El Dépor regresa a un Riazor hambriento
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El Dépor regresa a un Riazor hambriento

El Deportivo quiere brindar una victoria a la afición en su debut en casa ante el Burgos El curso pasado fue el peor cuarto local Hidalgo pide apoyo a la grada
El Dépor regresa a un Riazor hambriento
Eddahchouri celebra su gol ante el Granada en la primera jornada liguera. Foto: Fernando Fernández

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La espera ha terminado y de nuevo regresa el fútbol esta tarde a Riazor en partido oficial. El Deportivo, con una plantilla muy diferente a la del curso pasado, recibe la visita de un Burgos que llega con la moral alta tras el 1-5 con el que inauguró la competición ante la Cultural Leonesa.


Un encuentro para empezar a premiar a la afición blanquiazul con tres puntos, una cifra que se escapó en demasiadas ocasiones de Riazor la campaña anterior. La temporada pasada el Deportivo terminó siendo el cuarto peor local de Segunda, una losa demasiado pesada para poder soñar con el playoff. Pero, con nuevos actores sobre el verde y en el banquillo, Antonio Hidalgo, el cuadro herculino quiere mostrar una cara muy distinta a la exhibida ante su sufrida parroquia.

 

Onces depor burgos
 

 

 


Una hinchada a la que Hidalgo, en consonancia con las palabras de Zakaria Eddahchouri, le pidió que forme un perfecto tándem con el Dépor desde el minuto uno. “Lo que quiero transmitir a la gente es que nos tenemos que agarrar a ellos (...) Tengo muchas ganas de ver el estadio lleno y sentir ese aliento de cerca. Será mi primer partido y tengo mucha ilusión por lo que me transmite la gente por la calle”, expuso en la previa del encuentro.

 

 

 

 


Un partido que sin duda está cargado de alicientes para unos seguidores que, como pulsa el técnico, se han reenganchado a la ilusión de un Deportivo peleando por cotas más altas. Así lo ha verbalizado el míster: el objetivo es estar entre los seis primeros, tocar playoff y de ahí ver si se puede estar más arriba. Gran parte del éxito pasa por hacerse fuertes en Riazor. Un estadio que desea ayudar en ese camino y vitorear a sus jugadores. 

 

Entre ellos, Yeremay. Uno de los ídolos del deportivismo y también uno de los capitanes herculinos. Al futbolista da la sensación de que el ruido que se arremolina a su alrededor no parece desviarle ni un ápice de su foco. Centrado en seguir maravillando a propios y extraños con su fantasía y su fútbol de calle Riazor cuenta las horas para volver a ver en acción al astro canario.

 

 

 

 


Con la única baja de José Ángel Jurado, que sigue ranqueante de sus problemas musculares, el Dépor puede calcar el once de la jornada inicial, ante el Granada. Germán seguirá bajo palos, aunque Hidalgo se emplaza a tomar una decisión en lo referente al inquilino del arco. Loureiro aprieta fuerte en el lateral diestro, a donde quiere volver un Ximo que disfrutó de los primeros minutos tras lesión en el duelo en el Nuevo Los Cármenes. Mientras, en la izquierda Escudero adelanta a Quagliata. En el centro de la zaga Barcia y Arnau se perfilan en un once en el que llama a la puerta Lucas Noubi.

 

 

 

 


En la medular seguirán Diego Villares y José Gragera. Patiño, estrenada su ficha del primer equipo, espera su turno tras ser una de las sensaciones de la pretemporada. Por delante, como enganche, un Mario Soriano indispensable como hilo conductor con el último tercio del ataque. Con Yeremay por la izquierda, pero con total libertad para moverse por donde quiera y Luismi como competencia de un David Mella que sigue dando pasos en su puesta a punto, tras un percance muscular.

 

 

 

 


Arriba Eddahchouri, que sigue reivindicándose con goles y esperando en la banqueta un Bouldini al que Hidalgo echaba un capote esta semana en sala de prensa.  Enfrente un Burgos pletórico tras su aplastante inicio, que ya sabe lo que es ganar en el campo blanquiazul, donde se impuso el año pasado. Un Riazor hambriento de celebrar victorias del Deportivo. 

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