El Deportivo no ha sido ajeno a la tendencia del fútbol moderno de construir el juego desde atrás con tres jugadores. Desde la élite hasta escalones inferiores, cada vez más equipos apuestan por esta fórmula para lograr superioridad numérica en los primeros pases, independientemente del dibujo táctico inicial. El reciente Mundial de Clubes lo refleja con claridad. Tanto conjuntos con tres centrales, como el Inter de Milán, como otros que parten desde una defensa de cuatro, como el nuevo Real Madrid de Xabi Alonso, recurren a este tipo de salida.
El Dépor ha seguido ese camino en los últimos dos años, tanto con Imanol Idiakez como con Óscar Gilsanz en el banquillo. Ahora, con la llegada de Antonio Hidalgo, esa línea de continuidad parece asegurada. No en vano, el técnico de Granollers recurrió con frecuencia a este recurso durante su etapa en el Huesca.
En su presentación como nuevo entrenador blanquiazul, Hidalgo dejó entrever su capacidad para adaptarse a diferentes estructuras, ya sea con tres centrales —la más habitual en su paso por El Alcoraz— o con una línea de cuatro. En ese contexto, destacó la polivalencia del cercedense Miguel Loureiro, a quien definió como una pieza clave para poder mover a su equipo entre un dibujo u otro. El ex del Bergantiños, Córdoba o Andorra, entre otros, demostró una gran habilidad para desempeñarse tanto como lateral corto en una defensa de cuatro como de central derecho en una zaga de tres.
De hecho, en su intervención en la sala de prensa de Riazor, Antonio Hidalgo fue claro al explicar su idea y comentó que está “convencido” de que puede replicar esa fórmula en el Dépor: “Ya no es tanto jugar con tres centrales. Si entramos en detalle, hacíamos salida de tres con Loureiro, que es más lateral. Estoy convencido de que aquí podemos hacer esa situación, podemos adaptarnos en diferentes situaciones de cuatro o cinco… El mundo del fútbol evoluciona mucho y tiene que estar constantemente cambiando, sobre todo porque los rivales tienen mucha información. Si no eres capaz de variar… Lo iremos viendo y lo iremos cambiando”, comentó el preparador blanquiazul.
El Deportivo apenas utilizó una línea de tres centrales en las últimas dos temporadas, pero tanto Idiakez como Gilsanz apostaron de forma recurrente por una salida de balón con tres efectivos, fueran defensas o no, para tener mayor control en los primeros compases del juego.
A lo largo de la temporada 2023-24, Idiakez consiguió encontrar una estructura en ataque que funcionó y sacó lo mejor de varios jugadores. Salida de tres, con Ximo Navarro siendo el central derecho con capacidad para soltarse, carrileros para que Mella pueda recibir o ir al espacio, Yeremay con libertad por fuera y por dentro, José Ángel y Villares mezclando bien en la medular, Lucas como hombre libre…. Una serie de mecanismos que el técnico explicó en una entrevista a DXT Campeón en marzo de 2024: “A nivel estructural tampoco es tan diferente a lo que hicimos al principio de temporada, era un poco la idea. Cuando tienes mucha gente por delante de la pelota, cuando los rivales te esperan en tres cuartos medios, me gusta tener un poquito tres en el fondo, en el inicio, porque normalmente los rivales te lanzan los contraataques entre los espacios entre los centrales y los laterales. Cuando tú montas mucho a los dos laterales, normalmente aparece la posibilidad de contraatacarte por ahí y esta temporada hemos recibido goles. Entonces, se logró buscando”, relató el preparador donostiarra.
Idiakez también subrayó la importancia de encontrar “amplitud” en ataque: “Con Yeremay desde el inicio tenía en la cabeza que es un jugador con tanto talento que limitarle a jugar sólo por fuera era perder riqueza. Es verdad que al principio empezamos con Davo por derecha, pero yo tenía en la cabeza la posibilidad de Mella, aunque las lesiones nos limitaron. Los dos mediocentros nos permiten jugar desde atrás con buenas distancias para conectar con los siguientes, pero al final el trabajo del entrenador es encontrar los comportamientos que hagan bien al equipo y nos permitan ganar partidos. He jugado de todas las formas, con todo tipo de estructuras, porque el entrenador tiene que adaptarse a las capacidades de sus mejores futbolistas, y eso intentamos”, añadió.
Esa fórmula acabó siendo el esqueleto del mejor Dépor de la temporada y fue el armazón que permitió lograr al equipo de Idiakez el ansiado ascenso a Segunda División.
Tras la destitución de Idiakez, el Deportivo no abandonó esta idea. Con Gilsanz, la salida de tres siguió vigente y se convirtió en un recurso clave durante los mejores momentos del equipo en la categoría de plata. El técnico betanceiro dio con la tecla a comienzos de 2025, justo un año después del despegue del conjunto bajo la batuta de Idiakez.
Desde entonces, y con las lógicas excepciones, el Deportivo de Gilsanz se organizó desde atrás con una base de tres jugadores, con José Ángel como figura clave. El mediocentro sevillano, una vez superada su pubalgia, se incrustaba entre los dos centrales para formar una línea de tres que ofrecía seguridad y limpieza en la salida. Esta disposición liberaba a los centrales, en especial a Dani Barcia por el perfil izquierdo, y potenciaba las condiciones del canterano para iniciar el juego con criterio.
Desde esa base, el equipo progresaba a través de una escalera interior con Villares, Mario Soriano, Yeremay y Mella. Cada uno aportaba un matiz distinto y cierta libertad posicional según el rival. Villares servía de primer apoyo, Soriano bajaba a recibir o lanzaba en conducción, Yeremay se convertía en un interior más alejándose de la banda y Mella ofrecía un rol mixto, entre recibir de cara o atacar el espacio. Esta ocupación interior le daba también superioridad al Dépor en el centro del campo.
La apertura de los centrales y la densidad interior permitían a los laterales, Ximo Navarro y Rafa Obrador, avanzar con espacio y recibir en amplitud con la banda para ellos solos. Por delante, Zakaria Eddahchouri completaba la estructura con su movilidad, ya fuera rompiendo al espacio, cayendo a banda o apareciendo entre líneas. Una disposición que daba sentido a la salida de balón del equipo: apoyos escalonados, buena ocupación de los espacios y una circulación serena que, salvo ante presiones muy bien coordinadas, encontraba oxígeno tanto por dentro como por fuera.
El Deportivo cuenta actualmente con varios futbolistas que se sienten cómodos en este tipo de salida con tres hombres en la base y busca refuerzos que puedan encajar en ese patrón. Uno de ellos es Lucas Noubi, central belga procedente del Standard de Lieja. A pesar de que la salida de balón no es su principal virtud, Noubi ha actuado en los últimos años tanto de central derecho como de central izquierdo en una zaga de tres –aunque también ha jugado en defensas de cuatro–.
Con buen golpeo de balón para conectar con compañeros alejados, aunque con escasa facilidad para encontrar el hombre libre con pases rasos y cierta tendencia a alguna mala toma de decisión a la hora de conducir el balón, Noubi puede encajar en una salida de balón con tres futbolistas, defensas o no, en el nuevo Deportivo de Antonio Hidalgo.
Otro futbolista del capítulo de entradas es Arnau Comas. El zaguero catalán se presenta como un central que habitualmente ha jugado en línea de cuatro, pero su formación en La Masía le aporta experiencia en estructuras que otorgan una importancia capital a una salida de balón limpia, sea con la cantidad de jugadores que sea desde la base.
En cuanto a los jugadores que siguen en la plantilla, Ximo Navarro y José Ángel son piezas contrastadas en este tipo de registros, aunque partan de demarcaciones diferentes a las de central. El primero, desde el lateral derecho; el segundo, como pivote incrustado entre centrales. Ambos han ofrecido soluciones para mejorar la primera fase del juego en las últimas dos campañas.
Dani Barcia, por su parte, es quien mayor claridad aporta en los primeros pases. Aunque ha jugado habitualmente en defensas de dos centrales, se ha beneficiado en numerosas ocasiones de tener el apoyo de José Ángel a su lado para sacar el balón con mayor libertad y demostrar su talento tanto para la conducción como para encontrar el hombre libre a través del pase.
Incluso Sergio Escudero tiene la capacidad para unirse a una salida de tres y aportar serenidad y visión en los primeros toques. En la recta final de su carrera ha dejado de ser ese lateral izquierdo con recorrido para llegar a línea de fondo y se ha convertido en un jugador que incluso puede contribuir en la creación en la medular. Por este motivo, aunque se perdería su talento para poner centros envenenados al área desde casi cualquier posición de la banda pasada la línea divisoria del centro del campo, el Dépor ganaría creatividad en la construcción inicial del juego.
El Deportivo ya ha demostrado que puede sostener una salida de balón con tres jugadores, más allá del sistema base que utilice. Lo ha hecho con perfiles distintos, bajo entrenadores diferentes y en contextos competitivos variados. La llegada de Antonio Hidalgo, con experiencia reciente en este tipo de estructuras, refuerza todavía más la lógica de mantener una fórmula que ha dado resultados, potencia a varios de los jugadores clave y se adapta al presente del fútbol profesional.