Se estrenó en los banquillos en el Santutxu de División de Honor Juvenil, dirigió a la selección olímpica de la República Dominicana durante los Juegos de París 2024 y, en su primera experiencia como técnico de un equipo sénior, acaba de ascender a la Primera RFEF a un histórico como el Arenas Club de Getxo, campeón de Copa en 1919 y uno de los diez equipos que disputaron la edición inaugural de la Liga de Primera División. Se trata de Ibai Gómez, quien vistió la camiseta del Dépor en siete ocasiones entre septiembre y octubre de 2022.
Enhorabuena. Ha tocado el cielo a la primera.
Gracias. La experiencia que hemos tenido ha sido espectacular, la he disfrutado muchísimo cada día y creo que ha sido la clave de todo y ha salido bien.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Nos lo han puesto todo muy fácil desde el principio. Dentro de las dificultades y las posibilidades que tenía el club, han puesto a disposición del cuerpo técnico todo lo que han podido, los jugadores también han tenido una mentalidad espectacular. Han creído, han querido y han tenido una exigencia increíble. Lo más difícil fueron esas tres derrotas seguidas que sufrimos en el arranque de la segunda vuelta que hicieron que en el exterior se crearan unas pequeñas dudas, aunque a nosotros, dentro, no nos preocupaba porque las sensaciones estaban siendo las mismas. Fue más un bajón a nivel de resultados que de sensaciones del equipo y supimos gestionar que esas dudas del exterior no nos hicieran dudar de nuestro juego.
¿Cómo han vivido el ascenso?
Imagínate. Es un club histórico, pero es el hito de los últimos 70 u 80 años. En la primera reunión recuerdo que había un objetivo claro que era devolver la ilusión a la gente y que se sintiera identificada con el equipo desde una propuesta atractiva y salvar la categoría. Hemos sentido que la gente se ha volcado y a lo largo de la temporada nos hemos ido fijando objetivos concretos y los hemos cumplido todos.
Rechazó ofertas de filiales de Primera y le salió bien.
Es cierto que hubo interés de otros clubes y de filiales, que tienes que ponerlos encima de la mesa. Pero dentro de este periodo de aprendizaje y crecimiento, consideré que el Arenas era el mejor sitio para ello, un club histórico, donde por la categoría y con las dificultades económicas que puede tener el club, iba a ser una apuesta de autor, como decían algunos, para sentir un poco de presión, y eso también ayudaba a mi crecimiento. Aparte, tenía claro que era el lugar en el que tenía que estar.
He disfrutado muchísimo cada día y creo que ha sido la clave de todo
Apuesta por un fútbol vistoso.
Tenemos una propuesta clara. Para convencer al jugador tenemos que creer absolutamente en lo que hacemos. La forma en la que yo veo el fútbol o la que a mí me gusta para lograr resultados es ser un equipo alegre, que juegue en campo rival, capaz de gestionar bien la pelota, pero siempre con la idea de hacer daño al rival.
Nueve personas integran su cuerpo técnico, algo más propio del fútbol profesional que de la Segunda RFEF. Tienen nutricionista, preparador físico, coach mental...
He sido jugador hasta hace poco, sé en lo que se está convirtiendo el fútbol a nivel físico y mental y creo que para hacer lo que queremos, ser un equipo atrevido, que aprieta arriba, táctico, tienes que estar preparado a todos los niveles, por eso he traído a mi equipo porque yo solo no puedo hacer todo el trabajo que requiere.
Tengo una espinita clavada con el Dépor porque me dio una gran oportunidad y no fui capaz de sacar mi mejor versión
¿Qué entrenadores son sus referentes o le han marcado?
Por suerte he tenido buenísimos entrenadores y, como siempre ha sido mi pasión, he intentado quedarme con cosas que me podían ayudar. Lo que hacía Marcelino, Ernesto (Valverde), grandísimos técnicos, y luego otros que no he tenido pero que me aportan muchas cosas. Me gusta mucho el Bournemouth de Iraola, ver al PSG, Arteta, cosas que hace el Liverpool de Arne Slot... Intentas coger cosas para adaptarlas a tu forma de trabajar.
Está totalmente enfocado en el proyecto y dispuesto a seguir en Primera RFEF.
Sí. Yo tengo un año más de contrato. Hay clubes que están interesados en juntarse con nosotros. Obviamente vamos a escuchar a todos y, a partir de ahí, ya veremos qué sucede. También te digo que tengo muy claro que cosas como estas no suelen abundar y suelen ser efímeras, así que es momento de celebrar mucho, y, a partir de la semana que viene ya iremos dándole forma a la temporada que viene.
El Dépor certificó la permanencia en Segunda, pero hay quien exigía el playoff.
Siempre tiene que haber opiniones de todo tipo y, sobre todo, cuando hay tanta afición. Hay que estar preparado para ello. Yo tengo una espinita clavada con el Dépor porque me dio una gran oportunidad y no fui capaz de sacar mi mejor versión. Estuve poco tiempo, pero le cogí mucho cariño. Soy muy futbolero y allí se respira fútbol por todas las esquinas. El año pasado, ascenso. Este año, permanencia. Y creo que el año que viene sí que puede ser una temporada bonita para poder mirar más allá y que pueda volver al sitio donde por afición, club, infraestructura y por todo se merece.
Si el Dépor y Gilsanz van de la mano sería maravilloso
Algunos han criticado que el club y los jugadores celebraran la salvación al finalizar el partido contra el Albacete.
Hay que celebrarlo todo. Otra cosa es que al final valores si se podía haber conseguido algo mejor o qué objetivo te habías marcado, pero hay que celebrar cada victoria porque eso ayuda a todos.
El Dépor aún no ha renovado a Gilsanz, pese a los números.
Ya sabemos cómo va esto. Intuyo que estarán esperando a que termine la temporada para tomar decisiones, que no me parece mal. Habrá que valorarlo todo a nivel interno y, a partir de ahí, decidir. Cuando le subieron al primer equipo, me hizo mucha ilusión porque cuando estuve en el Dépor, Óscar estaba en el filial, haciendo grandes números y un gran trabajo. Valoro mucho que le vaya bien porque es un gran tipo. Hice cierta relación con él y le felicité cuando le subieron al primer equipo. Solo puedo desearle lo mejor a él y al Dépor y si van de la mano sería maravilloso.
Jugadores de la casa como Yeremay, Villares y Mella han liderado el proyecto en Segunda.
El sentido de pertenencia es un plus, tener gente joven también es clave y creo que el Dépor ha dado un paso muy grande este año, ha apostado por ellos y ya se ha visto el rendimiento que están dando. Cuando estuve allí, Yeremay ya llamaba la atención, siempre se lo decía a mis amigos, y este año está siendo absolutamente determinante. Me alegro mucho por él porque era un tipo que ya el año que estuve yo dio un paso mentalmente muy grande... Mella, Villares, Ximo... Hay mucha gente con la que he coincidido y me alegro mucho por ellos.
¿Hasta dónde puede llegar el extremo canario?
Creo que no tiene techo. Su techo es el que se ponga él, más que su mentalidad. Tiene la suerte de poder decidir él hasta dónde va a llegar, aunque luego hay que gestionarla bien. Tengo claro que va a llegar hasta donde él quiera.
¿Qué le gusta más del Dépor de Gilsanz?
De lo que he visto, el Dépor tiene jugadores con buen manejo de pelota, creo que es un equipo muy enérgico, que ha tenido cierta irregularidad durante los partidos e incluso de un partido a otro. Pero es cierto que estamos hablando de un equipo bastante joven y por eso igual, siendo positivos, que siempre hay que serlo, lo que hay que hacer es dar valor a lo que se ha conseguido esta temporada y enfocarse en dar continuidad al grupo de jugadores que hay de cara a la temporada que viene poderla mejorar.
Si en un futuro se cruzan nuestros caminos sería precioso porque ahora, desde otro punto, podría ayudar al Dépor
¿Con qué se queda de su breve etapa en A Coruña?
Con la gente, sobre todo. Se respira fútbol y para mí tiene un valor incalculable haber caído a Primera RFEF, haber tocado fondo, como quien dice, y ver 20.000 personas cada fin de semana en Riazor. Eso es de un valor incalculable, hay que buscar esa conexión y enganchar a la gente otra vez, porque es la clave, y creo que el Dépor tiene la capacidad para poder conseguirlo. A mí me dejó alucinado.
¿Se arrepintió de venir?
Para nada. Las cosas no se dieron como yo pensaba, no pude dar el nivel que requería la competición, intenté estar a la altura y cuando vi que no podía, di un paso al lado. Si en un futuro se cruzan nuestros caminos sería precioso porque estoy convencido de que ahora, desde otro punto, podría ayudar al club porque siento bastante el club.
Igual se sienta en el banquillo del Dépor o del Athletic.
Sí, todo cambia muy rápido, nunca sabes lo que va a suceder mañana y lo que tengo en mente es disfrutar de cada día y los pasos que vaya dando que sean con mucho respeto, con mucha humildad y con mucha pasión, que es la clave para crecer.