El Deportivo afronta un plácido tramo final de Liga, con la permanencia asegurada matemáticamente en Segunda División y con apenas remotas opciones de alcanzar la zona de playoff de ascenso. Instalado en la décima posición con 53 puntos, tras la contundente victoria en Riazor frente al Albacete (5-1), el conjunto coruñés mira hacia arriba con un pequeño reto: alcanzar el noveno puesto, actualmente en manos del Córdoba, otro de los recién ascendidos, que suma apenas un punto más.
El playoff está a nueve puntos de distancia cuando solo quedan doce en juego, por lo que la aspiración realista del Dépor se sitúa en ese noveno escalón de la tabla, una meta lógica marcada por la brecha de cinco puntos respecto a la octava plaza. Sin embargo, más allá de lo meramente clasificatorio, el Deportivo encara las cuatro jornadas finales con el reto simbólico de ser el mejor de los cuatro clubes que llegaron esta temporada desde Primera Federación, es decir, de los que han vivido una travesía semejante.
El Córdoba, actual propietario de esa deseada novena plaza, lidera actualmente este cuarteto con 54 puntos, uno más que el Dépor. Málaga y Castellón, empatados a 49, completan una temporada notable para los recién ascendidos, que, en líneas generales, han firmado un curso competitivo y sólido.
Deportivo y Castellón fueron los campeones de sus respectivos grupos en Primera Federación la campaña pasada. El Castellón selló su ascenso matemático una semana antes que los coruñeses, que certificaron el suyo el 12 de mayo de 2024 en Riazor frente al Barça Atlètic (1-0). Pero fue el Dépor quien se alzó como campeón absoluto en la Final de Campeones, imponiéndose al Castellón con un 2-1 en casa y un rotundo 2-4 en Castalia, confirmando su condición de mejor equipo de la categoría en la temporada 2023-24.
El regreso al fútbol profesional tenía, según señaló recientemente el propio club, un “primer objetivo”: la permanencia. Medir con exactitud en qué puesto debería finalizar un equipo la temporada es un ejercicio lleno de matices, con variables como el límite salarial, los recursos económicos, la configuración de la plantilla, el cuerpo técnico, las infraestructuras, la masa social y otros aspectos. Sin embargo, en una ecuación casi imposible de solucionar, hay una referencia evidente: Deportivo, Castellón, Córdoba y Málaga partían del mismo punto de origen, lo que hace natural comparar sus trayectorias a lo largo del curso.
En ese terreno, el Deportivo tiene ahora una oportunidad clara de volver a proclamarse el mejor… al menos entre los equipos que comparten su pasado reciente. A tan solo un punto del Córdoba, el cuadro blanquiazul busca ese pequeño triunfo simbólico, pese a que ha sido el menos consistente de los cuatro en cuanto a mantenerse como líder de este grupo particular. De hecho, el Dépor solo ha ocupado la mejor posición de los recién ascendidos en dos ocasiones: tras su victoria frente al Almería en la jornada 26 (3-1) y tras imponerse al Racing de Ferrol en la jornada 33 (0-1).
El arranque titubeante del Deportivo, que terminó costándole el puesto en el banquillo a Imanol Idiakez, lastró las opciones de establecerse en lo alto de esta pequeña clasificación paralela. La temporada del conjunto coruñés ha ido de menos a más, mientras sus compañeros de viaje han ido alternando protagonismo.
El Córdoba, que ahora lidera este miniranking, ha protagonizado una evolución notable. Fue el único de los cuatro en pisar el último puesto de la tabla —lo hizo tras la jornada 3—, pero a partir de ahí, el equipo dirigido por Iván Ania cimentó su remontada gracias a un fútbol atrevido y vertical, con la presión alta como sello distintivo y unos sólidos resultados como local en El Arcángel. Además, en la segunda vuelta ha mejorado su rendimiento como visitante, y desde la jornada 27, salvo el paréntesis de la jornada 33, ha sido el mejor de los recién ascendidos, acumulando once semanas en cabeza de este particular grupo.
El Málaga, por su parte, fue quien arrancó mejor el campeonato. Bajo la dirección de Sergio Pellicer, los andaluces se asentaron en la parte noble de la clasificación durante las primeras siete jornadas, gracias a un inicio sin derrotas. Más tarde, tras el ecuador del campeonato, recuperaron el liderato de este cuarteto durante otras tres jornadas, coincidiendo con un momento valle de Castellón, Córdoba y Dépor. Su solidez defensiva ha sido clave, con Alfonso Herrero como figura en la portería, mientras que en ataque han brillado por el desparpajo de una prometedora generación de canteranos como Larrubia, Antoñito Cordero o Kevin Medina.
Por último, el Castellón ostenta hasta ahora el récord de jornadas como mejor posicionado entre los recién ascendidos: trece semanas. Los orelluts regresaron al fútbol profesional con el planteamiento más atrevido de toda la categoría. Bajo el mando del técnico neerlandés Dick Schreuder, apostaron por un juego vistoso y protagonista, basado en una presión alta innegociable en defensa y en libertad y movilidad en ataque. Esta propuesta los convirtió en una de las sensaciones de la primera vuelta, pero un desplome de resultados pasada la mitad de la Liga terminó con la destitución de Schreuder y la promoción de su segundo, Johan Plat. El Castellón consiguió estabilizarse con un planteamiento algo más pragmático, aunque sin renunciar del todo a la esencia dejada por su anterior entrenador.
Así, entre altibajos, liderazgos compartidos y momentos de brillantez intermitente, los cuatro recién ascendidos se han repartido protagonismo a lo largo de la temporada. Ahora, en el último tramo del campeonato, el Deportivo se prepara para intentar alzarse con un modesto pero meritorio objetivo: volver a ser el mejor, al menos en la Liga particular que juegan los equipos que, como el cuadro coruñés, han tenido que adaptarse a la exigente Segunda División tras dejar atrás la Primera Federación.