Estar en tierra de nadie, como está el Dépor en la clasificación, salvado, pero sin objetivos tiene estas cosas. Que la ‘chicha’ no está en el campo. Porque el verdadero partido se jugó en la grada. Ya empezó fuerte la jornada, con el ‘Día de las Peñas’ y la presencia tanto de la alcaldesa Inés Rey, como de representantes del Dépor como la vicepresidenta Michelle Clemente Escotet y el consejero delegado Massimo Benassi. 

Después de una semana de tiranteces ante ambas partes, tocaba jornada de celebración. Antes de los festejos de este lunes por los 25 años de la Liga, que dxt celebrará con la proyección del partido ante el Espanyol en Palexco, la actualidad mandaba.

En el Día das Letras Galegas el himno gallego sonó en los prolegómenos del Dépor-Granada y un mosaico dorado, flanqueado por dos tifos, recibió a ambas escuadras. El Dépor lucía la zamarra conmemorativa, la misma que muchos aficionados ya habían adquirido. También la llevaba puesta el presidente del Deportivo, Juan Carlos Escotet, que presenció el partido desde su palco de Riazor.

Pero no solo se vislumbraban elásticas doradas. También se veían muchas camisetas verdes de Feiraco, que recuerdan a ese año 2.000 y evocan al citado título liguero.  El Dépor perdía 0-2 y en la grada los Riazor Blues abandonaban parte de Marathón Inferior como protesta a la LaLiga por la prohibición de lucir dos pancartas y un mosaico. 

Un agujero se quedó en medio de la bancada como señal de hartazgo ante lo que denominaban “represión”. Ante la falta de alicientes en lo que pasaba en el verde, la hinchada montó su partido en la grada. Cánticos contra Massimo Benassi y el director deportivo, Fernando Soriano. Duraban poco pero se hacían notar de forma evidente. 

Las letras galegas conmemoran este año a las cantareiras, pero más que cánticos la hinchada despidió con música de viento al colegiado.