El extremo coruñés Jason Remeseiro ha llegado a la treintena alcanzando la madurez futbolística, que lo sitúa en la agenda de varios equipos. Su destino, según adelantó el diario Récord y ha podido confirmar este periódico, puede estar en Arabia Saudí. 

El atacante se formó de la cantera del Deportivo y pasó en sus primeros años por Imperátor, OAR, Montañeros y Racing de Ferrol juvenil. Firmó una gran segunda temporada en el FC Arouca, de la primera portuguesa, que lo ha puesto en el disparadero.

Buenos números

Con el cuadro luso rubricó un total de seis goles y tres asistencias, entre Liga y Taça.  Su buen hacer en su primera campaña en Portugal hizo que le ofreciesen la renovación.  No obstante, de cara al curso venidero desde el Arouca confirman a este periódico que dan por perdido al jugador, que ha despertado el interés de varias escuadras.

El ‘Spanish Arouca’, con futbolistas en sus filas como el exceleste José Fontán, el propio Remeseiro o el ex del Valencia Pablo Gozálbez, se convirtió en uno de los animadores del torneo luso. El jugador, que luce el 10 en la espalda, marcó el ritmo del juego ofensivo de su equipo en esta campaña. Asimismo, lideró en muchos partidos los registros de pases en campo contrario y regates. Junto a Rafa Mújica en la 2023-2024 había formado una de las parejas más letales de la competición portuguesa. En la 2024-2025 su hasta ahora socio se marchó al Al-Sadd de la liga de Catar.

Un destino exótico puede ser el próximo en el que recale Jason, que también está en la agenda de ‘grandes’ portugueses, como el Sporting o el Oporto, que ya lo habían seguido de cerca la campaña anterior. También ha mostrado interés en él el Fenerbahçe turco. 
 

El ser agente libre y su valor en el mercado, de 2,5 millones actualmente según el portal especializado Transfermarkt, están entre los atractivos de un extremo con gol, al que también miran equipos españoles, tanto de Primera como de Segunda División.

Fuera de alcance

El Deportivo no descarta fichar a un extremo, que complemente una posición en la que David Mella y Yeremay Hernández son titulares, pero el dinero que se mueve en la liga árabe hace prácticamente inviable el poder competir o incluso poner en el radar al jugador.

El futbolista tuvo que hacer carrera lejos de A Coruña, y recaló en el Levante en edad juvenil, debutando con 19 años en el primer equipo granota en Primera ante el Sevilla. Tras estar cedido en el Villarreal B y el Albacete cambió el Levante por el Valencia, su gran rival, donde fichó en el curso 2019-2020 por cinco millones de euros. No obstante, nada más llegar a la entidad ché se marchó cedido al Getafe. En el club azulón no gozó del protagonismo esperado. Jugó 20 partidos, aunque solo uno de ellos completo y en 1.180 minutos marcó un único tanto.

Después de dos cursos en Valencia con muy poca participación recaló como agente libre al Deportivo Alavés, en la 2021-2022. Con el conjunto vitoriano vivió un descenso a Segunda y el siguiente curso el ascenso a Primera. Llegó entonces el salto al extranjero, cuando recaló en el FC Arouca donde ha terminado de explotar. Un momento de crecimiento para el coruñés, que el próximo 6 de julio cumplirá 31 años. Ahora el fútbol árabe llama a su puerta. Una tentación que se contrapone con las opciones de seguir explotando en Portugal o regresar de nuevo a España.

Porque a pesar de que hace muchos años que Jason Remeseiro salió de la entidad herculina, en la que se formó en sus primeros años como futbolista, pero no olvida al que fue su club en su primera etapa como jugador. En mayo de 2024, cuando el Dépor logró ante el Barça B el logrado ascenso a Segunda División, Jason se acordó de su exequipo, que ponía fin el 12 de mayo a cuatro cursos en el ‘barro’. 

Lo hizo a través de una publicación en su cuenta personal de Twitter (X). “Enhorabuena Deportivo”, puso en el mensaje, acompañándolo de dos corazones blanquiazules al día siguiente, el 13 de mayo.  Él mismo vivió en sus carnes un ascenso, en este caso a Primera, con el Alavés en la campaña 2022-2023. Sería su despedida del fútbol español, antes de unirse al FC Arouca portugués, del que ahora apunta a salir.

A fuego lento

En lo que se refiere al mercado del Dépor, se trabaja a fuego lento. Al margen de las salidas de Jaime y Pablo Martínez, que terminaban contrato el 30 de junio y de la renovación de Yeremay, hasta 2030, en el club no se han producido de momento más movimientos en esta ventana de fichajes. 

Hay operaciones avanzadas, como en el caso del refuerzo precisamente de la zaga. Una de ellas atañe, si nada se tuerce, a la llegada de Lucas Noubi, del Standard de Lieja. El joven central estuvo en el palco de Riazor en el último partido liguero del curso, ante el Elche y se espera que se concrete próximamente su fichaje. Precisamente en el centro de la defensa es donde el Dépor tiene un tema que resolver. Con Dani Barcia como apuesta para la campaña que viene queda por despejar el futuro de su todavía compañero Pablo Vázquez. 

Le queda un año de contrato pero le han comunicado que su rol va a ser secundario, por lo que prefiere salir y cambiar de aires. Con el Sporting de Gijón las conversaciones están muy avanzadas, pero el zaguero tiene que desvincularse del Deportivo. Por parte del club piden una contraprestación económica, al quedarle aún un año de vinculación. Además de esta situación, varios jugadores a los que les resta un año de contrato el club les ha colgado el cartel de transferibles. Es el caso del recién renovado, por objetivos, Cristian Herrera y Omenuke Mfulu.