La ACB despidió al Leyma Básquet Coruña en un día gris, todo lo contrario que la víspera, y algo 'desangelado' (con comillas, que los presentes no escatimaron en apoyo) en las gradas, esto a causa del horario, las 18.30 de un viernes ni se acerca al mejor posible. Y también con una derrota (101-105) ante el Baskonia en la que, una vez más, los árbitros tuvieron mucha culpa. Una pena. Una desgracia, recurrente, en esta desgraciada temporada.

Diego Epifanio sacó de inicio un cinco nada habitual. Al menos esta temporada. La presencia de Diagne, con Hall en el banquillo, podría obedecer a la búsqueda de una gesta del senegalés, que iniciaba la jornada como líder de acierto en tiros de dos puntos. Diop es más bajo y menos intimidador que el estadounidense.

Jakovics dejó entrever el alley-oop con Atou en la primera posesión naranja. Pero no prosperó. e hecho, no lo haría hasta bastante más tarde. Diop, sin embargo, firmó los cuatro primeros puntos visitantes, con un mate remontando la línea de fondo y con una bandeja tras rebote ofensivo. 

No obstante, el Leyma tomó el mando gracias a Lundqvist. El sueco aprovechó la superioridad física con su par, Howard, para anotar en penetración. Pero con 8-4 cometió su segunda falta y Epi le mandó al banquillo. Sin él en pista, el Baskonia se soltó el pelo: parcial de 0-6. U triple de Jakovics frenó la inercia y otro de Aleix Font devolvió la delantera a los naranjas (14-12).

Fue la última ventaja local en muchos minutos. Los de Pablo Laso afinaron el punto de mira y clavaron tres triples casi seguidos, además de un espectacular 2+1 de Moneke. No se fue el Baskonia porque el Leyma hizo un par de dianas desde lejos. Pero los visitantes no pararon. Entre Rogkavopoulos y Raieste abrieron la primera brecha de más de dos canasta (19-26).

Cuatro puntos seguidos de Verge –muy errático al principio desde 4,60 metros– y la canasta final de Thompkins bajaron el primer telón con 25-29.

Verge, que con 2+1 había hecho el 23-26, con otro inauguró el marcador del segundo acto. Sin embargo, el Baskonia, de nuevo con Rogkavopoulos y Raieste al frente, construyó un parcial de 0-10. Con 28-39, a Epi no le quedó más remedio que pedir tiempo muerto.

Mano de santo. Tras el minuto de reflexión, una antideportiva de Raieste a Scrubb la convirtió el Leyma en cuatro puntos. Antes y después de ellos, dos triples de Silins. Donde las dan, las toman. Y el tiempo muerto lo solicitó Laso. 

Dos libres de Burjanadze otorgaron a los los locales su primera renta (40-39) desde el 14-12. A partir de ahí, intercambio de golpes. De diferente intensidad, aunque los naranjas replicaron prácticamente todos los encajados. Cuatro puntos seguidos de Font nivelaron el duelo (50-50), Moneke anotó otro fantástico rectificado y Jakovics acertó desde media cancha... fuera de tiempo. Y con 50-52, a descansar. 

El arranque de la segunda mitad fue un monólogo baskonista. Y dejó la sensación de la diferencia real entre un aspirante a la permanencia y un equipo de Euroliga, aunque no esté en su mejor momento. Lo mucho que le costaba al Leyma acercarse y lo poco que le costaba al Baskonia alejarse. Lo hizo de nuevo (52-62) gracias, sobre todo, a dos triples de Howard desde la esquina derecha. 

En medio del chaparrón, apareció el que faltaba. El único de los 11 jugadores utilizados por Epi que no había anotado en la primera mitad. Barrueta. El Papi enroscó tres triples que resucitaron al Leyma (65-69). Verge añadió otro y Thompkins, tras robo en cancha de ataque, devolvió la delantera a los locales (70-69). Y Laso paró el partido, claro.

Moneke se lo agradeció con una canasta bajo el aro y Howard con su tercer triple en este cuarto desde el mismo sitio. Ahora contestado por otro de Thompkins. Restablecida, parcialmente, la igualdad, la afición naranja rescató un clásico de esta campaña: el "¡fuera, fuera!" a los árbitros. Primero, por no considerar antideportiva una falta que lo era al 99%. Y luego, por una faltita en ataque señalada a Huskic. La protesta no pararía ahí.

El último cuarto arrancó con 75-79. La bronca no tardó en volver. El motivo, un clarísimo hachazo sobre Diagne cuando iba a anotar, que Mendoza, pegada a la acción, no sancionó. En la contra, canasta y adicional –que falló– de Rogkavopoulos. La vehemente protesta del senegalés le costó una técnica. Y el Baskonia pegó otro estirón (80-89), que obligó a Epi a serenar a los suyos.

No lo consiguió, básicamente porque un clamoroso manotazo a Burjanadze tampoco recibió el castigo que merecía y a renglón seguido Hall firmó su segundo mate seguido. Raieste, desde la esquina izquierda, elevó al cubo del Coliseum una nueva brecha máxima (80-94).

Un triple de Font reanimó al Leyma, que con un contraataque de Burjanadze evitó el KO anticipado (85-94) y llevó a un tiempo muerto de Laso. Raieste, ahora desde la esquina opuesta, clavó otra daga a los naranjas, que, pese a todo, no tiraron la toalla. Silins sacó puntos de varios mismatches en el poste bajo para mantener viva la llama de la remontada (94-100).

Y de una jugada desgraciada, rebote ofensivo que acabó en triple de Sedekerskis, a una acción desagradable. Burjanadze y Moneke llevaban unos minutos 'rascando'.  Cuando todos los jugadores se iba a la banda, el georgiano se giró bruscamente para irse a por el estadounidense de origen nigeriano. Seguramente tras escuchar algo que no venía a cuento. A Beqa tuvieron que frenarle entre una nube de juagdores, porque se iba a por Chima, al que incluso retó con verse las caras fuera de la cancha. Una cancha que ambos abandonaron expulsados.

Dos libres de Jakovics, seguido de un robo y un triple de Font mantuvieron el milagro vivo (99-103) con 54 segundos en el reloj. El Leyma defendió bien y forzó un mal tiro de Baldwin, pero Thompkins no acertó con la red en los dos triples que dispuso y Luwawu-Cabarrot sentenció desde el 4,60.

A la conclusión del partido, reinó la paz en la pista, los jugadores se despidieron de la afición y está cantó "Epi, quédate". Esta cuestión es la única pendiente una vez concluidas las cuitas deportivas. Si el cliente siempre tiene la razón...