El Barça es el campeón de la OK Liga tras volver a batir claramente al Liceo en el tercer partido de la final (5-9). Siempre se repite la misma historia, que cantaba Camilo Sesto, o Nathy Peluso en una versión más moderna para los que no son milennials. Tres partidos de la final y hay que decir lo mismo de los tres. El Barça fue superior. Los verdiblancos tuvieron sus opciones, creyeron en diferentes fases, sobre todo del primer y el tercer encuentro, pero se encontraron con un conjunto azulgrana que, aparte de letal en las áreas, en especial en la de Martí Serra, fue oportuno para marcar en los momentos clave. Y con un Ignacio Alabart imposible de frenar.
Con ese panorama, al Liceo le costó encontrar el equilibrio entre la defensa y el ataque. Sobre todo porque los planes se torcían a las primeras de cambio, se vio siempre a remolque en el marcador y cada vez que se iba arriba en busca de la heroica, recibía un gol. No hay que negarle que pese a tener todo en contra, nunca perdió esa fe inquebrantable. Todo iba mal, pero seguía levantando la cabeza aunque una y otra vez se la volvieran a hundir. Ya pide la revancha. Pero antes le toca descansar después de una temporada de 50 partidos (y 25 viajes). Y despedir a cuatro de sus integrantes: Fabrizio Ciocale, Martí Serra, Pablo Cancela y Tato Ferruccio.
El guión se repitió una y otra vez en un tercer partido ya empezó con tensión antes de que la bola echara a rodar con una pelea entre jugadores en el calentamiento. Los dos partidos en el Palau habían dejado cuentas pendientes. Nervios y la grada poco a poco llenándose hasta coger el mejor color de la temporada. El Palacio se vistió sus mejores galas. El Barça saltaba a pista como si fuera las fuerzas del mal, con la Marcha Imperial de Star Wars como banda sonora. El Liceo con su Come One. El ruido solo cesó para guardar un minuto de silencio por la memoria de Fernando Marcos.
Cuando pitaron los árbitros, se acabó la tregua. Los equipos movieron piezas. Juan Copa apostó por el talento argentino con Ciocale y Ferruccio. David Cáceres tiró de experiencia con Pablo Álvarez. La primera bola que agarró Ciocale, se recorrió la pista de una punta a otra. La segunda de Tato Ferruccio ya fue para adentro. Imposible no ilusionarse. Los verdiblancos hacían piña para celebrarlo. Los culés, para animarse (1-0, m.3).
Después de lo que había ocurrido en los partidos en Barcelona era muy importante no encajar demasiado pronto. Aguantar un poco más, que al Barça le entraron las dudas. Pero en esta final, además de haber sido superior, tiene las meigas de su lado. Xavi Barroso empató con un tiro de media distancia que repitió minutos después, esta sorprendiendo a un Serra al que se le coló por debajo y llorando. El Barça no sabía ni cómo, pero ya iba por delante. El Liceo no sabía ni cómo, pero ya iba por detrás. Era el minuto 10 (1-2).
El partido tenia un ritmo frenético y solo se paró cuando Sergi Fernández, portero culé, se hizo daño en una mano. Se tomó todo el tiempo del mundo para volver mientras el público se lo recriminaba y el banquillo del Liceo se ponía nervioso, sobre todo acordándose de lo ocurrido en el Palau, cuando Serra sangró por un corte en el mentón y el Barça reclamó que saliera a cambiarse la camiseta. No le sentó bien parar al Liceo que encajó el tercero, casi un calco del primero y del segundo, un tiro exterior pero ahora de Sergi Aragonés (1-3, m.16).
Se volvió a meter el Liceo con una azul a Eloi Cervera. Arnau Xaus no pudo con la directa, pero sí en el rechace y otra vez que sacaba el Liceo la cabeza. Pedía calma Juan Copa desde la valla porque en los partidos anteriores estos eran los momentos que aprovechaba el Barça para sentenciar. Y fue exactamente lo que pasó. Ignacio Alabart se fue de todos y entró hasta la cocina. El cuarto. Y 17 segundos después, Marc Grau la enchufó desde el segundo palo con todo el tiempo para armar el tiro y chutar (2-5, m.18). Tercer partido, tercera vez que el Liceo encajaba dos goles en menos de 20 segundos.
Sergi Fernández pidió definitivamente el cambio. Entró el exliceísta Carles Grau. De nuevo tensión en la zona de banquillos. Y con el juego revuelto Bruno Saavedra aprovechó una bola muerta en el área para recortar distancias. Y tampoco duró en este momento la alegría. Esta vez se la cargaron los árbitros asturianos, a los que el Liceo se encontraba por cuarta vez en nueve partidos en el playoff, prácticamente en la mitad de sus compromisos, al señalar azul a Nil Cervera. Serra paró el tiro directo de Alabart. El Liceo se defendió en inferioridad. Solo quedaba un segundo para recuperar al cuarto jugador cuando el coruñés del Barça encontró la autopista hacia la portería para marcar el sexto (3-6, m.23).
Juan Copa no podía irse contento al descanso. Si no le había gustado encajar seis en el primer partido y seis en el segundo, aquí habían sido en solo una mitad. Y parecía no mejorar demasiado el panorama en el inicio del segundo tiempo en el que el Barça tuvo un par de ocasiones claras para ampliar el marcador, un mano a mano, de nuevo errores en las marcas, un palo de Font... e incluso daba la sensación de que no quería hacer sangre.
El Liceo respondía. Nil Cervera tenía hasta tres seguidas. La oportunidad de reengancharse mínimamente llegó a bola parada. Una directa que falló Xaus, como en el primer tiempo, pero que acertó en el rechace (4-6, m.30). La distancia seguía siendo de dos y aun así el Palacio seguía entonando el "¡Sí se puede!". Lo acalló definitivamente Ignacio Alabart. Qué bien le han sentado los dos meses de parón. Porque sin duda su motor andaba con una marcha más que el del resto. Este era, de hecho, el partido número 50 del Liceo. El canterano de Compañía repetía y repetía la misma jugada. Y siempre sacaba rédico (4-7, m.33).
Además no le llegaba con el hat trick que llevaba. Cuando llegó la décima falta local, pidió la directa. Era el único que ha batido desde este punto a Serra en el playoff y quería volver a intentarlo. El duelo se lo llevó el portero verdiblanco. En este punto ya eran como miniconsuelos. Minimizar el daño. Y recuperar el orgullo marcando el quinto, una buena asistencia de Nil Cervera al interior del área para que Dava Torres rematara de primeras (5-7, m.38).
Ni las migajas le dejó el Barça, que provechó los últimos minutos para ponerle los clavos al cajón con dos goles más de Sergi Aragonés, uno solo en el segundo palo, ya con un Liceo exhausto tanto físca como moralmente, otro de falta directa por la decimoquinta (5-9, m.49). Se acabó. Y los culés se fueron con la Copa. Otra vez. Como en 2023. Otra vez, que es la frase de la final. Porque la historia se repite. Y eso significa que más pronto que tarde, el Liceo volverá a tener sus opciones. Y, como diría Juan Copa, de esto va. De jugar finales. De insistir. Y en eso no hay nada que reprocharle al Liceo.
Liceo 5 - 9 Barça |
Liceo: Martí Serra, César Carballeira, Fabrizio Ciocale, David Torres y Tato Ferruccio -cinco inicial-. Bruno Saavedra, Nil Cervera, Arnau Xaus y Jacobo Copa.
Barça: Sergi Fernández, Xavi Barroso, Ignacio Alabart, Sergi Llorca y Pablo Álvarez -cinco inicial-. Sergi Aragonés, Marc Grau, Ferrán Font, Eloi Cervera y Carles Grau.
Goles: 1-0, m.3: Tato Ferruccio. 1-1, m.6: Xavi Barroso. 1-2, m.10: Xavi Barroso. 1-3, m.16: Sergi Aragonés. 2-3, m.17: Arnau Xaus. 2-4, m.17: Ignacio Alabart. 2-5, m.18: Marc Grau. 3-5, m.21: Bruno Saavedra. 3-6, m.23: Ignacio Alabart. 4-6, m.30: Arnau Xaus. 4-7, m.33: Ignacio Alabart. 5-7, m.38: Dava Torres. 5-8,m .44: Sergi Aragonés. 5-9, m..49: Sergi Aragonés, de falta directa.
Árbitros: Miguel Díaz y Jonathan Sánchez. Mostraron azul a Eloi Cervera, Nil Cervera y Tato Ferruccio.
Incidencias: Tercer paritdo de la final del playoff de la OK Liga disputado en el Palacio de los Deportes de Riazor ante 3.500 espectadores. |