La economía del Deportivo se encuentra saneada y el club plenamente inmerso en una fase de transformación y crecimiento hacia el anhelado ascenso a Primera División.

Hasta la fecha cuatro han sido los refuerzos para la nueva andadura 2025-26: Jairo Noriega —cedido al Racing—, Lucas Noubi, Arnau Comas y Luismi Cruz. Un conglomerado de juventud y calidad que ansía poder cristalizar en el siempre exigente coliseo de Riazor.

Sin embargo todavía queda mucha tela que cortar en la dirección deportiva que encabeza Fernando Soriano. En el capítulo de incorporaciones sobresale la necesidad de amarrar a un ‘9’ goleador. Un hombre capaz de alcanzar dobles dígitos realizadores, cuya eficacia se vea transformada en puntos a final de campaña. 

El pundonor de Iván Barbero, la veteranía de Cristian Herrera o el músculo de Moha Bouldini no han sido argumentos de suficiente peso para sostener la definición del proyecto de la pasada temporada.
 

Hace falta dar un paso más, tal vez un artillero con experiencia contrastada en Primera División. Un atacante rápido, potente y con calidad en la finalización. Muy al estilo del colombiano Luis Suárez, que el pasado curso en el Almería se quedó con las ganas de guiar a su formación de vuelta hasta los laureles de Primera.
Hasta el momento el Dépor está siendo más hermético que nunca en cuanto a su lista de la compra de posibles delanteros centro pero en breve podría haber novedades respecto al que se presume su fichaje estrella del verano 2025-26.
 

Flanqueado por una de las mejores líneas de trescuartistas del campeonato —si no la mejor—, configurada por Yeremay, Mario Soriano y David Mella, un ‘killer’ de área teñiría de blanquiazul el shakespeariano sueño de una noche de verano.