En las últimas jornadas se está convirtiendo en una constante que los cambios en el Deportivo sirvan para revitalizar al equipo. Ya ocurrió en el empate frente al Tenerife en Riazor (0-0), cuando Hugo Rama y Denis Genreau lograron mejorar un rendimiento colectivo muy por debajo de lo esperado, y volvió a repetirse en El Sardinero, en la derrota contra el Racing de Santander (2-1). En el estadio del conjunto cántabro, Cristian Herrera y Hugo Rama, dos de los cinco cambios introducidos por Óscar Gilsanz, ofrecieron un impacto palpable en el juego de un Deportivo que hasta entonces apenas había encontrado soluciones en el último tercio de campo.
Cristian Herrera y Hugo Rama fueron las dos primeras modificaciones realizadas por Gilsanz. En el minuto 63, el técnico betanceiro decidió mover el banquillo en busca de un impulso. Retiró del terreno de juego a un Diego Gómez poco acertado y situó a Cristian Herrera en la banda derecha para tratar de ganar profundidad. Hugo Rama, por su parte, ingresó en el campo en lugar de José Ángel, ocupando la mediapunta y desplazando a Mario Soriano hacia el doble pivote junto a Diego Villares.
“En la primera parte tuvimos cierto control, aunque sin llegadas, salvo en los últimos diez minutos. En la segunda buscábamos profundidad con Cristian (Herrera). En el caso de Hugo (Rama), además del pase, entiende muy bien los espacios a la espalda de la línea defensiva y al desmarque buscamos con esa distancia en el marcador acortar distancias”, explicó Óscar Gilsanz sobre sus decisiones tácticas.
Sin embargo, la reacción no fue inmediata. Durante los primeros compases tras el doble cambio, el Deportivo siguió atascado en ataque, con dominio territorial pero escasa precisión e imaginación en los últimos metros. Con el paso de los minutos, tanto Cristian Herrera como Hugo Rama comenzaron a crecer en el partido y, sin alcanzar niveles de brillantez, lograron elevar el nivel competitivo del equipo coruñés.
Cristian Herrera cumplió con la misión encomendada por Gilsanz, aportando profundidad y dinamismo al frente de ataque. El canario participó en 17 acciones, completó ocho de once pases y, sobre todo, resultó más incisivo que Diego Gómez. Su influencia quedó patente en el gol de Denis Genreau, así como en su capacidad para mantener al Racing de Santander replegado cerca de su área. Partiendo desde el costado derecho, sus diagonales, con y sin balón, sembraron inquietud en la zaga local.
En una de sus primeras intervenciones, una jugada individual suya dentro del área acabó con un disparo de Iván Barbero que un defensor desvió a córner. Poco después, Herrera firmó una acción decisiva: recibió el balón escorado en banda, alejado del área, y trazó un pase medido para la carrera de Denis Genreau. El australiano se impuso en el cuerpo a cuerpo a Mario García y aprovechó el regalo con un potente disparo a la escuadra.
En apenas media hora sobre el césped, Herrera dejó dos pases clave, una asistencia y una mayor sensación de peligro. Sin ser una actuación excelente, su aportación le abre la puerta a tener más minutos en este tramo final de campeonato. De hecho, en Santander jugó más tiempo que en los cuatro partidos anteriores en los que había participado en 2025. Diego Gómez fue la primera apuesta de Gilsanz para suplir al lesionado David Mella, pero ahora Cristian Herrera se presenta como una seria candidatura para el próximo duelo ante el Albacete.
Por su parte, Hugo Rama también ofreció señales positivas, aunque desde un perfil diferente al de su compañero. Más centrado en la generación de juego que en la finalización, su influencia se dejó notar en la fluidez del equipo. En sus 27 minutos iniciales como mediapunta, y posteriormente como acompañante de Genreau en el doble pivote tras la salida de Mario Soriano, el de Oroso intervino en 30 acciones, completó 17 de 22 pases y acertó en cinco de los ocho envíos en largo que intentó. Mientras actuó como enganche, no dudó en acercarse a Soriano y Villares para colaborar en la construcción del juego, especialmente tras el 2-1, cuando el Deportivo buscaba el empate.
Además, Hugo Rama sumó un pase clave y probó suerte con dos disparos, aunque ambos fueron bloqueados. Su desempeño en El Sardinero refuerza las palabras que había pronunciado días antes, cuando reivindicó su deseo de tener más protagonismo esta temporada, especialmente como mediocentro, una posición que exploró durante la pretemporada con Imanol Idiakez: “La pretemporada la hice de ‘8’, que es una posición en la que me encuentro muy cómodo y confiaba en jugar. No como titular porque Villares lo está haciendo muy bien, pero sí para ponerme en algún partido. Pero en ningún partido he jugado de ‘8’, ni la pasada temporada ni esta”, lamentó el ex de Oviedo, Mirandés y Lugo, entre otros.
No es la primera vez que Hugo Rama aprovecha los pocos minutos que se le conceden en los primeros meses de 2025. El centrocampista ya resultó decisivo en la victoria en el Carlos Tartiere ante el Real Oviedo (1-2), con un pase clarividente a Ximo Navarro que acabó siendo clave en el gol de la victoria en el tiempo añadido, y también había mejorado al equipo con su entrada en el reciente empate frente al Tenerife en Riazor (0-0).
En una temporada en la que hasta hace poco las aportaciones de los suplentes eran escasas y no lograban reducir la distancia con los titulares, la tendencia parece estar cambiando. Sin que los relevos alcancen un nivel que desplace de manera inmediata a los habituales, sí están consiguiendo estrechar esa brecha, ya sea por el bajón de algunos titulares o por el pequeño repunte de varios jugadores que hasta ahora no habían tenido tanto protagonismo. La próxima cita ante el Albacete será una nueva oportunidad para comprobar si esta dinámica se consolida.