Deportivo y Elche cruzan sus caminos este domingo con diferentes objetivos encima de la mesa. Los blanquiazules, salvados desde la victoria contra el Albacete hace ya casi un mes, quieren despedirse de su sufrida afición en Riazor con una victoria, después de tres derrotas consecutivas.
El equipo ilicitano puede lograr el ascenso a Primera en el feudo blanquiazul si gana e incluso podría valerle el empate si el Oviedo y el Mirandés vencen o únicamente lo hace el conjunto asturiano.
Las cuentas de la escuadra de Eder Sarabia están claras y los visitantes irán a por un triunfo que les permita cantar el alirón. Pero, a pesar de las reticencias y suspicacias que llegan desde los lugares donde también miran hacia Riazor como juez del ascenso, el técnico Óscar Gilsanz aseveró que el Dépor quiere ganar.
El míster, cuyo futuro en el banquillo blanquiazul ni él ni la dirección deportiva confirman ni desmienten, puede vivir su última tarde en la banqueta herculina y quiere irse con un buen sabor de boca.
Una jornada en la que sí que habrá despedidas confirmadas en esta semana por el club deportivista. Pueden hacerlo en el campo Jaime Sánchez y Pablo Martínez, saliendo uno de ellos desde el banquillo. También puede ser el último encuentro con la zamarra deportivista de Hugo Rama, que finaliza su vinculación con el club herculino el 30 de junio.
Una de las incógnitas es si Yeremay será de la partida. La Federación Española de Fútbol le liberó para estar en el choque con el Deportivo e incorporarse posteriormente a la concentración con la selección sub-21. El blanquiazul está en la prelista de 27 de cara al Europeo de Eslovaquia de este mes de junio, pero tendrá que pasar el corte definitivo de los 23 convocados.
El canario estuvo la semana pasada con molestias musculares y la anterior jornada contra el Zaragoza fue suplente. Gilsanz admitió que no correrán riesgos con él y que no va a jugar tocado. La afición espera, no obstante, ver al ‘10’ en acción sobre el verde de Riazor antes de que termine el curso y comience un verano en el que con total seguridad llegarán muchas ofertas por él. Su futuro, como el de Gilsanz, es un misterio, aunque el Dépor ya aseguró que pelearán por retenerlo y que se van a remitir a su cláusula, de más de 30 millones de euros.
Por su parte, el técnico del Elche, Eder Sarabia, se congratuló de que Yeremay pueda estar en el partido, ensalzó su calidad e incluso desveló que quiere pedirle la camiseta. En lo relativo a la enfermería el Dépor no podrá contar con los lesionados de larga duración Ximo Navarro y Dani Barcia, que ya han iniciado sus respectivas pretemporadas, ni con David Mella. Todos ellos estuvieron con trabajo personalizado. Junto a ellos Mohamed Bouldini, titular en La Romareda y que trabajó al margen ayer, en la última sesión de la semana.
Esto abre una ventana de posibilidades en punta de ataque, a la que podría regresar Eddahchouri, tras incorporarse de forma progresiva a los entrenamientos esta semana, tras su incidente en el paseo marítimo. No estuvo José Ángel, que se encuentra actualmente realizando reposo deportivo tras su reciente operación por un cuadro de pubalgia.
El Deportivo quiere tirar de orgullo esta tarde en Riazor ante un Elche a punto de regresar a la élite. Los ilicitanos no olvidan aquella victoria blanquiazul ante el ‘Fuenla’ que los metió en playoff de ascenso a Primera y quieren ahora celebrar el ascenso en Coruña.