El Leyma Básquet Coruña encara este jueves (20.30 horas) un compromiso de la jornada 30 prácticamente a la desesperada y de la máxima dificultad, un grado que podría rebajar la situación actual de su rival, el Barça: la tremenda sobrecarga de partidos y la escasez de efectivos juegan, sobre el papel, en contra del plantel de Joan Peñarroya. 

Por el contrario, la dolorosa eliminación de la Euroliga, menos de 48 horas antes del duelo en el Coliseum y después de desperdiciar dos tiros para meterse en la Final Four, así como la persecución de la cuarta plaza liguera deben servir de acicate a los azulgranas.

El Barça, azotado por una despiadada plaga de lesiones, se presenta en el Coliseum con solo nueve jugadores profesionales. Por el camino han caído en acto de servicio dos bases, Nico Laprovittola y Juan Núñez, y un interior, el ala-pívot Chimezie Metu. Casi nada. 

El argentino se despidió del curso el pasado 20 de febrero; el madrileño y el estadounidense, hace mes y medio y cinco semanas respectivamente. Tres canteranos, el base Raúl Villar, el pívot Sayon Keita y el ‘4’ Mathieu Grujicic están completando las convocatorias. 

El cuarto caído fue en acto de traición. Justo cuando se había hecho un hueco importante en la rotación, el escolta italiano Dame Sarr dejó plantado al club azulgrana para irse a jugar, a Estados Unidos, el Nike Hoop Summit, torneo con jóvenes talentos que sirve como plataforma de promoción de cara al draft de la NBA.

El Barça llega a A Coruña como quinto clasificado de la competición doméstica, con tres victorias y dos partidos menos disputados que el cuarto, el Unicaja. Aunque si de algo va sobrado, además de talento, es de encuentros. Suma ya 69 entre todas las competiciones; es decir, dos fases regulares de la ACB completas y un partido de propina.

Doble desgaste

El conjunto culé ha jugado siete de esos 69 en menos de dos semanas, cinco de ellos, los de cuartos de final de la Euroliga contra el Mónaco, de un desgaste físico y mental descomunales. Aun sobrando la calidad, menos dos días de descanso y un desplazamiento no nacional pueden tener repercusiones negativas, y más a estas alturas de temporada,  en cualquier plantilla.

En la que gestiona por primera vez Peñarroya nadie está de adorno. Ni siquiera un Yousoupha Fall que había resultado ser un fichaje decepcionante. El KO de Metu y la larga inactividad de Jan Vesely, que reapareció hace poco –se ha perdido la mitad de los partidos ligueros y 15 del torneo continental– pero ha recaído de sus problemas de espalda, también han resucitado a un Willy Hernangómez bastante ninguneado por su jefe en los primeros meses de temporada.

Metu es uno de los tres jugadores con dobles dígitos de media en anotación (13,2), junto con otro de los nuevos, Kevin Punter (12,7), y la –teórica– estrella del plantel, Jabari Parker (12,4). Joel Parra, Darío Brizuela –más protagonista tras caer Laprovittola y Núñez–, Tomas Satoransky y Justin Anderson no andan lejos de esos guarismos. 

Estadísticamente, el Barça es el segundo equipo que más valora (105,3), incluso por delante del líder, un Real Madrid que suma 18 triunfos ligueros consecutivos. También es el segundo que más anota (91,8), solo superado por el Valencia Basket (96,7).

Problemas en los aros

Los principales problemas  de la escuadra azulgrana radican en el rebote, apartado donde ocupa una retrasada undécima posición, cuatro por debajo del Leyma, en el ranking de capturas totales, y la penúltima en el de ofensivas, que, extrañamente, cierra el segundo clasificado, La Laguna Tenerife.

 
Los de Diego Epifanio también son mejores en asistencias, faceta en la que completan el top-3, mientras que los azulgranas figuran sextos. Tampoco cuidan especialmente bien el balón los pupilos de Peñarroya, séptimos de la competición, aunque sí un poco más que los inquilinos de Coliseum, undécimos.

Y también en defensa, el enorme e irresoluble hándicap naranja en esta su temporada de debut en la élite. Aunque el Básquet Coruña ha mejorado algo en sus últimos tres compromisos –dos de ellos por debajo de 90 puntos en contra–, sigue hundido en el farolillo rojo de la ACB, con unos inasumibles 95,4 puntos por encuentro, por 86,8 de la gente que hoy tendrá enfrente. 

Epi no podrá contar con Trey Thompkins, lesionado en la rodilla izquierda en el duelo contra el Granada, además de con un exculé, Thomas Heurtel, fuera para lo que resta de campaña. Y tiene la duda de Gus Lima. El concurso del estadounidense, bregado en mil batallas contra el Barça, se presumía instrumental en el reto de lograr un triunfo que reforzaría, al menos provisionalmente, el fino hilo que todavía une al Leyma con la ACB.