La inagotable resistencia de Villares
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La inagotable resistencia de Villares

La inagotable resistencia de Villares
El mediocentro Diego Villares, con cintas kinesiológicas en su rodilla izquierda, realiza un pase durante el reciente partido ante el Racing de Santander | Foto: Fernando Fernández

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Diego Villares se ha consolidado en las últimas temporadas como uno de los futbolistas más fiables del Deportivo, no solo por sus aportaciones sobre el césped, sino por su capacidad para estar siempre disponible. Los datos que lo rodean reflejan su impacto deportivo y también su resistencia física y su papel como pieza fija para todos los entrenadores que ha tenido


El vilalbés ha convertido la resistencia en una virtud. En un deporte en el que las bajas son una moneda corriente —lesiones, sanciones, rotaciones o simples decisiones tácticas—, Villares se ha erigido en la excepción que confirma la regla: desde que subió al primer equipo en 2021 solo se ha quedado sin minutos en una docena de partidos. Está siempre y juega siempre, salvo en contadas ocasiones. Puede tener molestias en la rodilla, como este fin de semana, cuando todo apunta a que volverá a ser titular a pesar de arrastrar problemas que le han obligado incluso a jugar con cintas de kinesiología en la última jornada en El Sardinero contra el Racing de Santander. O puede estar sin recambios naturales, con los centrocampistas Denis Genreau y Nuke Mfulu sancionados. No importa. Villares volverá a estar listo, en el centro del campo o donde sea preciso, para asumir responsabilidades.

 

Cifras asombrosas

Los datos de participación en su trayectoria en el primer equipo no están al alcance de muchos futbolistas. Desde su debut mediada la temporada 2020-21, Villares ha jugado en el 93,06% de los partidos del Deportivo. Ha tenido minutos en 161 de los 173 encuentros disputados por el equipo coruñés desde entonces. La cifra oficial de partidos de los blanquiazules es 175, pero dos enfrentamientos contra el Extremadura se saldaron en los despachos sin disputa sobre el césped: en la 2021-22, 3-0 tras la huelga del equipo extremeño en el duelo en Riazor y 0-2 en la segunda vuelta después del descenso administrativo de los de Almendralejo.


Además, Villares ha sido titular en el 82,08% de los 173 partidos (142), una cifra que habla de algo más que salud física. Refleja que el centrocampista ha sido una elección casi automática por parte de todos los entrenadores que han pasado por el banquillo blanquiazul. Solo ha dejado de jugar un 6,93% de los partidos (12) y apenas un 5,2% lo ha visto fuera de las convocatorias (9). Unos porcentajes tan bajos que colocan a Villares en la categoría de imprescindibles. 

 

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Villares, tendido sobre el césped de El Sardinero en la pasada jornada | Foto: Fernando Fernández


Hasta ahora, suma 161 partidos con la camiseta del Dépor y todo indica que alcanzará los 162 contra el Albacete en Riazor (21.00 horas). Es un número que habla de su regularidad, su fiabilidad y su resistencia. Ha resistido golpes, ha resistido molestias, ha resistido cambios de entrenadores y de sistemas tácticos. Y ha resistido la presión del salto al fútbol profesional esta temporada. 


Incluso se ha sobrepuesto a sustos que dejaron a la afición con mal cuerpo. En diciembre de 2022, por ejemplo, durante un partido copero ante el Ceuta, tuvo que ser sustituido en el minuto 60 tras sufrir una espeluznante caída en un salto con el futbolista local Macías. Pero, como tantas otras veces, reapareció pronto, en el siguiente partido, como si fuera de goma. Y así una y otra vez. Pocos motivos han frenado al Pulpo desde que es miembro del primer equipo del Dépor.

 

Los 12 partidos sin Villares

Desde que el coruñés Rubén de la Barrera le dio la alternativa en febrero de 2021 en un encuentro en O Vao contra el Coruxo (2-0), Villares solo ha dejado de jugar en 12 partidos del Deportivo. De hecho, en su primera media temporada participó en todos los encuentros del conjunto blanquiazul desde su estreno.


El primer partido sin Villares fue el 1 de diciembre de 2021, en la primera ronda de la Copa del Rey 2021-22 frente al UCAM Murcia (3-4). Borja Jiménez optó por hacer rotaciones y presentó un once plagado de jugadores con menos minutos. Además de Villares, el técnico abulense dejó en casa a titulares habituales como Víctor García, Héctor Hernández, Lapeña, Jaime, Juergen Elitim y Miku. 

 

 

 


Para encontrar la primera ausencia liguera, hay que avanzar hasta la jornada 20 de la temporada 2021-22. El Dépor ganó 0-1 al Zamora fuera de casa gracias a un tanto de Alberto Quiles en el minuto 90. Villares, con problemas físicos, se quedó en el banquillo sin jugar. En el siguiente encuentro, correspondiente a la jornada 22 frente al Real Unión (tras aplazarse la jornada 21), ya ni siquiera estuvo en la convocatoria después de ejercitarse durante la semana al margen del grupo en varias sesiones.


El futbolista de Samarugo sí sufrió una lesión delicada en la temporada 2021-22, pero justamente se produjo en el último encuentro, la final del playoff en Riazor contra el Albacete. El Deportivo comunicó el parte médico: esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda. Una dolencia que incluso le dificultó su regreso a la actividad en la pretemporada posterior.


Sin embargo, la primera ausencia en la 2022-23 no llegó hasta el mes de noviembre de 2022, tras una lesión en el isquiotibial sufrida en Copa contra el Guijuelo. Eso le hizo perderse dos partidos consecutivos: el empate en casa frente a la Cultural Leonesa (2-2) y la victoria en Fuenlabrada (0-3) en la que Quiles se lució con un hat-trick.

 

Su primera sanción

Más adelante, cumplió una sanción por acumulación de tarjetas amarillas que le dejó fuera del partido contra el Badajoz (5-0), una goleada sin mayores sobresaltos. Fue la primera vez, y por el momento única, que Villares ha tenido que ser baja por cumplir ciclo de amonestaciones en el primer equipo blanquiazul.
 

Sin embargo, poco después volvió a quedarse sin minutos, aunque esta vez sí estuvo presente en el banquillo. Sucedió en la derrota contra la Cultural Leonesa en el Reino de León (1-0) en marzo de 2023. Óscar Cano lo dejó fuera por decisión técnica. Esa es todavía la única vez en la carrera de Villares como jugador del Dépor que se quedó en el banquillo, sin jugar, y no tenía alguna molestia o el equipo estaba repleto de rotaciones porque ya no se jugaba, como le sucedió tras el ascenso del pasado curso.
 

En la jornada 36 de esa misma campaña 2022-23, un esguince en el tobillo derecho lo apartó del equipo en el doloroso varapalo sufrido a domicilio frente al Linares (3-2). Una derrota que resultó ser especialmente dura para las aspiraciones del Dépor.


Ya en la temporada 2023-24, Villares siguió demostrando su resistencia, pero se perdió dos partidos. El primero fue el 14 de enero de 2024, en la jornada 19 de nuevo frente a la Cultural Leonesa (1-0), por molestias en el aductor, tras haber pedido el cambio en el minuto 65 del duelo anterior ante la Real Sociedad B. 


El segundo partido que no jugó fue el 18 de mayo de 2024, contra la Real Sociedad B en Zubieta (1-1) en la jornada 37. Sin embargo, esta vez fue distinto. El Dépor ya había logrado el ascenso en la jornada anterior ante el Barça Atlètic y el técnico Imanol Idiakez decidió rotar a varios titulares. Algunos se quedaron en A Coruña, mientras que Villares sí viajó, pero no fue necesaria su participación.

 

Últimas dos ausencias en la 2024-25

En esta temporada 2024-25, su estreno en Segunda División, apenas ha acumulado dos ausencias más. El 11 de enero de 2025, en la jornada 22 contra el Málaga (1-1), se quedó fuera por sanción tras una roja directa recibida frente al Mirandés en Riazor. El segundo partido que se perdió fue el pasado 17 de marzo de 2025, en la jornada 31 frente al Castellón (2-2), por unas molestias musculares, según explicó Óscar Gilsanz. Incluso en el fútbol profesional, donde la exigencia física es mayor, Villares ha demostrado ser casi incombustible.


A punto de disputar su partido número 162 con el Dépor, Villares volverá a estar sobre el césped pese a las molestias que arrastra en la rodilla. Lo hará porque no hay recambios naturales, pero sobre todo porque sigue siendo indiscutible y ha demostrado ser un futbolista fiable, resistente y competitivo, al que los técnicos recurren siempre que está disponible. 

 

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La inagotable resistencia de Villares

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