Uno triunfa ahora en la élite absoluta como conductor del Barcelona y de la selección. El otro, rechaza ofertas millonarias para devolver al equipo de su vida a Primera División. Pedri González y Yeremay Hernández, por diferentes razones, tienen sobre sí mismos los focos del fútbol mundial.
A ambos les separa a día de hoy no solo una categoría, sino también el lustre que el futbolista del Dépor no puede obtener en comparación con la repercusión que implica llevar el escudo del Barça en el pecho. Pero hubo un momento en el que ambos pudieron jugar juntos. Y no con la camiseta de su Canarias natal o de la selección española, sino con la del Deportivo.
Corría el año 2018. Yeremay Hernández, más conocido como 'Peke' por aquel entonces, llevaba tan solo unos meses siendo jugador del Dépor. El canario había llegado en verano del 2017, captado por el equipo encabezado por Albert Gil, José Luis Devesa y Carlos Ballesta, para iniciar su etapa como cadete de segundo año, después de haber sido descartado por el Real Madrid.
Su evidente talento no pasó desapercibido para el conjunto coruñés y, obviamente, tampoco para los responsables de la Federación Galega de Fútbol, que lo incluyeron en la lista de la selección gallega sub 16 que debía jugar la Primera Fase del Campeonato de España entre comunidades autónomas. El conjunto 'irmandiño' había sido emparejado en esa ronda junto a Cantabria y Canarias, que fue sede de una liguilla a tres que permitió a 'Peke', sumido en la dinámica de la residencia del Dépor, regresar a las islas por unos días.
El primer encuentro de la categoría cadete enfrentaba a Galicia contra la anfitriona en las instalaciones de la Unión Deportiva Las Palmas, un lugar que Yeremay Hernández conocía bien y que pronto iba a ser el hogar de un futbolista que jugaba de amarillo en el que equipo contrario. Aquel chico flacucho y de piernas alargadas que llevaba el '8' a la espalda y jugaba como extremo izquierdo llamó la atención de muchos ojeadores que ven esos torneos entre los mejores de cada comunidad como un contexto propicio para captar talento. Y el Dépor no fue menos. ¿Su nombre? Pedro González.
Pedro, que acabaría evolucionando nominalmente en Pedri, jugaba por aquel entonces en el Juventud Laguna de la isla de Tenerife. Todavía sin haber entrado en la red de alguno de los dos grandes de Canarias, el Deportivo entendió que era uno de esos futbolistas accesibles y que no se podían escapar. Claro, le hizo una propuesta para que se cogiese un avión y aterrizase en Galicia para vestir de blanquiazul y compartir equipo con otro talento canario de su misma edad que había decidido dar el paso unos meses antes.
Sin embargo, Pedri y su familia rechazaron la propuesta. En el horizonte estaba el Real Madrid, con quien probó apenas unas semanas después. Sin embargo, su incorporación a La Fábrica no se concretó y a las puertas del verano, se incorporó a la Unión Deportiva Las Palmas para formar parte de su equipo juvenil. El resto es historia. Después de su primer año en el club, Pepe Mel le reclutó para el primer equipo cuando iba a iniciar su segundo año de juveniles.
En agosto de 2019, tan solo un año y medio después de cruzarse en aquel partido entre selecciones autonómicas, Pedri estaba debutando en Segunda División. Un mes más tarde, el Barcelona acordó su traspaso con la Unión Deportiva para que el joven se incorporase en el año 2020, todavía siendo juvenil de tercer año.
Mientras, Yeremay Hernández peleaba por hacerse hueco en el Deportivo. Más menudo que aquel Pedro González, pero con un talento que igualmente saltaba a la vista, ambos recorrieron caminos opuestos en el campo. Mientras el actual futbolista del Barça iba centrando su posición hasta convertirse en mediapunta y ahora mediocentro, 'Yere' jugaba cada vez más alejado del puesto de '10' para ser el extremo izquierdo a pie cambiado que en algún momento apuntó a ser Pedri.
Tras empezar a jugar en el Fabril siendo juvenil de último año, debutar con el primer equipo del Deportivo de manera oficial en el 2021 y tener que picar piedra y madurar, acabó derribando la puerta. Ahora, Yeremay Hernández es referencia absoluta en un club de Segunda, pero que todavía es capaz de generar eco en el ámbito internacional.
En aquel 2018, el Deportivo no fue capaz de juntar a los dos grandes talentos canarios nacidos en este siglo -con permiso de Alberto Moleiro-, pero tampoco sería descartable que en un futuro ambos pudiesen encontrarse de nuevo en el campo... vistiendo los colores opuestos o los mismos.