El Deportivo y Omenuke Mfulu han puesto fin a su vinculación apenas un año después de su llegada. El club oficializó la salida del mediocentro congoleño, que rescinde su contrato, que vencía en 2026, tras una temporada con más sombras que luces. El paso de Mfulu por Riazor puede resumirse como una oportunidad que no llegó a cuajar, una incorporación que generó ciertas expectativas, pero cuyo rendimiento nunca terminó de justificar la apuesta que se hizo por él.
Cuando el Dépor cerró su fichaje en agosto de 2024, lo hizo con la idea de reforzar con experiencia y físico una posición clave, la del mediocentro defensivo. Procedente de la UD Las Palmas, equipo con el que tuvo un gran protagonismo durante dos temporadas en Segunda División y con el que perdió esa continuidad en la máxima categoría, Mfulu llegaba a A Coruña con galones para competir por un puesto en el once. Su perfil encajaba con lo que buscaba el club, un ‘6’ puro, capaz de dar equilibrio, robar balones y proteger a la defensa. Se le veía como competencia real para disputarle el puesto a José Ángel.
Nada de eso ocurrió. El pivote andaluz, lejos de ceder protagonismo, se impuso con autoridad en el centro del campo. El rendimiento de José Ángel desplazó de manera natural a un Mfulu que nunca terminó de asentarse. Su participación fue decreciendo con el paso de los meses y, pese a arrancar la campaña con cierta continuidad —jugó diez jornadas consecutivas tras su debut en la primera salida ante el Huesca—, acabó el curso con una presencia testimonial.
Lastrado por varios problemas físicos que cortaron su progresión, el mediocentro tuvo dificultades para recuperar el ritmo competitivo tras cada ausencia. Apenas dejó pinceladas de lo que se esperaba de él y su mejor momento coincidió con el ecuador del campeonato, cuando encadenó varias titularidades y ofreció una versión más cercana a la que se intuía a su llegada. Sin embargo, con el paso de las jornadas, perdió peso dentro del equipo. Su aportación fue de más a menos y terminó la temporada alejado del foco.
Apenas un año después de su incorporación, el Deportivo ha decidido dar por cerrada la etapa del centrocampista nacido en Poissy (Francia). Lo hace en una semana clave para aligerar una plantilla aún demasiado amplia y en la que Antonio Hidalgo ya había dejado clara su situación antes de la gira inglesa. “Hemos hablado con ellos. Lo más normal es que acaben saliendo, pero de momento forman parte de la plantilla. Les tratamos como uno más y están entrenando fenomenal”, dijo el técnico sobre él y Davo, que también abandonó el club.
La rescisión del contrato se entiende como una solución pactada para una relación que no terminó de funcionar. En total, Mfulu disputó 25 partidos oficiales con la camiseta blanquiazul, 14 como titular. Una cifra que refleja su presencia intermitente dentro de un proyecto que buscaba en él algo más de lo que pudo ofrecer.
Su salida confirma lo que desde dentro se asumía desde hace semanas: Mfulu no tenía sitio en el Dépor 2025-26. No ha jugado un solo minuto en los amistosos de pretemporada y ni siquiera fue convocado para la gira por Inglaterra. La llegada de José Gragera, cedido por el Espanyol, terminó de cerrar una puerta que ya parecía cerrada de antemano con la presencia de un puñado de centrocampistas como Villares, José Ángel, Rubén López, Patiño y Genreau, además del interés del Deportivo por Riki, pivote del Albacete.
Mfulu abre el camino de las rescisiones en la operación salida |
La rescisión de Mfulu refuerza la opción de las rescisiones como vía para aligerar la plantilla del Deportivo. El club coruñés ya ha recurrido a esta fórmula en otras ocasiones, como hizo recientemente con Davo, que posteriormente recaló en el Penafiel portugués junto a Iano Simao, Raúl Alcaina y Jaime Sánchez, otros tres jugadores que no tenían sitio en el Dépor.
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