ganar en Langreo y hacer lo mismo una semana más tarde ante el Numancia en Riazor sería casi definitivo para confirmar la presencia un año más en la B. Como diríamos, un mal menor.Apenas quedan cinco jornadas hasta el cierre de la competición el 9 de mayo.
Pero la imagen que se proyecta, es la de quien toca el “dossier” y se le queman las manos.
Ayer el Deportivo jugó ante medio millar de espectadores y en Vigo, con una situación epidemiológica similar, fueron 1.000 los que siguieron el partido del Celta B ante el Valladolid Promesas el sábado.Durante buena parte de la primera fase, los equipos gallegos tuvieron que disputar sus partidos a puerta cerrada, mientras en los campos los duelos ante rivales de Castilla y León se encontraban con público en las gradas.
Y da igual como quieran llamarla, pero es lo que tenemos y es a lo que tenemos que agarrarnos.
Y ese banco, con la satisfacción de todos, anunció a bombo y platillo su irrupción en la sociedad y garantizó su presente y su futuro, obteniendo el beneplácito de los que se convertían ya entonces en meros espectadores del devenir de la entidad “intervenida”.Pero poco dura la satisfacción en casa del pobre y esa misma entidad salvadora avisó públicamente que mostraba su predisposición a deshacerse del equipo de fútbol (en el que llevaba meses) y ofrecérselo al mejor postor (o al peor, vaya usted a saber).
Ganando los partidos en Riazor puede llegar para sellar la permanencia pero no hay que descuidarse porque comienza una nueva ronda donde no se puede dar nada por supuesto.Si el RCD es capaz de acometer esta última fase con acierto, parece claro que la nueva ‘propiedad’ contará con RDLB para reiniciar la temporada próxima para devolver al equipo al fútbol profesional.