Imanol Idiakez: "No puedes parar un segundo a mirarte en el espejo a decir ‘ya estamos bien’”
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Imanol Idiakez: "No puedes parar un segundo a mirarte en el espejo a decir ‘ya estamos bien’”

Imanol Idiakez: "No puedes parar un segundo a mirarte en el espejo a decir ‘ya estamos bien’”
El técnico donostiarra, durante un momento de la entrevista en Abegondo | Mónica Arcay

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Una entrevista de Israel Zautúa y Eder Pereira

 

“Hay que acostumbrarse a vivir dentro de esa montaña rusa en calma, si se puede”, afirma Imanol Idiakez, quien tuvo un pie y medio fuera y ahora disfruta de su mejor momento en el Deportivo, como líder y principal candidato al ascenso. El técnico donostiarra analiza los altibajos de su profesión y encara las diez últimas jornadas “con un optimismo medido”. 

 

Cuando alguien se ha visto tan fuera como llegaste a estar tú antes del Arenteiro y el Barça Atlètic, ya no le tendrás miedo a nada.
Hay que luchar contra el miedo. La verdad es que estamos centrados en lo que queda, que es la parte más bonita de la temporada, donde nos jugamos todo y hemos llegado en una situación privilegiada en la que hace bien poquito hubiéramos firmado. Llegamos a los diez últimos partidos con la situación en nuestras manos, dependemos de nosotros y estamos todos ilusionados con recorrer este camino, que va a ser largo porque en los últimos diez partidos pasan millones de cosas siempre y la temporada ha tenido de todo, porque pasaron muchas cosas en el inicio que nos marcaron mucho, pero estamos ilusionados con conseguir el objetivo.

 

Ya estás curtido en los banquillos, pero no debe ser fácil acostumbrarse a estar constantemente en una montaña rusa y poder pegársela en cualquier momento.
La experiencia ayuda. Cuando eres más joven, es más difícil de manejar esa montaña rusa, pero el fútbol se ha convertido en eso y nos tenemos que acostumbrar todos porque cada año es más difícil encontrar estabilidad, la gente vive de lo último. Creo que la sociedad en general, desde que las redes se han impuesto tanto, es más lo inmediato, el día a día, hay menos paciencia para todo en general en la vida y el fútbol es una exposición de la sociedad y es más difícil que haya estabilidad y que podamos vivir con un poco más de aire. Es cierto que es una montaña rusa, pero hay que acostumbrarse a vivir dentro de esa montaña rusa en calma, si se puede.

 

¿Para ser entrenador hay que estar hecho de una pasta especial?
Sí, cuando empecé en esto no le daba muchas vueltas. Tenía tan claro que tenía vocación de entrenador, cuando era jugador, que tuve claro que quería ser entrenador. Es cierto que luego, cuando te van pasando y tienes heridas, hay días que miras para atrás y dices, joder, 'como dice mi madre, te podías haber dedicado a otra cosa'. Tiene una parte muy bonita también que es cuando ves que tu trabajo se ve en el campo, que un equipo defiende una forma de jugar, que consigues que los jugadores crean en ella. Es muy difícil, pero es muy bonito cuando eso ocurre y eso nos mantiene. Es cierto que todo lo que hay alrededor, todo el ruido, toda la presión, todas las críticas no son fáciles de llevar y hay que prepararse para ello. Cada vez hay más gente que trabaja con psicólogos, que busca ayuda porque son trabajos a nivel emocional de mucha carga.

 

Hay que acostumbrarse a vivir dentro de esa montaña rusa en calma, si se puede

 

Hubo momentos en la cuerda floja, pero sin embargo, en el inicio de la liga no recibiste tantas críticas como cabría esperar por parte de la afición. Te han respetado más a ti que la figura del entrenador de estos últimos años.
Sí, yo me he sentido muy bien tratado por la afición todo el tiempo. Entiendo que cuando el equipo va el 12 o el 10, es el Deportivo y habrá mucha gente que no esté contenta con el trabajo del entrenador, pero no he sentido en ningún momento rechazo de la gente, sino todo lo contrario. He sentido cariño y respeto, estoy muy agradecido y ojalá pueda devolver esa confianza que me han dado.

 

Siempre destacas la fuerza del vestuario en los momentos malos y es cierto que quedó patente esa unión y esa fuerza cuando peor se pusieron las cosas. ¿Qué nos puedes contar para que los de fuera entendamos esa unión y esa fuerza?

Sucede, primero, que son buenas personas. Los futbolistas son personas y fichar gente que tenga un nivel de generosidad alto, que priorice el colectivo sobre el individual, que sea capaz de entender que a veces no te toca jugar y tienes que seguir aportando, apoyar a tu compañero, y eso suele depender mucho de los que juegan menos, normalmente. Nosotros tenemos la suerte de que los que juegan menos tienen un comportamiento extraordinario. La semana pasada, sin ir más lejos, Valcarce y Cayarga se han quedado sin convocar, y verles en el día a día cómo entrenan, cómo se comportan con sus compañeros y apoyan al jugador que juega en su puesto, creo que tenemos un grupo humano muy bueno y no hay otra porque si te tocan dos o tres jugadores que quieran meter mierda ahí dentro, suele ser más difícil, pero tenemos la suerte de que a nivel humano tenemos un gran vestuario.

 

Has citado a Cayarga y Valcarce, que son los que se están quedando últimamente fuera de la convocatoria. ¿Cómo lo llevan, porque son jugadores que vinieron con cierto peso en el equipo?
Sobre todo lo están llevando con un respeto y una personalidad dignos de elogio. No puedo decirles mucho porque de nada les va a servir, pero su comportamiento tanto con el cuerpo técnico como con los compañeros es impresionante y están preparados. Quedan muchos partidos, van a pasar muchísimas cosas, no sabemos dónde puede haber mañana una lesión, una sanción, un estado de forma peor, y por qué no cualquiera de los dos puede ser decisivo lo que queda de temporada o cualquiera que está teniendo pocos minutos. Diez partidos es muchísimo, en diez semanas pueden pasar muchas cosas y mi objetivo es no perder a nadie porque cualquiera de ellos puede ser determinante a final de temporada, aunque ahora tenga un papel más secundario.

 

Si te tocan dos o tres jugadores que quieran meter mierda, suele ser más difícil, pero tenemos un gran vestuario

 

¿Cuál consideras que es la mejor lección que ha aprendido el vestuario de esos momentos tan duros en los que se veía tan lejos del objetivo y con el proyecto a punto de romperse?
Creo que la humildad. El 3-0 de Irún fue una cura de humildad para todos, no sólo por el resultado, sino por el cómo, porque fue un 3-0 que pudo ser un 5-0 en un partido en el que bajamos los brazos, en el que el equipo no transmitió los valores que queremos transmitir como equipo, hubo un examen de conciencia profundo esa semana porque vienes al Depor, unos vienen de Primera, otros de Segunda, otros del extranjero y piensas que vienes al Depor a Primera RFEF y vas a subir fácil, pero de pronto te das cuenta de que estás en la jornada 8 o en la 10, vas de la mitad de la tabla para abajo y te acaba de pasar por encima un rival cuyo objetivo es la permanencia. Fue un toque de humildad para todos y nos ayudó a sentar una base ahí de respetar a los rivales y entender que si no das el cien por cien no puedes ganarle a nadie en el fútbol profesional. Creo que los que pensaban que por llevar este escudo iba a ser un camino de rosas, aquel día terminamos por entender que no lo iba a ser.

 

A raíz de esos triunfos en O Espiñedo y Barcelona, se produjo un click, el equipo cogió velocidad de crucero y el entorno pasó del pesimismo a la euforia. De locos, ¿no?
Lo hemos hablado antes, que somos muy extremos y es normal con una afición tan pasional y este sentimiento tan extremo que tiene el deportivismo, es normal que vivamos unos extremos, pero los de dentro somos los que debemos mantener los pies en el suelo, de saber que ni ahora somos tan buenos ni antes éramos tan malos, creo que el Nàstic y el Sabadell nos van a ayudar de alguna manera otra vez a recolocarnos porque esas goleadas seguidas te podían llevar a la euforia y ahora tenemos un optimismo medido porque el equipo tiene comportamientos para ser optimistas, pero sabiendo que los rivales van a estar ahí y que va a haber que pelear hasta el último día.

 

¿Cómo se gestiona una metamorfosis tan radical?
Tenemos un equipo veterano, con gente con suficiente experiencia en el fútbol como para saber que durante una temporada pasas por rachas muy buenas, malas, regulares, y entender que esto cambia muy rápido y centrarse en el siguiente paso es muy importante. Desde Irún nos centramos en ir partido a partido, no pensar en la meta, sino en el camino y creo que está siendo la mejor herramienta mentalmente que estamos utilizando.

 

Llegaron esas siete victorias seguidas y esas goleadas. ¿Alguna vez habías dirigido a un equipo tan imparable?
Tengo la experiencia en Chipre, el año que llegué, que quedamos segundos en liga, y hasta diciembre, que se nos lesionó el mejor jugador, es verdad que yo decía 'vamos a arrasar' porque no parábamos de ganar, pero luego se nos lesionó Joan Tomàs y tuvimos un bache importante, pero no me había pasado más que aquella vez, porque es verdad que no es lógico aquellos siete partidos seguidos, un día cuatro goles, otro día cinco, otro día cuatro... yo, que siempre echaba de menos tener un partido en el que estuviera en el banquillo tranquilo en el minuto 70, nos ha pasado esta temporada dos o tres veces y de vez en cuando es recomendable para la salud, pero no es lo lógico para el fútbol de este nivel.

 

El problema de esa superioridad es que igual no se valore el mérito que ha tenido.
Sí, claro. Cuando haces normal lo anormal puede pasar eso, que la gente piense que esto es lo lógico. Alcanzamos un nivel de que tirábamos seis veces a puerta y entraban cuatro, en Logroño mismo arrancamos el partido con una ocasión del rival y acabamos 0-5, entonces sí que fue un momento como de magia, porque tampoco era lógico, porque nosotros salimos de León en enero con una derrota dura ante un rival directo, lejos de la cabeza, con muchas dudas porque no habíamos hecho un buen partido y esa semana, contra la Ponferradina, cuando todavía había dudas, el equipo hace un partido de los mejores de la temporada, y a partir de ahí, lo que es la confianza y la cabeza, que los jugadores se lo empezaron a creer y enlazamos muchas victorias seguidas. Lo mental es muy importante, la confianza, y aprovechar las rachas, los estados. Creo que todos somos energía y nos vamos dejando llevar por la energía y en un lugar como este, donde hay tanta energía alrededor, es importante canalizar todas las vías energéticas.

 

Encontraste una estructura en ataque que funciona (al menos funcionó) y sacó lo mejor de varios jugadores. Salida de tres, con Ximo siendo el central que se suelta; carrileros para que Mella pueda recibir o ir al espacio; Yeremay con libertad por fuera y por dentro; dos medios que se complementan bien; Lucas libre… ¿Costó dar con esa tecla?
A nivel estructural tampoco es tan diferente a lo que hicimos al principio de temporada, era un poco la idea. Cuando tienes mucha gente por delante de la pelota, cuando los rivales te esperan en tres cuartos medios, me gusta tener un poquito tres en el fondo, en el inicio, porque normalmente los contraataques los rivales te los lanzan entre los espacios entre los centrales y los laterales. Cuando tú montas mucho a los dos laterales, normalmente aparece la posibilidad de contraatacarte por ahí y esta temporada hemos recibido goles. Entonces, buscando. Es cierto que necesitas jugadores que te den amplitud, que por fuera hemos encontrado a Yeremay... yo con Yeremay desde el inicio tenía en la cabeza que es un jugador con tanto talento que limitarle a jugar sólo por fuera era perder riqueza. Es verdad que al principio empezamos con Davo por derecha pero yo tenía en la cabeza la posibilidad de Mella, pero no hubo mucho tiempo al principio porque las lesiones nos limitaron... los dos mediocentros es verdad que nos dan la capacidad de jugar el juego desde atrás con buenas distancias para encontrar a siguientes, pero al final el trabajo del entrenador es ir buscando los comportamientos del equipo que te hagan bien y ganar partidos. Llevo muchos años en esto y he jugado de todas las formas, con todo tipo de estructuras, porque el entrenador tiene que adaptarse dentro de lo posible a las mejores capacidades de sus mejores futbolistas y eso intentamos.

 

Ha habido varios partidos en casa (Sestao River, Osasuna Promesas, Sabadell) en los que el Depor se ha mostrado incómodo. ¿Hay algún denominador común en esos encuentros?
Son momentos diferentes. El momento de Sestao estamos arrastrando todavía ese inicio de temporada, que se junta Majadahonda, Teruel, Cornellà, cosas un poco ilógicas que era que en casa no consiguiéramos ganar, entonces Sestao está por ahí en ese momento en el que el equipo ha mejorado un poco, pero no ha encontrado esa solvencia en casa, y el otro día, ante el Sabadell, es un partido que puede pasar. Es cierto que no estuvimos muy cómodos y encajamos un gol a balón parado, que hoy hemos estado analizando el partido con los jugadores, pero si te paras a pensar, tuvimos seis o siete ocasiones claras. Pero creo que no tiene mucho que ver el partido del otro día con el de Sestao porque el equipo estaba en otro momento de la temporada.

 

Ahora se han producido esos dos empates seguidos y al equipo le ha costado desbordar por las bandas con Yeremay y Mella. Hugo Rama dijo esta mañana en rueda de prensa que los rivales os estudian y han tapado esa salida que tanto rendimiento os ha dado. ¿Cuál es la siguiente evolución?
Estamos en ello, hoy hemos trabajado cosas y mi objetivo es darle recursos al equipo. Tenemos jugadores para hacer cosas diferentes, probar cosas diferentes y todo el mundo quiere ganar al líder, a un equipo que gana siete partidos seguidos y mete cuatro goles de media, con lo cual la gente se prepara, te analizan y buscan cada detalle para cerrarte, pero yo como entrenador tengo también el trabajo de buscar alternativas para que cuando el espacio no esté por aquí, lo busquemos por otro lado, porque el espacio siempre está, pero a veces es más fácil encontrarlo y otras, cuesta más.

 

Sin Mella, estarás buscando variar esa forma de atacar.
Es que cada jugador cambia todo. Los jugadores son diferentes a todos los niveles, en cómo se relacionan con sus compañeros, con el juego, con las emociones, lo que provocan en el rival y en el compañero es diferente. No creo que nadie pueda sustituir a Mella, igual que nadie puede sustituir a Davo o a Quintero. Y tampoco es lo mismo lo que nos va a plantear el Majadahonda que lo que nos planteó el Sabadell.

 

Quintero es, quizá, el recambio más natural para actuar como extremo derecho, pero apenas ha contado con minutos desde que llegó en el mercado de invierno. ¿Por qué?, ¿no te convence?
El momento de Mella ha sido muy importante y luego tenemos ahí la alternativa de Davo, la de Hugo y podemos darle más altura al lateral, hacerlo muy profundo y meter un jugador más por dentro. Es un chico que todavía se está adaptando al equipo, que es diferente a Mella, porque es un jugador más de pie, mientras que David es más de espacio, y en esas complementariedades que buscamos, si tenemos pie José y Villares, pie Lucas, también Yeremay, te quedas sin profundidad y jugar al fútbol sin profundidad es muy complicado porque si los rivales te tienen todo el rato delante de los ojos, es más fácil que te defiendan. Entonces, tenemos que buscar alternativas. Evidentemente es un jugador muy utilizable y estoy seguro de que le vamos a ver más hasta final de temporada.

 

Quintero e Iano están teniendo minutos residuales y Alcaina ha entrado normalmente en partidos ya resueltos. Los jugadores que han venido en invierno no han ofrecido demasiado.
Raúl nos ha hecho un trabajo bueno, ha hecho goles, los minutos que tiene nos aporta. Barbero está en un momento bueno también, porque está haciendo goles, pero Raúl es un chico diferente a Barbero y no tengo ninguna duda de que nos va a aportar un montón de aquí al final.

 

Davo es tu jugador número '12', el primer cambio que sueles introducir cuando hay que realizar cualquier variante ofensiva. ¿Qué es lo que más te gusta de él?
La polivalencia y que ataca el espacio. Cuando tenemos rivales altos, los goles y las ocasiones de Davo son a partir de líneas defensivas medias altas, porque él atacando el espacio desde segunda línea es muy bueno. Es un jugador que quizá no está tan cómodo en el balón al pie o en el mano a mano como Mella o Yeremay, pero te puede hacer una combinación, es rápido, desde la segunda punta o punta, todo lo que sea atacar la espalda del defensa nos da cosas. Creo que ha tenido mala suerte, también, porque en el mejor momento que estaba de la temporada le sacan la roja contra el Fuenlabrada y, a partir de ahí, el equipo empieza a enlazar partidos con victorias y muchos goles... creo que es un buen recurso, no sé si es el jugador número 12 y aunque hemos encontrado un once estable durante varias semanas, pero esto cambia muy rápido y tenemos una buena plantilla y yo la obligación de gestionarla lo mejor posible.

 

"No tengo nada claro quién va a jugar el sábado", dice ante la ausencia de Mella

 

Con la ausencia de Mella ante el Majadahonda, ¿el puesto está reservado para Davo?
(Risas) Hemos estado probando un montón de cosas y viendo muchas opciones. Todavía tengo que analizar al Majadahonda del todo, pero no tengo nada claro quién va a jugar el sábado.

 

Hablando de esa ausencia del extremo de Teo, las convocatorias para la selección son buenas para el jugador, pero una faena para el equipo.
Como persona te alegras mucho por él. Ir a la selección es lo máximo para un futbolista y David se lo merece y estamos muy contentos por él, pero es una pena que hoy en día las competiciones estén montadas como están y haya esta desorganización de poder perderte un jugador a este nivel porque los calendarios están hechos sin tener sincronía. Es una pena porque David debería poder ir con la selección y jugar con el Depor. Sería lo lógico, pero no pasa y nos alegramos por él, le deseamos lo mejor y ojalá venga sano y nosotros saquemos los puntos.

 

Mella debería poder ir con la selección y jugar con el Depor. Sería lo lógico

 

Mella y Yeremay son ahora mismo dos de los jugadores más desequilibrantes del equipo. El canario posee una facilidad innata para superar rivales, pero nos decía en una entrevista que Mella incluso le vacila porque no está haciendo sus números.
Está bien que se vacilen porque se lo pasan bien, son dos chavales muy jóvenes y tienen que reírse un poco de la vida. Son dos jugadores diferentes que nos aportan mucho, es normal que la afición esté encantada con ellos porque son dos jugadores muy bonitos de ver, dos chicos jóvenes que han salido de aquí y que están dándonos un rendimiento maravilloso. Que sigan creciendo, sobre todo, los dos tienen los pies en el suelo, a pesar de la expectación que generan y que sigan manteniendo la humildad porque es el único camino para que lleguen donde queremos.

 

Canteranos como Mella, Yeremay y Rubén reconocieron cambios de hábitos para poder adaptarse al primer equipo.
Tenemos que profesionalizarlo todo porque el objetivo del Depor no es otro que volver a Primera División y estabilizarse ahí y para eso necesitaremos cada día ser mejores en todo. En el primer equipo hemos puesto la exigencia donde había que ponerla, creo que los chicos jóvenes como David, Rubén o Yeremay han entendido que para estar en el nivel que tenemos, hay que poner el listón muy alto en muchas cosas, en los hábitos y en la profesionalidad lo primero, y eso hay que extenderlo a todos los niveles.

 

No te has podido sentar en el banquillo en las dos últimas jornadas por sanción y han llegado esos dos empates. Ojo, que eres imprescindible.
No, no pinto nada, no me equivoco (risas). Tampoco soy tan malo cuando perdemos, es decir, no es culpa mía toda, el 100%, sólo el 99%, pero no tiene nada que ver. Se ha producido eso, pero otras veces que he estado sancionado, Mario ha ganado muchos partidos.

 

Los jóvenes han entendido que en el primer equipo hay que poner el listón muy alto

 

Hugo Rama aseguró que aunque parece una tontería que el entrenador no esté en el banquillo, se nota tu ausencia y que tardan más en llegar las órdenes.
Los jugadores tienen que decir cosas bonitas del entrenador en público porque si no, sería un problema para ellos (risas).

 

Jugáis en casa del colista, que lleva ocho jornadas sin ganar. Sin embargo, se han escapado la mitad de los puntos cuando os habéis enfrentado a un rival en puestos de descenso. ¿Es un partido trampa?
Es trampa para el que no entienda el partido que es y no vea los partidos del Majadahonda últimamente y no vea que la pasada semana hizo un partido muy bueno en casa del Arenteiro que pudo ganar tranquilamente, que hace dos semanas hizo un partido contra el Real Unión, que es un equipo que hace muchas cosas bien, pero al que le están penalizando las áreas, pero que cuando lo analizas, es un equipo difícil. Ya lo sufrimos en la primera vuelta y, desde luego, para nosotros el partido no va a ser una sorpresa porque lo tenemos clarísimo.

 

Ahora tenéis dos partidos seguidos fuera, algo que en otras temporadas igual parecía un suplicio, por el bajo rendimiento del equipo lejos de Riazor, sin embargo, este curso se han mejorado notablemente los números a domicilio. ¿Alguna clave o receta para eso?

No, creo que al final es cuestión de mentalidad. El campo no es el mismo, pero la mayoría tienen las mismas dimensiones. Creo que tiene mucho que ver con afrontar los partidos de la misma manera fuera que en casa. Nosotros nos hemos llevado algún golpe, como el día del Real Unión, pero en general fuera hemos ido a buscar los partidos como lo hacemos en casa y tiene más que ver con la mentalidad que con otra cosa. Muchas veces son complejos o pensar que fuera de casa no voy a buscar al rival alto o voy a replegarme más, pero nosotros no hemos negociado eso. Desde el primer día hemos ido a buscar a rivales como el Barça B cerca de su área, con el riesgo que supone eso y con que te pueda costar que con 50 metros a tu espalda te puedan hacer daño con tanta calidad pero creo que ha sido una de las claves del equipo, tener una identidad y defenderla cada día.

 

Una de las claves ha sido tener una identidad y defenderla cada día

 

La Ponferradina se ha desinflado y acaba de cambiar de entrenador, aunque sólo está a dos puntos, el Barça Atlètic está enchufadísimo ahora mismo, el Nàstic aguanta a un punto... ¿Qué rival temes más?
No, lo has dicho tú, y no me olvidaría del Celta B tampoco, y la Cultu está en una mala racha, pero es que el fútbol cambia muy rápido. Es verdad que el Barça B está en un momento muy bueno, que es un filial con muchísima calidad, jugadores que, además de lo que sacan de La Masía, lo que contratan de fuera. Además, los filiales suelen acabar las temporadas bien porque con más tiempo, el equipo tiene más poso y creo que es un rival claramente hasta el final. La Ponfe ha cambiado de entrenador pero es un equipo sólido, que pierde poco y al que es difícil ganarle. Creo que va a estar ahí con nosotros hasta el final. El Celta B también es un equipo con muchísima calidad y vamos a ver si les afecta o no que su entrenador se haya ido al primer equipo y se puedan despistar un poquito por ahí, pero los rivales están claros y creo que va a ser igualado hasta el final y que tenemos que mentalizarnos para eso.

 

¿En qué campo te queda mejorar más como entrenador? ¿Planteamiento de partidos, interpretación y lectura durante los partidos, gestión de grupo, análisis del rival…?
En todos los que has dicho. El entrenador tiene que obligarse a una mejora continua y una autocrítica importante porque el fútbol cambia muy rápido y las experiencias te van diciendo que no puedes parar un segundo a mirarte en el espejo a decir 'ahora ya estamos bien' porque pillas una racha y los rivales te analizan y ven que encuentras a Yeremay y Lucas por dentro y entonces lo que hacen es cerrar a los de fuera y entonces tú tienes que encontrar alternativas y eso es lo bonito de este trabajo también, que los equipos de fútbol son seres vivos y ser capaces de vivir en constante estado de autocrítica y de mejora es fundamental, y yo tengo que mejorar en muchos aspectos y eso es lo que más me motiva, el poder ser mejor entrenador cada día.

Imanol Idiakez: "No puedes parar un segundo a mirarte en el espejo a decir ‘ya estamos bien’”

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