La ausencia de un objetivo mayor que la permanencia en Segunda División y el horario han provocado que la asistencia de público a Riazor haya sufrido una clara tendencia a la baja en los últimos partidos. Los tres últimos encuentros disputados en el feudo coruñés se celebraron en domingo a las 21.00 horas y en dos de ellos se bajó de los 20.000 espectadores. 15.459 presenciaron el duelo del pasado fin de semana frente al Albacete, en el que la escuadra de Óscar Gilsanz certificó su continuidad en la categoría. Dicha cifra supuso la peor entrada desde el 20 de noviembre de 2022, cuando 13.970 hinchas siguieron, in situ, el empate con la Cultural Leonesa (2-2) en la duodécima jornada de la Primera RFEF.
A punto de finalizar la temporada del regreso al fútbol profesional, Riazor exhibe una media de 21.897 espectadores en los 19 encuentros de Segunda División que se han celebrado hasta ahora. La asistencia al campo blanquiazul estuvo por encima de la media en nueve jornadas, mientras que en otras diez la cifra se quedó por debajo. Entre esos duelos que no alcanzaron las 21.897 personas se encuentran los seis últimos enfrentamientos.
Las dos mejores entradas de la campaña 2024-25 se produjeron en los dos primeros choques que disputó el Deportivo ante la afición blanquiazul en su retorno al fútbol profesional. 25.824 personas siguieron la apertura de la temporada, frente al Oviedo. Una cita que se disputó en sábado a las 19.00 horas y que obtuvo la segunda mejor asistencia de la presente campaña.
El siguiente test que disputó la escuadra deportivista en terreno coruñés fue el derbi de las Rías Altas, el domingo 1 de septiembre a las 17.00 horas. El pulso con el Racing de Ferrol estableció el récord de público del presente curso en Riazor con 26.455 espectadores.
La tercera y cuarta mejor cifra se produjeron durante la visita de dos históricos de Primera y Segunda División, como son el Sporting y el Zaragoza. El cuadro asturiano jugó en el campo herculino el domingo 24 de noviembre a las 16.15 horas. Era la decimoséptima jornada y el bloque deportivista afrontó el choque instalado en la decimoctava posición, empatado a puntos con el descenso, que lo marcaba el Córdoba. Aliciente suficiente para que 25.713 personas se acercaran al estadio.
Dos semanas más tarde, el sábado 7 de diciembre, tuvo lugar el enfrentamiento con el Zaragoza, que estaba a un punto del playoff, mientras que los de Óscar Gilsanz apenas disponían de una ventaja de tres puntos sobre la zona de peligro. Un interesante duelo que presenciaron 24.370 aficionados.
De la cuarta mejor cifra de afluencia del curso se pasó a la que ha sido la más baja hasta el pasado domingo, durante la visita del Albacete. 17.000 personas presenciaron el enfrentamiento con el Castellón del 19 de diciembre, en el que los blanquiazules golearon (5-1). Se trataba de una cita importante para los blanquiazules en su pelea por la permanencia, ya que solo tenían un colchón de dos puntos sobre el decimonoveno clasificado, pero el hecho de que el partido se jugara un jueves a las 21.15 horas propició que hubiera una entrada tan pobre.
El choque con los orelluts fue el primero en el que Riazor bajó de los 20.000 espectadores. Los otros dos encuentros en los que no se alcanzó dicha cifra tuvieron lugar en 2025. 19.980 hinchas siguieron el pulso con el Cádiz del 6 de abril, mientras que el pasado fin de semana hubo 15.459 personas en el duelo con el Albacete. Ambas citas se celebraron en domingo a las 21.00 horas, lo que constata que se trata de un horario que no favorece la asistencia al fútbol, tanto para los niños, que al día siguiente tienen colegio, como para los aficionados que acuden desde fuera de A Coruña.
También se ha apreciado una bajada de público desde que el equipo se ha quedado un poco en tierra de nadie. Cuando recibió al Cádiz, aventajaba el descenso en nueve puntos y se encontraba también a nueve del playoff de ascenso. Menos en juego había en el duelo del pasado domingo, con la permanencia al alcance de sus manos (que terminó de certificar con el 5-1) y la promoción demasiado lejos.
La visita del Tenerife del pasado 20 de abril también se produjo en domingo a las 21.00 horas y congregó a 21.093 personas, lo que supuso la séptima peor entrada del curso.
Cinco de los seis últimos enfrentamientos que ha protagonizado el equipo de Óscar Gilsanz en Riazor se encuentran entre los siete con menor afluencia de público en la presente campaña. Se trata de las visitas de Huesca, Córdoba, Cádiz, Tenerife y Albacete. Solo el choque con el Cartagena superó los 21.000 aficionados. Aun así, fue el noveno peor registro del curso.
La pasada campaña, en Primera RFEF, solo seis de los 20 partidos que disputó el Dépor en casa —incluida la Final de Campeones frente al Castellón— bajaron de los 20.000 espectadores. Precisamente, la cita con los orelluts fue la que registró la entrada más pobre con 16.176 personas.
Durante el curso 2022-23, marcado por la irregularidad del equipo, que aun así se clasificó para el playoff de ascenso —donde cayó en semifinales con el Castellón—, hasta en quince encuentros no se alcanzaron los 20.000 aficionados y cuatro quedaron por debajo de los 15.459 que supone la peor entrada de la presente campaña: Balompédica linense (15.270) el 3 de septiembre de 2022, Talavera (12.360) el 28 de septiembre, Linares (15.422) el 16 de octubre y Cultural Leonesa (13.970), 20 de noviembre de 2022.
Los buenos números de asistencia de público en Riazor en la presente temporada contrastan con los de la anterior vez que el equipo compitió en Segunda División, durante la campaña 2019-20. El Dépor jugó sus seis últimos duelos en casa sin presencia de aficionados, debido al covid-19. En nueve de los quince restantes se bajó de las 15.250 personas. Todos ellos fueron con Juan Antonio Anquela y Luis César como técnicos, mientras que en los cinco con Fernando Vázquez, antes de la pandemia, se superaron los 20.000 espectadores.
El culmen del hastío se reflejó en el Dépor-Tenerife del 20 de diciembre de 2019, cuando solo hubo 8.457 hinchas en el estadio blanquiazul.