Jacobo Copa (A Coruña, 2006) tenía doce años cuando Dava Torres (A Coruña, 1994) luchaba en la pista por el título de la OK Liga contra el Barça en Riazor, el de aquel famoso gol fantasma de Sergi Miras en el último segundo. El capitán del Liceo y el benjamín de la plantilla se conocen desde hace años, pero es la primera temporada que comparten vestuario. Jaco agradece los consejos del veterano y Dava se contagia de las ganas de comerse el mundo del recién llegado. Ambos se conjuran para levantar la novena OK Liga en la historia del club en las finales que empiezan mañana contra el Barça en el Palau Blaugrana (13.00 horas).
Una final más contra el Barça. Y van 24 en la historia del Liceo. ¿Qué significa para un liceísta y coruñés jugar una final contra el eterno rival?
Dava Torres: Desde que empieza la temporada nuestro objetivo es jugar finales y hay muchas posibilidades de que estas finales a nivel nacional sean contra el Barça. Es el rival a batir, por presupuesto y por plantilla. Es el rival contra el que siempre queremos jugar. Sabíamos que era muy posible que nos tocase, aunque ya hemos visto que en la Copa del Rey no hemos estado ninguno de los dos.
Jacobo Copa: Es mi primera final en la OK Liga, la primera con el Liceo y la primera contra el Barça porque en categorías inferiores nunca había jugado finales contra ellos. Estoy muy ilusionado y con muchas ganas. Creo que no hay un rival mejor para encontrarnos ahora. Estamos en un momento muy bueno y tenemos ganas ya de jugar contra el Barça. Creo que podemos meterles mano y que podemos ganar.
¿Cuáles son vuestros primeros recuerdos de un Liceo-Barça?
Dava: Históricamente mis primeros recuerdos de un Liceo-Barça en Riazor me llevan a las gradas llenas, un ambiente muy chulo y los dos equipos saliendo por el túnel a la pista (entonces salían por ahí detrás –y señala la parte posterior del Palacio–). Me acuerdo de los hermanos Páez, Negro y David, de Benito... Eran los enemigos del Liceo y jugadores de primer nivel. En aquella época el Barça era arrollador y a la vez se encontraban en A Coruña a ese equipo que se atrevía a plantarles cara. Eran partidos duros, donde había mucho contacto, con las normas antiguas, además, y con mucha garra, como creo que se han ido sucediendo los Clásicos con el paso de los años. Son los inicios de los que ahora creemos que es ese ADN del Liceo.
Jaco: El primero es uno que vi en Youtube, un 6-0 en el año 89, creo.
Dava: Pero uno que hubieras nacido (risas).
Jaco: Tengo el recuerdo de un 2-2 que debía ser un 3-2 con aquel gol de Miras [los árbitros anularon el tanto en el último segundo que habría valido la victoria y el liderato liceísta en la OK Liga 2017-18]. Yo estaba allí arriba [señala la grada] y bajamos corriendo hasta la primera fila. El gol ni lo vi porque se me tiraron mis amigos encima.
Dava: Yo estaba jugando y se montó una buena tangana.
¿Es una semana diferente por el bajage y la rivalidad histórica y por lo que hay en juego?
Dava: Ninguna semana es igual, aunque hay partes que sí son comunes, pero la preparación de cara al partido que nos vamos a encontrar es diferente. Ahora nos vamos a la sesión de vídeo para analizar al rival y el trabajo en la pista irá en base a lo que analizamos en el vídeo.
A nivel motivacional es un partido especial. ¿Cómo se gestiona?
Jaco: Tengo unas mariposillas aquí [se señala el estómago] como cada vez que juego una final, pero esta vez un poco más porque es la final de la OK Liga y contra el Barça. Pero creo que es bueno. Si no sintiese las mariposillas me preocuparía porque significaría que me da igual. Tengo ganas ya de coger el avión y jugar el sábado.
Dava: Con el paso de los años he ido ganando experiencia al haber jugado más partidos como estos. Recuerdo aquel que decía Jaco, ese 2-2. Yo debía tener 23 años y de la manera que me veo en los vídeos es diferente a la que afronto ahora los partidos. Es algo que los veteranos debemos intentar transmitir a los más jóvenes. La motivación es importante, como dice Jaco, pero la sobremotivación puede llevarnos a cometer errores. Y creo que es una de las cosas que mejor hace Juan [Copa, el entrenador]: sabe mantener altos los niveles de exigencia y motivación, pero sin que se vayan muy arriba ni muy abajo.
Juan Copa suma cuatro títulos en nueve finales, tres contra el Barça. ¿Qué tiene de especial?
Dava: Es un entrenador muy bueno para competir contra el Barça. Desde el verano ya se imagina los posibles escenarios y entre esos escenarios están las finales contra el Barça. Dentro de toda la preparación, siempre hay un ojo puesto en esa posible final. Es algo que venimos trabajando durante la temporada para estar preparados cuando llegue el momento. Tenemos muy claro cuál es nuestro estilo de juego y que nuestra manera de defender y atacar tienen que ir hacia el Barça. Además, Juan nos transmite ese espíritu competitivo que representa muy bien el ADN del Liceo y creo que se ve en cada partido.
¿Cómo lleva la relación jugador-entrenador, olvidando el pequeño detalle de que es su padre?
Jaco: Lo llevamos con normalidad, aunque a veces me cuesta verlo como entrenador y lo veo más como padre, pero es normal porque tampoco llevo mucho tiempo en el equipo. Cuando tiene que echarme una bronca me la echa como a uno más, y lo hace para ayudar, como cuando me corrigen Dava o César. Están encima de mí porque puedo dar más.
¿Se ha acentuado su rol de transmisor del ADN con una plantilla más joven?
Dava: La capitanía me llegó muy joven, en un año de cambios que nos quedamos en la plantilla solo Martín [Rodríguez] y yo. Y ahí ya empezó esta aventura de intentar ir transmitiendo el ADN y la historia del Liceo. Los años van pasando, uno ya tiene más experiencias y ahora es más fácil comentar ciertas cosas que puedo intuir con ejemplos del pasado. Es algo que me sale natural y dentro del vestuario y la pista también tengo un perfil que me gusta mucho, de ayudar y corregir. Jaco me aguanta bastante (risas), pero lo hago porque creo que que tiene mucho potencial. Siempre les digo a los jóvenes que prefiero que me llamen pesado o que me paren.
¿Qué ha aprendido Jacobo de Dava en esta primera temporada juntos?
Jaco: He aprendido cómo compite en cada entrenamiento y obviamente en los partidos y la manera que tiene de superarse, de nunca conformarse, siempre quiere más. Si falla una directa o un penalti, va a por la siguiente. Intenta recuperar cada bola que pierde. Es un ejemplo de cómo competir al máximo y hasta el final. Y eso mismo lo demostró en Reus, que tanto él como César no dan una bola por perdida y al final conseguimos remontar. Son los dos mejores capitanes que puede tener este Liceo.
¿Y Dava que aprende de los más jóvenes?
Dava: Siempre hay algo que aprender. Jaco y Bruno tienen un hambre y unas ganas de triunfar en el Liceo que se contagia, están dispuestos a comerse el mundo. Nil también. Y a la vez tienen muchas ganas de aprender y escuchar. De algún modo, todo lo que les doy me lo devuelven. Es muy satisfactorio decirle algo a los chavales y que salga bien. Y en el caso de Jaco, ya que estamos aquí el uno con el otro, creo que su actitud para con los compañeros está siendo increíble. Y lo he puesto de ejemplo y recalcado delante de los demás. Todos deberíamos ser un poco como Jaco. Solo hay que verle como anima cada jugada en defensa cuando está en el banquillo. No es fácil estar tan motivado cuando no estás en la pista y cada vez que hacemos una buena jugada escuchamos a Jaco, viviéndolo al máximo.
Eliminado en la liguilla de la Champions y en cuartos de final de la Copa del Rey. ¿Es el mejor momento para medirse al Barça?
Dava: Dicen que es el peor Barça, pero es relativo porque han batido un récord histórico este año [inició la OK Liga con 17 victorias consecutivas]. No me parece justo para ningún rival y ningún equipo hablar de que no está en su mejor momento cuando llega a una final con un 3-0 y un 2-0 en sus rondas. Tenemos mucho respeto por el Barça, que no sé cuántos campeones del mundo tiene en la plantilla, y creo que ellos también tienen el mismo respeto por nosotros. Es la única manera de poder ganar a tu rival, respetándolo al máximo.
Hablando de respeto. ¿Es una falta de respeto el cambio de fechas y de horarios?
Dava: No lo consideramos una falta de respeto, pero sí creemos que es una falta de seriedad. No creo que sea algo contra nosotros, sino hacia el mundo del hockey. Llegar a una final y que nuestros aficionados no sepan cuándo va a ser el partido y que no puedan viajar porque el segundo partido es un lunes no me parece serio. A la vez tenemos que acatar lo que dice la Federación. Vamos a muerte con esos horarios.
“Se respira algo parecido al 2022: hambre y confianza” |
Dava Torres encuentra ciertas similitudes con las finales de 2022, cuando el Liceo levantó su octava OK Liga ante el Reus, la primera de las tres eliminatorias por el título que el equipo coruñés juega en cuatro años.
¿Nota algo parecido a las finales de 2022 en las que ganaron el título contra el Reus?
Es el inicio de un ciclo ganador, pero ya acariciaron la Final Four de la Champions, la final de la Copa del Rey y están en las finales de la OK Liga. |