Apenas ha iniciado la pretemporada y el Deportivo acaba de lanzar un aviso a navegantes con la incorporación de Luismi Cruz. Porque el fichaje de uno de los atacantes más destacados de la temporada pasada pese al descenso del Tenerife no solo muestra el músculo económico y la capacidad de atracción del cuadro coruñés, sino también un cambio de paradigma propio en la forma de afrontar el mercado con respecto al verano de 2024 en que regresaba al fútbol profesional.
Entonces no tuvo prisa por reforzar sus extremos, poniendo todos los huevos en la cesta de Yeremay y David Mella. La confianza en Abegondo era tal en que sus canteranos siguieran marcando diferencias en el fútbol profesional, que los refuerzos que llegaron para competir con ellos fueron Luis Chacón, Juan Gauto y Cristian Herrera. Dos jóvenes sin experiencia en la categoría, uno de ellos cedido antes de que terminara agosto y el otro llegando precisamente con la Liga iniciada, y un veterano que aportaba experiencia y versatilidad, pero que tampoco era un especialista para jugar pegado a la cal. La fórmula fracasó.
El de Luismi es un movimiento totalmente opuesto a los anteriormente citados, que además sube de valor por el momento del verano en el que se realiza. Hidalgo tendrá tiempo suficiente para encajar de la mejor manera las piezas de un dominó que, en todo caso, modificará el orden establecido en la rotación del ataque deportivista.
Porque el extremo andaluz viene a desafiar una jerarquía que hasta el momento había sido intocable en la segunda línea del ataque deportivista. Yeremay, Mario Soriano y David Mella fueron tres de los seis jugadores que más minutos acumularon la temporada pasada. Tenían el monopolio no sólo de la titularidad, sino que la falta de alternativas provocaba que los entrenadores, primero Idiakez y luego Gilsanz, estiraran su presencia en el terreno de juego hasta bien avanzado el encuentro, algo que solo cambió en el tramo final de Liga, cuando llegaron los inevitables problemas físicos.
4 FICHAJES ha realizado el Dépor hasta ahora: Jairo, cedido al Racing de Ferrol, Noubi, Comas y Luismi.
Esto cambiará con Luismi, cuyo bagaje en la categoría le permite llegar incluso con opciones de quitarle el puesto en el once a alguno de los tres desde el primer minuto. Algo que iba a poder decirse de muy pocos refuerzos que llegaran para esa zona del campo. La posición más natural para el exchicharrero es la banda derecha, ahora mismo dominio de Mella, pero su impacto en el juego y su capacidad para combinar ofrecen una versatilidad que le permitirá a Hidalgo explorar no únicamente diferentes combinaciones para empezar, sino también dar libertad de movimientos durante los partidos a piezas igualmente intercambiables como han demostrado ser el canario, el madrileño y el de Teo.
El gran desafío para el técnico, y uno de los rompecabezas que Idiakez afrontó el verano pasado con la llegada de Soriano para sumarse al tridente en el que entonces estaba Lucas Pérez, es probar si hay alguna manera de utilizarlos juntos al mismo tiempo. El escenario es todavía más complicado que entonces, ninguno puede jugar como delantero, por lo que cualquier combinación que guardara visos de éxito implicaría un cambio de estructura por la parte de atrás y la reubicación necesaria de alguna de estas piezas.
Aunque el impacto ha sido mayor, seguro, para todas esos meritorios que empezaban la pretemporada con el objetivo de hacerse un hueco en la rotación. De sobra era sabido que el club iba a incorporar a algún futbolista para esa posición de extremo, pero es probable que ninguno de ellos esperaban que llegaran tan pronto ni, sobre todo, que el refuerzo fuera de tal calibre.
En un movimiento lógico, el espacio se reduce también para veteranos como Cristian Herrera o Davo. Canario y asturiano partían con escasas opciones de estar en la plantilla cuando llegase septiembre después de un año gris, más todavía teniendo en cuenta que sus contratos, terminan en junio de 2026, y que el club coruñés tiene por delante una importante operación salida que de momento está atascada. Es probable que el mensaje que se envía con este movimiento sea el último empujón hacia la puerta de salida, aunque de momento ambos siguen en Abegondo.
Aunque en una situación similar estarán varios jóvenes que tenían la esperanza de convencer a Hidalgo como Diego Gómez, Luis Chacón o Kevin Sánchez. El técnico seguirá necesitando efectivos para la segunda línea en una temporada tan larga, pero el pastel de la rotación apunta a ser menor. Paradójicamente, la situación que mejora es la de Adrián Guerrero. El fabrilista es el extremo más puro de todo el grupo y el único diferente además de Mella. Eso, unido a la posibilidad de alternar primer equipo y filial, le permite esperar su oportunidad con calma e ir ganando hueco poco a poco sin forzar la situación hasta que le llegue el momento.
Mientras Antonio Hidalgo seguro que ya le da vueltas a cómo reordenar toda la materia prima que tiene a su disposición para la línea de tres cuartos, Luismi Cruz pisó por primera vez el césped de Abegondo ayer. En la última sesión de la semana para el equipo blanquiazul, el andaluz demostró llegar en plena forma. Primero poniéndose a trabajar al mismo ritmo que sus compañeros sin ningún tipo de aclimatación previa. Después mostrando las credenciales que lo han convertido en el fichaje de lo que va de verano en Segunda División. El club herculino no dudó en promocionar a su nueva adquisición en redes sociales con una colección de golpeos con la zurda en los que el gaditano sacó a relucir todo su talento.