“Tenemos tres puntos y nos quedan tres menos para conseguir el objetivo que nos marcamos, que es estar entre los seis primeros. Es por eso por lo que vamos a luchar (...) Tenemos que tener los pies en el suelo y disfrutar, que es importante hacerlo cuando ganas. Hay que saber que vamos a sufrir muchísimo y tenemos que ser conscientes de la dificultad”. 

No fue una manida respuesta de Antonio Hidalgo, no fue un apelar al “partido a partido”. El técnico del Deportivo dijo tras la victoria ante el Granada en el Nuevo Los Cármenes alto y claro cuál iba a ser la meta de los blanquiazules: acabar entre los seis primeros. Y es algo novedoso que un entrenador del Dépor se manifieste así. 

Y es que la temporada pasada hubo que esperar hasta el triunfo ante el Albacete (5-1) con la permanencia asegurada para saber qué el primer objetivo del curso estaba conseguido. Y se expresó entonces esa meta alcanzada a través de una imagen proyectada en los videomarcadores de Riazor.
Fue en la jornada 38 del pasado 4 de mayo y era la primera vez que de forma tan notoria y desde el club, aunque fuese de forma indirecta, se manifestaba que ese primer reto estaba cumplido.

Diferentes opiniones

No se comentó nunca, al menos de forma pública, si el objetivo fue de más a menos ambicioso, pero sí que existió en ocasiones una discrepancia entre las manifestaciones de los jugadores y el cuerpo técnico.
“Llevamos una trayectoria ascendente en cuanto a competitividad del equipo y del grupo y tenemos que seguir por ahí. Luego lo que tenga que ser, será”, declaraba Óscar Gilsanz en la rueda de prensa postpartido del Albacete. “Tenemos objetivos en juego y en eso estamos centrados”, indicaba Fernando Soriano, el director deportivo de los blanquiazules en la zona mixta de Anduva (2-2), posterior a ese choque. Pedía entonces“ a nivel clasificatorio ir consiguiendo retos. El primero es el primero y luego vamos a ver si hay otros. Hay que aspirar siempre a lo máximo posible”, exponía, sin llegar a concretar.

“La permanencia ya la tenemos, ahora queremos más. Sabemos que el playoff está a ocho puntos, que es una diferencia muy difícil de recortar, pero quedan puntos en juego y todo puede pasar (...) Queremos acabar en esas posiciones cerca de playoff y por qué no entrar en zona de playoff, creo que eso va a ilusionar a la gente de cara al año que viene” decía Mario Soriano también en ese mes de abril. Esa ambición no se vio recompensada, el Dépor perdió los últimos cuatro partidos y terminó decimoquinto. 

Este año, no obstante, todo apunta a que el nivel de exigencia ha subido. El Deportivo ha experimentado un importante lavado de cara, con la salida de hasta 18 jugadores y han llegado futbolistas de renombre como Luismi Cruz o José Gragera.

“Quiero estar muchos años en el Dépor y eso conlleva al ascenso. Creo que es  lo que queremos todos”, dijo el mediocentro, cedido por el Espanyol, al que el Dépor tendrá que adquirir de forma obligatoria si sube
Además, el club se ha puesto firme y se remite a la cláusula ante los intentos de clubes como el Sporting de Portugal de hacerse con Yeremay. Tampoco negocia por David Mella, que interesa al fútbol árabe.

El Dépor aún busca redondear la plantilla con la llegada de más madera para el ataque. Todo estos hechos apuntan a que los objetivos esté año son otros, se ha elevado el listón y el reto es regresar a Primera. Una meta que este año por fin se ha verbalizado, por boca del capitán del barco, Antonio Hidalgo, que ha indicado claramente el destino al que se dirige la nave blanquiazul.