Manel Villadóniga: “Me retiré después de los Juegos del 92, fui reserva y por números merecía estar”
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Manel Villadóniga: “Me retiré después de los Juegos del 92, fui reserva y por números merecía estar”

El maestro nacional de esgrima a tres armas cuenta como fue su transición de la alta competición a su nuevo contexto laboral
Manel Villadóniga: “Me retiré después de los Juegos del 92, fui reserva y por números merecía estar”
Villadóniga, en el centro, con el equipo M-15 de florete femenino | cedida

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“Me retiré después de los Juegos del 92 en Barcelona, me enfadé con la Federación Española de esgrima porque decidieron no llevarme a última hora. Por números me lo merecía y me dejaron de reserva”, comenta Manel Villadóniga.


A ese final amargo hubo que sumar otro problema. “Tuve que volverme para Coruña y sortear la ‘mili’, que la tenía sin arreglar, no me lo había gestionado el Consejo (CSD). Por suerte me tocó en Coruña, porque me veía apurado. Trabajaba como protésico dental y trataba también de sacar tiempo para las clases de esgrima” rememora.


Un cambio en su vida supuso también un giro a nivel profesional. “Estuve unos años de protésico dental, pero cuando tuve un hijo pasé a dedicarme a comercial de alimentación. Lo compaginé con la esgrima hasta que con nueve años mi hijo decidió practicar esgrima, supongo que por simpatía y decidí montar un club propio, con mis ideas y mi filosofía”, recuerda Manel.


Y así nació el 100tolos, un club de esgrima que cuenta con dos sedes. “Hablé con Gelo y lo monté en Iñás, cerca de donde yo viví muchos años”, relata. Pero con el tiempo tuvo que ampliar sus horizontes debido a la demanda. “Decidí montar un club en Coruña y pasamos a tener dos sedes. Empezamos a trabajar en el instituto de Zalaeta y recibimos a gente nueva y de otros clubes”, indica.


No han dejado de crecer. “El objetivo era ser 100 en 5 años y ya lo superamos el tercer año. Contamos con 170 alumnos estabilizados y no es tanto crecer como mantenernos. Aunque la pandemia nos dio un buen golpe volvimos a remontar y mantuvimos la actividad todo lo que pudimos, trabajando online”, aclara. Se muestra contento porque cuenta con varias personas en nómina, muchas de ellas formándose para acabar siendo técnicos de esgrima en el futuro.


“Intento dejar una herencia con mis alumnos. Hay bastante carencia de técnicos, hay que importarlos. A lo que nos hemos dedicado en estos últimos años es a favorecer a nuestros alumnos, viendo sus posibilidades y ver a quién le podía gustar (ser técnico). Alguno puede llegar a compaginarlo con su trabajo e incluso hay casos en los que podrían dedicarse de forma exclusiva a la esgrima. Somos un club nacido aquí, criado y desarrollado aquí. Y estamos con seis nóminas, a tiempo parcial cuatro de ellas. Estoy orgulloso de ello”, matiza Manel.


El trabajo desarrollado está dando sus frutos. “En el club tenemos dos categorías, florete y espada. Contamos con nueve tiradores en tecnificación nacional en diferentes categorías”, aclara. Uno de los ‘debes’ de los que habla Villadóniga son los problemas con las instalaciones. “Cuatro clubes compartimos sala en la Casa del Agua, ‘mal conviviendo’, porque al final es inevitable que se creen roces y el ayuntamiento no quiere que nos peleemos, pero los horarios no dan. En Coruña somos cuatro clubes, tres de ellos a nivel nacional muy fuertes. Nosotros, en espada, somos el octavo con más espadas y no se nos está tomando en consideración. Cuando tienes 170 tiradores no pueden decir que eres un deporte minoritario”, remarca.

 

 Existe un proyecto de ampliación de la sala: “No es tan caro arreglarla y estamos todos los clubes de acuerdo, nos tienen ganados con muy poco. Llevamos un año de demora, pero dicen que va para adelante”. Él no para: “En dos años voy a competir en el Mundial de Túnez de veteranos. Entro en una nueva categoría y aprendí que no me tengo que desgastar, si no optimizar mis recursos al principio de la misma. Tengo que adelgazar 20 kilos en dos años. Ya lo hice en el pasado, así no aparecen las lesiones. Llevo cuatro quintos puestos en veteranos, todavía no he tocado medalla”, afirma Villadóniga. 

 

 

Dilatada trayectoria

 

Manel Villadóniga (A Coruña, 1967) cuenta con un palmarés tan extenso que reconoce que en la web del club lo han tenido incluso que reducir. Este Maestro Nacional de Esgrima a tres Armas es además técnico nivel 3. Fue campeón del mundo de maestros individual florete (2017 y 2018) y campeón del mundo de maestros a sable individual en 2017 y bronce en 2018. Además, ha sido medallista en Campeonatos de España en 46 ocasiones y se ha proclamado 15 veces campeón de España. 


 

Manel Villadóniga: “Me retiré después de los Juegos del 92, fui reserva y por números merecía estar”

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