Denis Genreau no termina de dar el salto en el Deportivo. El centrocampista australiano volvió a dejar destellos positivos en el partido ante el Racing de Santander, como ya había hecho en el anterior encuentro frente al Tenerife en Riazor. Incluso firmó el único gol blanquiazul en El Sardinero (2-1), pero su expulsión en el tiempo añadido le impedirá estar disponible para el próximo compromiso contra el Albacete. Una de cal y otra de arena.
Con el marcador adverso (2-0), Óscar Gilsanz recurrió a Genreau para mantener el control en el centro del campo y sumar presencia en las llegadas. Al Dépor se le agotaba el tiempo y necesitaba anotar al menos dos tantos para salvar un punto. “Con Denis teníamos capacidad de llegar y de romper la última línea, como se vio en el gol”, explicó Gilsanz tras el partido.
El australiano, suplente de inicio, apenas llevaba tres minutos sobre el césped tras sustituir a Mario Soriano cuando dejó su primera huella en el encuentro. Se desmarcó con inteligencia, ganó el duelo a Mario García y batió a Jokin Ezkieta con un disparo alto y potente. Una celebración de rabia para Genreau, que hasta entonces no había encontrado motivos para sonreír desde su llegada al Deportivo en el mercado de invierno.
Su balance hasta ahora discreto. Una sola titularidad y poco más de un centenar de minutos repartidos en siete partidos. Un bagaje escaso para un jugador llamado a aportar frescura y creatividad en la sala de máquinas.
Sin embargo, la euforia por su primer gol quedó empañada por su expulsión en los instantes finales. En una acción desafortunada, Pablo Martínez decidió sacar una falta en corto en campo propio. Genreau, sorprendido y algo despistado, no logró controlar el pase y Andrés Martín interceptó el balón con el camino despejado hacia la portería. El australiano no tuvo más opción que frenarle con un agarrón para evitar el 3-1 del Racing, lo que le costó la roja directa en el minuto 95.
“Sacamos rápido, nos precipitamos dos veces en el córner y también en esa falta. No le quedó más remedio a Denis que hacerla”, resumió Gilsanz, consciente de que la precipitación penalizó de forma individual a su futbolista.
La expulsión no tuvo impacto en el resultado del encuentro en El Sardinero, pero sí tendrá consecuencias en el futuro inmediato. Genreau, suspendido, se perderá el partido ante el Albacete, en el que podía haber disfrutado de una oportunidad de inicio, ya que José Ángel y Villares siguen acumulando una alta carga de minutos, mientras que Omenuke Mfulu tampoco podrá ser de la partida porque vio su quinta amarilla mientras calentaba en la banda.
Es un contratiempo notable para Genreau, que justo comenzaba a encadenar buenos minutos y a mostrar destellos de su calidad en un Dépor ya sin objetivos clasificatorios claros. Su gol y su movilidad habían abierto una rendija de esperanza para ganarse un hueco en las alineaciones, pero la sanción le corta esa progresión.
El ‘canguro’ sigue sin poder dar el salto definitivo en el Dépor. Sus últimos gestos sobre el césped invitan al optimismo, pero su realidad inmediata vuelve a llenarse de obstáculos.
