A base muerto, base puesto. El Básquet Coruña se ha movido rápido para cubrir la salida, pactada, de Brandon Taylor a la Virtus Bolonia. Un compatriota suyo, Alonzo Verge Jr, reforzará la plantilla naranja en los tres partidos ligueros que restan. Y quién sabe si más allá.

Verge (Aurora, 17 de octubre de 1998) es un base alto, de 1,90 metros, que aterrizó en Europa después de pasar por dos universidades de la primera división de el NCAA, Arizona State (donde se formó James Harden) y Nebraska, en la que cerró, en 2022, su periplo estudiantil.

El Drabrowa Gornicza polaco le dio su primera oportunidad en el baloncesto profesional. Luego pasó por el Apollon Patras, de la primera griega, el Golden Eagle Ylli, de Kosovo, y esta temporada ha militado en el Balikesir de la segunda categoría turca, firmando unos números sensacionales: 28,6 puntos (51,7% en tiros de campo), 6,0 rebotes, 10,9 asistencias, 2,6 robos y 31,8 de valoración en 28 partidos. Verge lideró los rankings de anotación, pases de canasta, balones recuperados y valoración de la TBL. Y también el de pérdidas, con 4.6 por encuentro.

En la antepenúltima jornada anotó 37 puntos contra el campeón, el Trabzonspor, tres días después de irse hasta los 45 ante el Cedi Osman SK, club fundado en honor al actual alero del Panathinaikos. Verge acabó el curso, el 19 de abril, con 22 tantos, 4 rechaces y 9 asistencias frente al Konyaspor. El Balikesir concluyó en la undécima posición, con un balance de 16 victorias y 18 derrotas. 

Guarismos que hablan de un base completo, con muchos puntos en las manos, muy capacitado para hacer daño en el uno contra uno, muy vertical y con una gran visión de juego para facilitar canastas a los compañeros, aunque no es demasiado fiable desde larga distancia (32,0% de acierto esta campaña).

En ninguna de las siete temporadas que ha disputado desde que abandonó el Community College (categoría para los jugadores que todavía no están preparados para la universidad) de Moberly Area ha bajado de la decena de puntos de media. En la primera con los Sun Devils, donde compartió vestuario con Marcus Bagley (Sixers) y Elias Valtonen (Granada) y tuvo como entrenador a una leyenda de la NCAA, Bobby Hurley, firmó 14,6, 3,5 rechaces y 2,3 pases de canasta, mientras que en la segunda registró 14,0, 3,9 y 3.8. Con los Cornshuskers de Nebraska, en los que coincidió con Bryce McGowens (Blazers),  elevó ligeramente el nivel: 14,5, 4,5 y 5,4.

En la primera división polaca debutó a lo grande: 18 tantos, 3,5 capturas y 5.4 asistencias. Su gran trabajo en el inicio de esa temporada, la 2022-23, le valió, tras 11 partidos con el Drabrowa Gornicza, el billete para una instancia superior, la primera griega, donde, también en 11 encuentros, promedió 13,5, 3,5 y 7,0, firmó su mejor registro en triples, un 35,0%.

El paso atrás en su carrera le llevó a la desconocida liga de Kosovo, en la que debutó anotado 35 puntos contra el Trepka Mitrovice. En la cuarta jornada firmó 37 ante el Sighal Pristina, pero su producción anotadora decayó a partir de la octava fecha del calendario, tras promediar 26,7 tantos en la siete primeras. Acabó el curso con 18,4 puntos, 3,4 rebotes y 5,1 asistencias de media. 

Aunque el club naranja anuncia que la contratación es para lo que resta de temporada, el perfil de jugador, el nivel en que se ha movido y el hecho de que solo queden tres partidos, hace pensar en que se trata del primer fichaje de cara al regreso a Primera FEB. De momento, habrá que ver cuál es su aportación en el objetivo por evitar el farolillo rojo de la ACB.