Contrariamente a lo que pueda sugerir la lógica, renovar a muchos jugadores tras descender de la ACB no es una garantía de éxito en la ahora llamada Primera FEB. Aunque no hay una fórmula mágica, la historia dice que lo más productivo es quedarse con tres de la temporada precedente.
La máxima cifra hasta la fecha es cinco. Lo hicieron el Manresa, en el curso 2000-01, sin éxito (acabó tercero), y el Granada, en el 2003-04, con ascenso vía playoffs (entre 1996 y 2006 no existió el directo).
Tampoco ha funcionado demasiado bien en Plan Renove de cuatro miembros de la plantilla ACB. De los seis equipos que lo llevaron a cabo solo dos regresaron por la vía rápida a la máxima categoría. El Murcia de la temporada 1997-98 y el Fuenlabrada de la 2004-05. Fracasaron el Andorra 1996-97 (terminó cuarto), el Ciudad de Huelva 1998-99 (noveno), el León 2001-02 (quinto) y el Alicante 2007-08 (tercero).
Los clubes que se quedaron con tres elementos presentan un 80% de acierto. El Granada 1999-00, que remató el curso en la décima posición, es el único de los cinco que se quedó en la segunda división. Hicieron el camino de regreso a la ACB el Manresa 2017-18, como campeón de los playoffs –en los que estuvo a punto de caer en cuartos de final contra el Leyma Coruña–, la misma por la que ascendieron el Fuenlabrada 1997-98 y el Menorca y el Zaragoza de la 2009-10, uno de los tres dobletes en temporadas con ascenso directo.
Los otros dos sucedieron en los cursos 2018-19 y 2010-11. En el primero de ellos el Betis ganó la fase regular con una plantilla 100% nueva, mientras que el Bilbao Basket solo había mantenido a uno, el legendario base Javi Salgado.
Vidas (re)cruzadas
En el otro, el primer clasificado al final de la regular fue el UCAM y el ganador de los playoffs, el Obradoiro. Ambos con dos supervivientes de la ACB, Vitor Faverani y Pedro Robles en el equipo murciano y Tuky Bulfoni y Oriol Junyent en el compostelano. Curiosamente, un viejo y largo contencioso entre estos clubes y la ACB había dado con el gallego en la máxima categoría en la 2009-10, cuando militaba en Primera Autonómica. Bajaron y subieron de la mano.
En la 1997-98, sin ascenso directo, regresaron a la cumbre los dos que se habían caído un año antes, el UCAM, con cuatro renovados (Edu Sánchez, Ramón Moya, Quini García y Jon Ibarrola) y el Fuenlabrada, con tres (Salva Guardia, Dani Fernández y José Quintana).
En el otro lado, el de duplas de descendidos que no lograron salir del pozo a la primera, en temporadas con ascenso directo, están cuatro equipos. El Betis y el Fuenlabra en la 2022-23. El cuadro sevillano, que solo conservó al ex naranja Pablo Almazán, cayó en cuartos de final los playoffs, mientras que el madrileño, que mantuvo a Osas Ehigiator y a Rodijs Macoha, acabó décimo la fase regular.
En la 2021-22 fueron el Estudiantes, derrotado en semifinales de la Final Four, y el Gipuzkoa, undécimo en la regular. Ambos con dos renovados, Adams Sola y Nacho Varela en el conjunto colegial y Xabi Oroz y Mikel Motos en el donostiarra.
Son dos de los 14 clubes que mantuvieron a un par de jugadores, de los cuales solo cuatro regresaron ipso facto a la ACB. Mucho más satisfactoria es la cuenta con un solo renovado: 5-4. De los tres que hicieron limpieza completa únicamente ascendió el mencionado Real Betis en la 2018-19.
Seis sin directo
En temporadas sin ningún billete directo para la ACB, la cuenta de parejas de caídos que se quedaron asciende a seis: Gijón y Andorra (1996-97), Ciudad de Huelva y Ourense (1998-99), Granada y Murcia (1999-00), Manresa y León (2000-01), Cantabria y Gijón (2002-03) y Tenerife y Lleida (2005-06). Esta última forma el combo de peores resultados de dos descendidos. El equipo insular terminó décimo tercero, justo por delante del catalán.
Por último, el CB Granada es el único equipo que bajó consecutivamente de ACB a Oro y de Oro a Plata. Al final de la campaña 2011-12 desapareció, y de sus cenizas nació el actual club nazarí, el Fundación CB Granada..., acompañante del Básquet Coruña en el regreso a la segunda categoría.
