La primera jornada de Liga en Granada dejó una de las primeras decisiones de cierto calado de Antonio Hidalgo al frente del Deportivo. Entre los dos centrales fichados este verano, el técnico se decantó por Arnau Comas en detrimento de Lucas Noubi. El catalán fue titular en el perfil derecho como acompañante de Dani Barcia y respondió con una actuación solvente en el triunfo coruñés (1-3). En cambio, el belga se quedó sin minutos en el banquillo, incluso cuando el entrenador decidió sustituir a Comas en la segunda mitad. Una elección que va a contracorriente de lo que había mostrado la pretemporada, donde Noubi había acumulado muchos más minutos que su compañero y competencia.

El contraste es evidente. Comas disputó solo 125 minutos en verano, entre algodones por diferentes contratiempos físicos. No jugó el estreno contra el Compostela por estar aún en la recta final de la recuperación de sus problemas de hombro. Se estrenó ante el Ourense CF con 28 minutos, volvió a participar frente al Watford con otros 31 y en el segundo amistoso de la gira inglesa contra el Middlesbrough sufrió un esguince de tobillo que lo obligó a parar. Se perdió la cita de Ribadeo contra el Oviedo, pero reapareció ya como titular en el Teresa Herrera frente al Le Havre. Su pretemporada fue intermitente y marcada por la precaución, aunque Antonio Hidalgo le esperó y terminó confiando en él en el primer momento decisivo.

La hoja de servicios de Noubi en pretemporada fue mucho más extensa. Fue el sexto futbolista del Deportivo con más minutos (327 en total), solo superado por Barcia, Samu, Germán Parreño, Villares, Yeremay y Eddahchouri. Participó en los seis partidos amistosos: 45 minutos ante el Compostela, 62 frente al Ourense CF, 59 contra el Watford, 71 ante el Middlesbrough, 45 contra el Oviedo y otros 45 contra el Le Havre. Su nombre apareció de forma recurrente en las alineaciones estivales y parecía haber recorrido gran parte del camino hacia la titularidad. Sin embargo, buena parte de ese tiempo lo pasó fuera de su puesto natural. Ante la falta de efectivos en el lateral derecho por la lesión de Ximo Navarro, la tardía incorporación de Miguel Loureiro y la salida prevista de Petxarroman, Hidalgo recurrió a Noubi como comodín. Esa polivalencia le dio minutos, pero de alguna forma lo alejó del centro de la defensa, donde la competencia era directa con Arnau Comas.

El desenlace llegó en el Teresa Herrera. En Riazor, contra el Le Havre, Hidalgo apostó por un once que acabaría calcando en el debut liguero en el Nuevo Los Cármenes. El catalán arrancó como titular junto a Barcia y el ex del Standard de Lieja tuvo que esperar desde el banquillo. Lo que parecía una simple pista se convirtió en una declaración de intenciones apenas una semana después. El Deportivo ganó al Granada (1-3) con un Comas que ofreció seguridad atrás, intervino con sobriedad en varios centros laterales y supo corregir algún desajuste de Barcia. Además, dejó su huella en la acción más brillante del encuentro, el 0-1. Fue el autor del pase entre líneas que rompió la presión nazarí y activó la secuencia final del que probablemente será uno de los mejores goles del Dépor en la 2025-26. Un detalle que redondeó su actuación en un estreno convincente.

Noubi, ni tras la salida de Comas

El movimiento de Hidalgo fue todavía más rotundo cuando decidió retirar a Comas en el minuto 76. El partido ya estaba encarrilado —el Dépor ganaba y el Granada jugaba en inferioridad— y el técnico quiso dosificar al catalán, aún corto de ritmo tras un verano irregular. La lógica invitaba a un relevo natural por Noubi, central por central. Pero el entrenador eligió otro camino. Dio entrada a Ximo Navarro en el lateral derecho y desplazó a Loureiro al centro de la zaga. Es decir, prefirió recomponer la estructura con Loureiro, experimentado central en defensa de cinco aunque no tanto en una zaga de cuatro, antes que dar la oportunidad al belga en su primera noche oficial con el Dépor. Un mensaje que indica que la jerarquía inicial la encabeza Comas y que Noubi, por el momento, no se encuentra inmediatamente detrás.

Ese gesto añade contexto al pulso entre los dos fichajes. Llegaron para reforzar el mismo puesto, ambos partían de cero y los dos tenían un verano con cuentas pendientes. Comas, por su inactividad en el tramo final de la 2024-25 y los problemas físicos de pretemporada. Y Noubi, por la falta de partidos en el Standard de Lieja, donde había sido señalado y relegado al banquillo tras negarse a renovar. Ya en el Dépor, sus trayectorias veraniegas fueron opuestas. Continuidad y polivalencia por parte del central de 20 años y paciencia y precaución por parte del defensa llegado del Basilea. Aun así, Hidalgo hizo su apuesta y la confirmó con una segunda decisión que privó a Noubi incluso de debutar en los últimos minutos.

No obstante, después de una única jornada, nada está escrito en piedra. La temporada es larga y la competencia se mantendrá viva. El propio hecho de que Comas no completase los noventa minutos recuerda que su físico debe seguir ajustándose al ritmo competitivo y Noubi cuenta con el valor añadido de haber ocupado ya varias posiciones a las órdenes de Hidalgo. Por lo tanto, el pulso puede reabrirse en cualquier momento, pero el primer punto lleva el nombre de Arnau Comas.