“Estoy decidido a ayudar al Deportivo a conseguir buenos resultados y ganar títulos”. Así de contundente se mostraba Mohamed Bouldini el pasado mes de enero en el medio marroquí Le Site Info.
Los deseos del delantero no se han cumplido en su primera temporada como blanquiazul, en el que su protagonismo no ha sido el esperado. Con apenas 562 minutos disputados este curso, Bouldini ha visto incluso como le adelantaba en la carrera por un puesto en punta de ataque Zakaria Eddahchouri. El ariete neerlandés, fichaje del mercado de invierno, ya suma 889 minutos y tres goles.
Solo uno contabiliza en su cuenta particular el delantero oriundo de Casablanca. Marcó en Riazor en las tablas ante el Eldense (1-1), el 19 de octubre, en la ya lejana décima jornada liguera y con Imanol Idiakez aún en el banquillo.
Su última participación con el Dépor fueron siete minutos en la derrota contra el Racing de Santander (2-1) el pasado 27 de abril, con el equipo buscando el empate en el Sardinero.
Antes de ese encuentro había acumulado seis jornadas sin contar para Óscar Gilsanz (en los empates ante Castellón, Cartagena, Mirandés y Tenerife) y sendas victorias contra Racing de Ferrol y Cádiz. Una presencia testimonial en este tramo final del curso para un futbolista que el Dépor había adquirido en propiedad a finales de agosto de 2024.
Llegó procedente del Levante y firmó hasta 2028 con el objetivo de ser competencia y complemento a Iván Barbero. Su poderío por alto y envergadura presentaban a un futbolista con características diferentes al almeriense, más especializado en fijar a los centrales.
Con Bouldini el Dépor quería una mayor amenaza a balón parado y a tener una referencia ofensiva en los centros laterales. Barbero comenzó siendo el elegido por Idiakez en punta y no fue hasta la jornada tres, en la victoria contra el Racing de Ferrol, el 1 de septiembre, cuanto Bouldini tendría sus primeros minutos, saliendo desde el banquillo.
En los 18 encuentros que lleva vistiéndose la zamarra herculina solo ha sido titular en cinco duelos: las derrotas ante Córdoba (2-0) y Burgos (0-2) y los empates cosechados contra Eldense (1-1), Málaga y Tenerife (0-0). Precisamente fue contra el cuadro tinerfeño, el pasado 29 de enero, cuando dispuso de su mayor carga de minutos en lo que llevamos de año. Disputó casi una hora, siendo uno de los cambios, en el Heliodoro Rodríguez López.
Después de ese encuentro su presencia en el equipo fue a menos (28 minutos en cuatro partidos), coincidiendo con la irrupción de Eddahchouri. Este debutó contra el Eibar y se bautizó con un gol en Riazor en la siguiente jornada, en el triunfo contra el Almería (3-1). El delantero holandés, no solo aventajó a Bouldini, también le quitó el puesto a Barbero. Ocho jornadas seguidas saltó de inicio, aunque solo logró marcar en las tablas con el Córdoba (1-1).
Barbero esperaba su oportunidad en el banquillo, mientras Bouldini se pasaba partidos incluso sin calentar en la banda. Justamente el almeriense volvió al once en la jornada 35, ante el Mirandés. Curiosamente, se han ido intercalando en los últimos encuentros. Barbero fue de la partida en Anduva (2-2), contra el Tenerife en Riazor jugó Zaka (0-0), volvió a entrar en el once el de Roquetas de Mar en la derrota a domicilio con el Racing de Santander (2-1) y en el último choque, la ‘manita’ contra el Albacete, Eddahchouri fue el elegido. En ese último encuentro rubricó un doblete, su primero con los deportivistas. Un partido prolífico en goles para los nueves blanquiazules, con Barbero también marcando, tras ser su sustituto.
El pasado fin de semana, además, los arietes herculinos lograron un hito. Hacía más de un año que los delanteros centro del Dépor no marcaban tres goles en un mismo partido. El último precedente había sido el 25 de febrero de 2024, cuando Iván Barbero firmó un hat-trick en Tajonar frente a Osasuna Promesas (0-4).
Esto evidencia el problema que tiene el Dépor con la proyección ofensiva de sus puntas. Entre los tres arietes deportivistas suman solo nueve goles. El actual pichichi, Yeremay Hernández, contabiliza 14, más que los tres delanteros juntos.
Los problemas para que tanto los atacantes como el equipo sean capaces de generar goles será una de las cuestiones a subsanar de cara a la próxima temporada. Con todavía cuatro duelos por delante hasta el final de la temporada y el equipo salvado, Bouldini busca salir del ostracismo y recuperar un sitio en ataque, en el que mandan ahora Zaka y Barbero.