Los que no pudieron ser como Yeremay
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Los que no pudieron ser como Yeremay

Los que no pudieron ser como Yeremay
De izquierda a derecha: Iván Azón, Antonio Cordero y Roberto Fernández son algunos de los jóvenes futbolistas que sus clubes de origen no pudieron retener | Fotos: Como/Newcastle/SC Braga

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El Dépor y Yeremay reafirmaron el pasado lunes su compromiso de seguir ligados en el tiempo con una nueva actualización del contrato del jugador canario. El ‘10’ blanquiazul ya había firmado una ampliación en abril de 2024, que lo vinculaba hasta 2030, pero el acuerdo actual contempla la opción de prolongarlo tres cursos más. Su cláusula de rescisión, que ya era superior a los 30 millones de euros desde el mercado de invierno pasado, ha aumentado considerablemente, al igual que su salario.


El futbolista puso fin en enero a los rumores que apuntaban a su posible salida tras el fuerte interés de equipos como el Como, el Nápoles y otros clubes europeos. Firmó entonces una mejora contractual que ha vuelto a ser revisada y ampliada ahora. Así, ambas partes han realizado un esfuerzo importante para prolongar su vinculación y para que Yeremay continúe como futbolista franquicia del Deportivo en Segunda División, pese a las llamadas de clubes de la élite.

 

 

 


Este tipo de casos son escasos en el fútbol actual. La diferencia económica cada vez mayor entre ligas como la Premier League respecto a LaLiga española, junto al auge de mercados como Arabia Saudí o Catar, ha provocado un éxodo creciente de jóvenes talentos formados en clubes españoles. Aunque, como es normal, entre clubes nacionales también sucede este fenómeno y el pez grande se come al pequeño. Muchos de estos jugadores no pudieron o no quisieron hacer el esfuerzo de continuidad que Yeremay sí ha protagonizado en A Coruña.

 

Fugas desde Segunda

En Segunda División hay ejemplos recientes que ilustran la otra cara de la moneda. Uno de los más notorios ha sido el de Antoñito Cordero, de 18 años, en el Málaga. El club andaluz intentó renovarlo con una oferta inicial insuficiente para las expectativas del jugador y su entorno. Aunque la última propuesta mejoró sustancialmente, Cordero ya había tomado la decisión de cambiar de proyecto deportivo. Aterrizó en el Newcastle inglés con un contrato hasta 2030 y sin dejar ingreso alguno en las arcas malaguistas, ya que llegó libre.


Otro caso llamativo es el de Antonio Casas, delantero cordobés de 25 años, que ha decidido no aceptar la oferta de renovación del Córdoba a pesar de ser pieza clave en los esquemas de Iván Ania. Casas valora firmemente una oferta de China, concretamente del Zhejiang de la Superliga, que multiplica hasta por cinco su salario del Córdoba. La propuesta incluye un contrato por temporada y media y supone una oportunidad económica imposible de igualar para su club de origen.


El Málaga perdió también a Kevin Medina, de 24 años. El canterano no prolongó su contrato, que expiraba en junio, tras no alcanzar un acuerdo en las negociaciones con el club. Medina había expresado su voluntad de quedarse, pero las diferencias contractuales fueron insalvables. Actualmente se encuentra sin equipo.

 

 

 


Iván Azón, de 22 años, abandonó el Zaragoza en el  pasado mercado de invierno rumbo al Como italiano, el club que más ha insistido en la incorporación de Yeremay, en una operación cifrada en dos millones de euros. Azón, campeón de España juvenil con el Zaragoza y considerado uno de los proyectos de delantero más interesantes del fútbol aragonés, estaba haciendo una gran primera mitad de temporada con el conjunto maño.

 

Auge del mercado saudí

El Tenerife también sufrirá este verano una fuga de talento con Aarón Martín, centrocampista de 18 años, que fue traspasado al Al Qadsiah saudí por alrededor de 1,4 millones de euros. Como parte del acuerdo, Aarón permaneció cedido en la isla hasta este mes de junio. La operación forma parte de la estrategia de captación de jóvenes promesas españolas por parte del club donde milita el exmadridista Nacho Fernández, que también se hizo con Iker Almena (Girona) por 5 millones, Miguel Carvalho (Espanyol) por 500.000 euros y Alejandro Vergaz (Betis) por 250.000 euros.


Por otro lado, el Levante traspasó el pasado mes de enero a Andrés García, lateral derecho de 22 años, al Aston Villa por 7 millones de euros. A diferencia de otros casos, el club granota sí obtuvo una cantidad importante por un jugador que había destacado en su primera plantilla, aunque se queda lejos de las cifras ofrecidas por Yeremay.

 

 

 


Antes de la venta de Iván Azón, el Zaragoza perdió a Alejandro Francés, también de 22 años. El lateral cambió de aires en julio de 2024 para fichar por el Girona. El traspaso se cerró por 3 millones de euros fijos más variables y el club aragonés conservó un 20% de los derechos del defensa. Francés logró cumplir su sueño de jugar en Primera, aunque tuvo que dejar al club con el que, junto a Azón, se proclamó campeón de España juvenil.


No le sucedió a un equipo de Segunda, pero el Barcelona también perdió una pieza valiosa de su filial. Unai Hernández, de 20 años, se marchó en el mercado de invierno al Al Ittihad de Arabia Saudí por unos 4,5 millones de euros. El filial azulgrana perdió así a su máximo goleador en Primera Federación en una operación dirigida por el director deportivo Ramón Planes, que conocía bien al jugador de su etapa en el Barça.

 

También en Primera

Entre los clubes de Primera División o recién ascendidos también se han dado casos de fugas sonadas. Juma Bah, central de Sierra Leona de 19 años, abandonó el Valladolid rumbo al Manchester City, que pagó su cláusula de 6 millones de euros. Su salida generó un conflicto público entre el club español y el entorno del jugador por supuestas irregularidades en la gestión contractual.


El Málaga perdió también a Roberto Fernández, de 22 años, quien fichó por el Sporting de Braga en julio de 2024 tras haber sido héroe del ascenso a Segunda División. El traspaso se cerró en dos millones de euros y el jugador fue cedido posteriormente al Espanyol en Primera División.

 

Samu omorodion aghehowa
Samu omorodion aghehowa


El Granada tampoco pudo retener a Bryan Zaragoza, de 23 años, ante la oferta irrechazable del Bayern de Múnich. El traspaso ascendió a 12 millones de euros fijos más 4 en variables. Los bávaros pagaron además otros 4,5 millones en enero de 2024 para adelantar su llegada a Alemania.


Otro talento del Granada, Samu Aghehowa, de 21 años, se marchó en 2023 al Atlético de Madrid, que pagó su cláusula de 6 millones de euros tras su irrupción con gol incluido en el Metropolitano. Posteriormente fue cedido al Alavés y ahora milita en el Oporto.


El Racing de Santander tampoco pudo retener a Peque, de 22 años, máximo goleador del equipo en la temporada 2023-24 en Segunda. El Sevilla pagó su cláusula de rescisión, fijada en 4 millones de euros (8 si el Racing hubiera ascendido), tras una gran campaña con 18 goles y 3 asistencias.


El Betis traspasó en enero de 2025 a Assane Diao, de 19 años, al insistente Como por unos 12 millones de euros a cambio del 80% de sus derechos. Diao, uno de los atacantes más prometedores de la cantera verdiblanca, había disputado 19 partidos con el primer equipo en la primera mitad de la 2024-25.

 


Hay operaciones en curso que podrían seguir este patrón. Joan García, portero del Espanyol y uno de los mejores guardametas de Primera, apunta al Barcelona por el pago de su cláusula de 25 millones de euros. También Fer López, atacante de 21 años del Celta, está cerca de firmar con el Wolverhampton inglés por una cantidad similar a su cláusula de 20 millones. Además, el Celta ya perdió recientemente a Gabri Veiga, que se marchó al Al Ahly de Arabia Saudí en 2023 por un importe cercano a los 40 millones de euros.


Todos estos casos confirman que el fútbol español sufre cada vez más la presión de los grandes mercados internacionales, que no dudan en llevarse jóvenes talentos, a veces a cambio de cifras modestas y otras mediante pagos más significativos.


En este contexto destaca el caso de Yeremay y el Deportivo. No sólo porque el club coruñés ha conseguido retener a una de sus mayores promesas, sino porque ambas partes han hecho un esfuerzo económico para prolongar esta relación. El club no ingresa una cantidad que habría podido superar los 30 millones de euros, mientras que el jugador renuncia a mejorar su salario todavía más de lo que ha firmado en el Dépor. Este compromiso mutuo es, hoy por hoy, una excepción en un mercado cada vez más voraz con las jóvenes promesas. Por eso poco a poco se amplía la lista de futbolistas que no pudieron ser como Yeremay.

Los que no pudieron ser como Yeremay

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