El Deportivo afronta este verano una profunda remodelación de su línea defensiva y los pasos que está dando hasta el momento llevan la juventud por bandera. La incorporación de Noubi y la inminente de Comas exigen rendimiento inmediato por parte de grandes potenciales, pero también la compañía de futbolistas más experimentados que aporten oficio y saber estar. De primeras esos galones están bien cubiertos en las alas, con Ximo Navarro y Sergio Escudero como dos veteranos que parten como fijos en los laterales. Pero esta posición consolidada de ambos abre al mismo tiempo el debate en los que serán sus competidores por el puesto. Esa tarea es de momento para Petxarroman e Iano Simao, a los que le espera un verano bajo la lupa.
Ambos afrontan la pretemporada de manera diferente y, al mismo tiempo, con una buena dosis de incertidumbre común. Será el segundo año consecutivo para el vasco en el cuadro blanquiazul, uno en el que debe tratar de despejar todas las dudas que lo rodearon en su estreno en Riazor. Tras un mal inicio consiguió revertir la situación, pero su final de temporada tras la lesión de Ximo volvió a evidenciar carencias, sobre todo a nivel defensivo, que no dejan de ser preocupantes pensando en el próximo curso.
Con todas las operaciones que Fernando Soriano tiene por delante, factor que se suma al contrato firmado por Petxa hasta 2028, parece poco probable que haya cambios en el lateral derecho, por lo que salvo giro inesperado u oportunidad de mercado, Antonio Hidalgo tendrá que sacar el máximo rendimiento a un futbolista que terminó la pasada campaña con 27 partidos disputados y 1.504 minutos.
Más abierta está la situación de Iano Simao, que después de su promoción de urgencia en enero de 2024 amplió su vinculación con el Deportivo hasta 2026. Con únicamente un año más de contrato por delante, la flexibilidad de movimientos tanto por parte del club es mayor, lo que se suma a la salida de Rafa Obrador y la necesidad de incorporar un lateral zurdo que compita con Escudero. Sea con el regreso de Iano o sea con un refuerzo de fuera.
Es precisamente ese compás de espera el que tratará de aprovechar el guineano con el inicio del verano. Sus credenciales son la posibilidad de dejar una buena impresión en Antonio Hidalgo, con el que empieza de cero, y una hoja de servicio en Primera RFEF que se fue hasta los 33 encuentros y los 2.870 minutos con el Arenteiro.
Su entrenador, Raúl Jardiel, hablaba hace unas semanas para DXT Campeón sobre lo que aportó el lateral en Espiñedo y lo que necesita mejorar para consolidarse en un escalón superior. “Iano es un jugador muy potente, fuerte en juego aéreo, difícil de ser rebasado en el uno contra uno, en duelos, arranca con mucha fuerza. Es un jugador sobresaliente en esas condiciones físicas que tiene para jugar en el lateral. Esa sería su mayor virtud, pero también tiene buen contacto de balón, acierta técnicamente y entiende el juego. Son las características más importantes que le veo. Podrá jugar en el Dépor y consolidarse si sigue dando pasos hacia delante, si sigue exigiéndose, porque la exigencia es muy alta. Si consigue ser regular en su juego, sí puede jugar en Segunda. Ha ido mejorando en el nivel de concentración, de estabilidad en el juego. Es más estable, tiene mayor regularidad a lo largo de los 90 minutos en cuanto a conseguir ofrecer ese potencial físico que tiene. Esa continuidad y esa concentración le han permitido defender mejor. Diría que cada día ha cometido menos errores defensivos. Ha dado un salto defensivo importante, pero creo que, en eso mismo, tiene su margen de mejora”.
Después de cumplir 26 años en febrero, el futbolista buscará con ilusión dar el salto al fútbol profesional con la red de seguridad que le da tener un año más de contrato y, sobre todo, su rendimiento en una categoría de bronce que provocará que no le falten pretendientes en caso de que el Deportivo decida prescindir de él.
Sea con más seguridad, en el caso de Petxa, o buscando un cambio de opinión, como Iano, el inicio de la preparación supondrá una oportunidad para ambos a las órdenes de un Antonio Hidalgo que suele concederle mucha importancia en sus planes a los laterales. Al técnico catalán le gusta darle amplitud a sus equipos y los jugadores que ocupan los carriles, especialmente cuando opta por una estructura con tres centrales, deben asumir gran responsabilidad en el juego.
Al mismo tiempo, esto le da también la posibilidad de brillar e incluso sumar números en ataque. Así lo han aprovechado en las últimas temporadas el gallego Miguel Loureiro o Ignasi Vilarrasa, uno de los laterales izquierdos más cotizados de la categoría después de terminar contrato en Huesca y al que el Dépor, como muchos otros, tiene en agenda para buscar una reunión con Hidalgo, esta vez en la banda de Riazor.