Jordi Bargalló: "Cada vez que voy al gimnasio pienso en dejarlo"
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Jordi Bargalló: "Cada vez que voy al gimnasio pienso en dejarlo"

Jordi Bargalló: "Cada vez que voy al gimnasio pienso en dejarlo"
El exliceísta celebra un gol con el Noia, su actual equipo | Eva Pedrola/CE Noia

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“No te pases, eh, que aún tengo 44”. Habla Jordi Bargalló (5 de diciembre del 1979 – Sant Sadurní d’Anoia, Barcelona), leyenda viva del liceísmo —12 temporadas, 10 títulos y 515 goles con la verde y blanca–, que sigue en plena forma y alarga su prolífica carrera en el Noia desde 2021. La clave son “las ganas, la ilusión y la motivación por seguir haciendo lo que me gusta”, reconoce el ‘9’, que el viernes regresará una vez más a A Coruña para medirse al Deportivo Liceo en el tercer partido de las semifinales por el título de la OK Liga.
 

“Cada vez que puedo vuelvo a A Coruña, pero jugar en Riazor contra el Liceo nunca me hace ilusión”, admite Bargalló, que vistió la camiseta del equipo coruñés en dos etapas (2002-06 y 2008-16), es un liceísta declarado y un enamorado de nuestra ciudad, donde nacieron sus hijos: Gina (14 años) y Jordi (9). “Los amigos que dejé allí son para siempre, ayer mismo me escribió Ismael, un compañero de la Universidad [Jordi se graduó en Magisterio por la UDC] y voy a volver por San Juan”, confiesa.
 

Con la tensión de una eliminatoria de playoffs no hay sitio para homenajes, pero el exliceísta no colgará todavía los patines –ha renovado por una temporada más– y el próximo curso podría despedirse de Riazor: “No me hacen falta más homenajes. Mi último partido con el Liceo, en casa con el Liceo contra el Vic [el 5 de junio del 2016], ya fue muy emotivo y el club también me hizo un homenaje cuando volví con el Oliveirense [en la fase de grupos de la Liga Europea 2016/17]”, recuerda.

 

¿El 'last dance' de Jordi?

¿Será la próxima campaña el ‘last dance’ de Jordi? “Lo más seguro es que sea la última, pero nunca se sabe. Estoy muy a gusto aquí, con el equipo de mi pueblo, estamos superando todas las expectativas y más no puedo pedir, pero llega un momento en el que hay que dejarlo”, responde el jugador catalán.

 

La longevidad es cada vez menos excepcional en el deporte profesional, pero la carrera del cuádruple campeón mundial y europeo con la mejor generación de la selección española, los 'Invencibles en patines', es un caso aparte: empezó en el siglo pasado y acumula ya 27 temporadas sobre los patines.
 

“No tiene mucho secreto: me llevo cuidando desde siempre. Descanso todo lo que puedo, entreno cuando toca y vigilo la alimentación, aunque soy de buen comer y también me tomo una copa de vino de vez en cuando, es importante para la mente”, revela.

 

Conciliación

Bargalló reconoce que más de una vez se le ha pasado por la cabeza cerrar su carrera, pero cuando se pone los patines es un tío feliz. “Cada vez que voy al gimnasio pienso en dejarlo [risas], pero cuando me calzo los patines para entrar en la pista se me pasa. Jugar un rondo con mis compañeros en el Ateneu es un lujo, me pone casi tan contento como pasar tiempo con mis hijos”, Gina y Jordi, que siguen cada partido de su padre en la grada del Ateneu y le piden que no lo deje: “Papá, no plegues”, me dicen.

 

La paternidad, el empleo como maestro en un colegio de Sant Sadurní d’Anoia –imparte Educación Física y es el tutor de un aula de 5º de Primaria– y el hockey patines consumen la mayor parte de su tiempo, pero se las arregla para “llegar a todo”.

 

El próximo año dejará la plaza en la escuela de su pueblo para unirse a un nuevo proyecto de hockey patines y patinaje artístico formativo en Cataluña: la Internacional Skating Academy, una academia para alumnos-deportistas de entre 12 y 24 años en un campus a media hora de Barcelona que ofrecerá tres programas de carácter educativo-deportivo.

 

Cauto

Pese a que sólo dos equipos han remontado un 0-2 en contra en toda la historia de los playoffs por el título de la OK Liga, el exliceísta se muestra prudente con la ventaja del Noia en las semifinales: “Es una eliminatoria muy larga y para nada nos vemos como favoritos”, proclama.

 

Jordi conoce de primera mano el caldo de cultivo que se puede generar en Riazor y el carácter ultra competitivo del equipo coruñés: “El Liceo herido es doblemente peligroso. Si hay un equipo capaz de lograr una hazaña de estas dimensiones es el Liceo: por su ADN, por la calidad de su plantilla...”, advierte.
 

Protagonista

Bargalló fue protagonista en los dos primeros partidos de la serie. El viernes (5-3) enfrió la reacción liceísta, que pasó del 3-0 al 3-3 en poco más de dos minutos, con un golazo nada más sacar de centro. “Con el 3-0 pensábamos que lo teníamos ganado y no nos dimos cuenta ni de cómo nos habían empatado. Nos reunimos, vi las caras de mis compañeros y estaban afectados. Pedí la bola, encaré, vi hueco por el medio y le pegué como pude. Fue un golpe de rabia, pudo haber salido a la grada como entró por la escuadra”, rememora el jugador catalán.

 

En el segundo encuentro Jordi asistió a Xavi Costa en el 4-1 y los últimos minutos no fueron tan movidos (Bruno Saavedra firmó el definitivo 4-2 a 51 segundos del final), pero el exliceísta reconoce que “no fue nada fácil: nos costó tener la bola porque la presión del Liceo fue muy alta”. 

Jordi Bargalló: "Cada vez que voy al gimnasio pienso en dejarlo"

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