El Leyma Coruña vuelve este sábado (19.00 horas) a su hogar de la manera más triste posible. El descenso, certificado el pasado domingo en Bilbao (el primero deportivo en los 29 años de vida del club), hace que el plantel naranja apunte a un nuevo objetivo: eludir –por honor y por lo que pueda pasar– la última posición.
 

Dos incógnitas planean sobre el duelo con el Andorra. La primera, cómo recibirá la afición naranja a sus héroes caídos. La segunda, si debutará Alonzo Verge Jr, sustituto de Brandon Taylor, a quien el club liberó para fichar por uno de los grandes de Italia, la Virtus Bolonia. El nuevo base del Leyma aterrizó en Alvedro en torno a las 22.15 horas del jueves. 

Su rival en la antepenúltima jornada fue causante indirecto del descenso anticipado del campeón de la LEB Oro 2023-24 al perder (97-106) el pasado sábado en su cancha contra el Bàsquet Girona, que con este triunfo dejó a los de Epi fuera de su alcance, algo que confirmaron los naranjas cayendo al día siguiente en Miribilla.

El equipo del principat, a pesar de haberse salvado hace dos semanas, no atraviesa por su mejor momento: siete derrotas en los últimos 10 partidos, después de una tacada de siete traspiés tras comenzar el curso casi al 50% (5-6). 

La asimetría del calendario hace que el choque de la primera vuelta esté muy lejano: 12 de octubre de 2024. El resultado fue un correctivo (122-87), en gran parte porque los naranjas estuvieron negados en los lanzamientos de dos puntos. Maquillaron levemente la carta al final (11 de 33), después de registrar un increíble 4 de 22 en los 30 primeros minutos, en contraste con un aceptable 10 de 29 en triples.

El primero de varios

Taylor fue, con 16 puntos y 7 asistencias, el más inspirado del Leyma ante un rival en el que emergió el primero de varios jugadores que esta temporada se han hecho de oro desde el arco contra la defensa que más puntos encaja de la ACB, el ala-pívot griego Nikos Chougkaz, autor de un casi inmaculado 5 de 6. En los cinco partidos posteriores su balance fue de 0 de 9. 

Historia al margen, el presente dice que el único que tiene algo que ganar esta tarde es el conjunto anfitrión. Y es que a la honrilla de evitar el farolillo rojo podría unirse el premio extra de acabar penúltimo: la renuncia a ascender del campeón de los playoffs de Primera FEB. Una opción tan cercana como remota dependiendo de qué club acabe siendo el agraciado.

Uno de los aspirantes es el Estudiantes, entrenado por el técnico que comenzó la campaña al frente del Andorra, Natxo Lezkano. El vitoriano fue despedido tras la jornada 17 y seis derrotas encadenadas. Joan Plaza tomó el testigo. El catalán perdió su primer partido y ganó los tres siguientes, ante rivales potentes (al Valencias, en la cancha del Gran Canaria y al Baskonia), triada fundamental para la permananencia. 

El Andorra llega con una única baja –los lesionaHeurtel, Thompkins y Lima faltan en las filas naranjas, además de Taylor, claro–, la de su capitán Nacho Llovet, y con el máximo anotador (20,1 puntos) y tercero más valorado (18,0) de la ACB, Jerrick Harding. Mueve al equipo su compañero en el backourt, Shannon Evans (12,8 tantos, 4,6 asistencias y 1,5 robos, segundo de la liga). 

El exbarcelonista Kyle Kuric (10,0 tantos) y el rookie Sekou Doumbouya (11,7 y 4,7 rebotes) y el el citado Chougkaz (9,4 y 5,8) completan el núcleo duro de un Andorra que cuenta también con una pareja de centers bastante solventes, Ben Lammers (7,7 y 4,6) y Felipe dos Anjos (4,4 y 2,8). Este último ha bajado a Atoumane Diagne del primer puesto del ranking de acierto en tiros de dos, con un 74,7% por el 74,5% del senegalés. 

Así, el conjunto naranja intentará regalar una victoria a su nutrida y sufrida afición en el penúltimo partido de este histórico y a la vez triste curso que el plantel de Diego Epifanio disputará en el Coliseum. Los 8.000 (como la llama Javier Castroverde) se la merecen.