Dos vuelven a casa, Tombita y Toni Pérez; uno casi, Nuno Paiva; y otro se estrena, Blai Roca. El Liceo presentó a sus cuatro fichajes para la temporada 2025-26, para la que apunta candidatura a los títulos. El 11 de agosto echará a rodar la pretemporada, pero la ilusión se dispara desde ya con la llegada de cuatro jugadores que suben el nivel y que suplen las bajas de Martí Serra, Fabri Ciocale, Pablo Cancela y Tato Ferruccio.
"Venís a un club muy grande y es una responsabilidad enorme. Se habla mucho del ADN, que es difícil de explicar hasta que el animal de César Carballeira hizo lo que hizo en Reus. Pones esos quince segundos y se explica todo", les dijo Antón Boedo, director deportivo del Liceo, que fue presentando uno a uno a los cuatro elegidos.
Empezó por Tombita (Mendoza, 2004), "de la casa y un fenómeno como jugador y persona", que regresa tras un año de cesión en Lleida. "Cuando se lo comunicamos nos dijo: 'Me voy para romperla'. Y es lo que hizo", destacó Boedo.
"Estoy muy contento de estar en casa otra vez", señaló el argentino, que llegó a la ciudad cuando tenía solo 14 años. "Cada día estaba entrenando para seguir mejorando", reconoció y anunció que seguirá así, "dándolo todo para que sea una temporada buena". Deseó asimismo que el público les siga apoyando. "Va a ser una temporada muy bonita para todos", vaticinó.
Boedo continuó con Nuno Paiva (Póvoa de Varzim, 1994), al que definió como el "secreto mejor guardado del hockey mundial" porque, alejado de los grandes focos, con una trayectoria diferente, es una "talentazo" que frenó lo que tenía avanzado con otros clubes cuando recibió la llamada del Liceo. " Tito Torres llevaba tiempo diciendo que lo ficháramos y en la Copa del Rey nos dijo: ¿Qué más queréis?", desveló. "Nos va a subir mucho el nivel", terminó.
"Cuando el Liceo te llama te replanteas las cosas", admitió el portugués, que formado en su país, estaba en el filial del Porto cuando fichó por el Compañía de María, al que casi asciende a la OK Liga y tras el que fichó por el Montebello italiano y después llegó a la OK Liga de la mano del Lleida, en el que jugó las tres últimas temporadas. "Vengo con mucha ilusión, con muchas ganas de vestir esta camiseta y sumar para alcanzar los objetivos, que es ganar títulos", dijo.
Otro que vuelve a casa es Toni Pérez (Oviedo, 1990), aunque en su caso llevaba ya ocho años fuera, en el Sporting de Portugal. "Es el mejor del mundo en su posición", destacó Boedo, que también precisó que si bien todos conocen al asturiano por su faceta ofensiva, también "ha mejorado defensivamente". "Ya no es un coladero", bromeó y valoró su experiencia en los partidos donde están en juego los títulos. "Tiene muchas horas de vuelo en esos partidos en los que queremos estar", señaló.
"Yo me fui del Liceo, pero el Liceo no se fue de mí. Cada cosa que pasaba en el club la sabía o la intentaba saber", indicó el delantero, que en su anterior etapa de verdiblanco marcó 198 goles y que también pasó por el Cerceda, donde estuvo a las órdenes de Juan Copa. "Estoy muy feliz de volver a casa. Espero ayudar en todo lo posible, aportar esa experiencia que antes no tenía. Estoy deseando volver a pisar Riazor y empezar a jugar ya", comentó.
Para el último quedó Blai Roca (Arenys de Munt, 1997), "el más importante porque todo lo que hace esta gente", indicó Boedo mientras señalaba a sus compañeros, "si tú no paras, no vale de nada". "El hockey es un deporte de porteros. Estamos en tus manos", le dijo, además de alabar su carácter bajo palos y analizar que tanto el equipo como él darán un paso adelante juntos.
"Es un paso al frente en mi carrera", confirmó el propio portero, que estuvo en la cantera del Barça, pasó cuatro temporadas por el Voltregà y otras cuatro por el Noia, desde el que llega al Liceo, "un club grande, con ambición". "Vengo a ganar títulos, que ya estaba un poco harto de quedarme a las puertas", sentenció. "El club ha hecho una apuesta fuerte por este proyecto y yo vengo ganas, ilusión y mucha fuerza", concluyó.