“Un par de retoques”, decía Dava Torres después de terminar el primer partido en el Palau Blaugrana, que necesitaba el Liceo para plantar cara al Barça, igualar la final y que A Coruña sea la que dicte sentencia sobre el título entre el próximo viernes y domingo. Tras la derrota del sábado (6-3), los verdiblancos han tenido 48 horas para replantearse la estrategia. Ayer relajaron la musculatura, se recuperaron de los golpes (sobre todo Martí Serra y Fabrizio Ciocale) e hicieron un poco de activación. Hoy ya toca acción (20.30 horas). Sin descanso, mucho menos para Juan Copa y su staff técnico, que han tenido que darle una vuelta de tuerca más al plan. Este fue eficaz a medias. O no todo el tiempo. No hay duda de que el técnico coruñés tendrá abecedario de sobra para seguir tirando de alternativas. Este segundo duelo es clave. Casi en lectura bipolar. La victoria le da vida y abre un escenario completamente nuevo. La derrota le deja contra las cuerdas. Y el Liceo quiere seguir aferrándose a su gran historia en este playoff.
El Liceo no estuvo cómodo, principalmente porque no pudo correr. Pero el Barça tampoco y marcó la diferencia con el talento de Ignacio Alabart, que cogía la bola y que le pillara quien pudiera, y una gran eficacia de cara a portería, además del don del oportunismo para marcar en cada uno de los momentos clave: a un minuto para el descanso, dos veces en 14 segundos después de fallar una directa y cada vez que el Liceo marcaba y se venía arriba para intentar ponerse a solo un tanto de distancia. Es uno de los principales motivos para mantener vivas las esperanzas coruñesas. Porque prácticamente todo lo que podía salir mal, ya pasó. Incluso la sanción a Tato Ferruccio, que tendrá que ver este segundo partido desde la grada.
Será la única baja del conjunto liceísta, que dará entrada a su lugar a un Pablo Cancela que ya había viajado con el resto de la expedición pese a que en principio no iba a contar con minutos. En el bando azulgrana, Sergi Aragonés, que no pudo saltar a la pista en la segunda parte del partido del sábado por molestias físicas, sí que estará a las órdenes de David Cáceres, que por otra parte no contará con Matías Pascual. El argentino, ex del Liceo, recibió un homenaje antes del primer duelo y tiene pinta de que no volverá a vestir la camiseta azulgrana.
La bola parada, donde Martí Serra sigue siendo su principal sustento, por lo menos en faltas directas tras 14 de 14 paradas (aunque encajó un penalti de Pablo Álvarez), el orden defensivo y sobre todo, evitar los momentos de desconexión, vuelven a ser algunas de las premisas en las que tiene que centrarse el conjunto liceísta. También necesita un poco más de agresividad en ataque, culminar más jugadas, para intentar hacer más daño ofensivamente. El regreso goleador de Arnau Xaus fue una gran noticia.
En el Barça el mensaje es precavido. “Hubo momentos del sábado que debemos mejorar para el lunes”, reconoce su entrenador David Cáceres, que advierte que contra el Liceo los encuentros “duran 50 minutos” y que perder implicaría viajar a A Coruña para jugar en una pabellón en el que, si ya es complicado de por sí ganar, estará a reventar y eso lo hará todavía mucho más difícil. “El primer partido de un playoff es el más complicado, sobre todo cuando es en casa, porque te estás jugando mantener el factor pista, pero creo que en líneas generales hicimos un partido bueno. Sí que hubo momentos que debemos mejorar para el segundo. Tenemos que seguir en esta línea si queremos ganarlo también”, analizó el técnico en declaraciones facilitadas por el club en sus redes sociales.
“Es clave”, apuntó sobre el encuentro de esta noche. “El Liceo en su casa es muy difícil de ganar. Si tienen la opción de ganar aquí, allí el pabellón estará a reventar y nos costará muchísimo. Por eso es clave el partido y es la mentalidad que tenemos que tener. Que en casa no perdemos. Este año no hemos perdido ningún partido en casa y es una pista que a la gente le cuesta mucho”, instó. “Les he dicho a los jugadores que los partidos con el Liceo duran 50 minutos y no te puedes despistar ni en un momento. Ya se vio el otro día que al final hubo momentos que aflojamos un poco y ellos nos pudieron hacer mucho mal”, indicó. El técnico azulgrana no se fía. Y eso ya es una pista para el Liceo.
“Será un partido de alta intensidad como fue el primero, tendremos que estar acertados y repetir todas las cosas que hicimos bien en el primero e intentar contrarrestar también sus armas”, valoró por su parte el portero Sergi Fernández, que si sigue la rotación bajo palos, hoy le tocará el turno en detrimento de Carles Grau, que rindió a buen nivel hace dos días. “Creo que el equipo hizo un partido muy serio, en defensa muy juntos y no dejamos correr al Liceo, que es una de sus armas. Además estamos acertados de cara a portería y tenemos que continuar en esta línea”, añadió. Duelo de trincheras. Duelo de intendencias.