“¿Esperamos hasta el lunes o jugamos ahora otro? Porque yo creo que ganamos”. La convicción de Dava Torres nada más acabar el primer partido de las finales de la OK Liga explica la fe del liceísmo en sus posibilidades de levantar el título. El vaso, medio lleno.
 

Creer hasta el final es una de las premisas del famoso ADN verdiblanco. Ni después de encajar dos goles en 14 segundos dejó de intentarlo. Cualquiera hubiese bajado los brazos con un 4-1 en el Palau Blaugrana. No el Liceo. Bruno Saavedra hizo el 4-2. Y el Barça respondió, pero Arnau Xaus marcó el 5-3. Y algo sobrevoló en el ambiente del templo azulgrana, el aroma de las últimas remontadas del Liceo.
 

“Podemos decir que hemos vendido cara la derrota”, confía el capitán en los micrófonos de Radio Marca Coruña. “Empezamos con un gol tempranero. Lástima que nos metimos un gol en propia justo después y antes del descanso nos marcaron el segundo. Pero en la segunda parte hemos estado mucho mejor y creo que ahí es hacia donde tenemos que ir”, insiste Torres, que tomó la palabra en la charla del vestuario con el técnico Juan Copa para levantar a sus compañeros. Caer y levantarse. Es la historia del Liceo.

“Tengo la sensación de que podemos, pero tenemos que intentar estar dentro del marcador hasta el final y no podemos tener esas desconexiones que nos cuestan goles”, matiza el entrenador, que lamenta esos dos tantos casi consecutivos del Barça que marcaron inevitablemente el desenlace del encuentro.

“Son errores que no podemos cometer, como en el segundo gol que nos marcan cuando la primera mitad estaba muy igualada. Tenemos que aprender a guardar la pelotita porque ir por delante en el marcador tiene mucho valor en esta final”, analiza Copa, también para los micrófonos de Radio Marca Coruña.

“Creo que el inicio de la segunda es bueno, incluso tenemos dos o tres contras para empatar, pero en ese momento de desconexión nos meten dos goles que no nos pueden meter. Pero si te vas un momento, el Barça tiene mucha calidad y te los hace”, insiste Juan, que saca conclusiones positivas del tramo final.

“Tuvimos ese momento de reacción, como siempre, para intentar ajustar el marcador. Sigo pensando que estamos muy igualados y ahora tenemos que ver el vídeo para pensar los ajustes que tenemos que hacer de cara al partido del lunes”, añade el técnico, que asume el talento decisivo del coruñés Ignacio Alabart, autor de los dos primeros goles barcelonistas.
 

“Sabíamos que es el jugador que está más en forma y sobre el que gira todo. Creo que lo pudimos controlar casi siempre, exceptuando en la última jugada de la primera parte. Tenemos que trabajar para controlarlo más”, abunda el técnico, que no descarta un cambio en el planteamiento.

“Tácticamente tenemos que trabajar mejor, tener un poco más de posesión de bola [ya se lo pidió a sus jugadores en cada tiempo muerto] porque ellos tienen mucho ritmo en el cuatro para cuatro, nos someten y, si nos meten en nuestra área, pueden aparecer Pablo [Álvarez], Marc [Grau]... Aquí no puedes venir a sobrevivir, hay que venir a atacar”, zanja Copa, que ve a su equipo mentalmente y físicamente muy fuerte para abordar el segundo partido con opciones de sumar el primer punto en las finales de la OK Liga.

Juan y Dava lamentaron un criterio arbitral desequilibrado, con 15 faltas señaladas en contra del Liceo y solo nueve en contra el Barça. “El arbitraje cambia totalmente en la segunda parte y la diferencia de faltas es demasiada para los de casa”, lamenta el técnico.

El capitán va un poco más allá con sus reclamaciones: “Me molesta particularmente cuando hay decisiones dudosas que caen siempre hacia el mismo lado. Varias acciones, como dos posibles penaltis en la primera parte o una simulación que nos pitan cuando ellos también las hacen y no señalan... Ha habido algunas acciones que podrían haber caído hace nuestro lado”.
 

Torres destaca también la acción de Pablo Álvarez sobre Martí Serra en la primera parte, cuando el argentino impactó involuntariamente con su stick en el mentón del portero liceísta, que tuvo que ser atendido con una brecha: “Está claro que no le quiere abrir la cabeza, pero se la abre y no pasa nada. El otro día a Tato le sacaron azul por darle sin querer con el stick a un jugador. Estas son las acciones que me molestan. ¿No pasa nada porque no le quiso hacer nada?”, se pregunta el capitán.