Aún quedaba media hora para que echara a rodar la bola y la tensión ya hacía acto de presencia en el Palacio de los Deportes de Riazor con una pelea en pleno calentamiento. Los jugadores de uno y otro equipo se enzarzaron en el medio de la pista y los árbitros, que estaban calentando por las pistas de atletismo entraron a intentar mediar aunque aún no les tocaba hacer su trabajo.
Los argentinos Tato Ferruccio y Pablo Álvarez intercambiaron algo más que palabras mientras que a César Carballeira se le veía muy enfadado con uno de los auxiliares del banquillo azulgrana. Finalmente se calmaron los ánimos y cada uno siguió por su lado, retándose para más adelante, cuando empezara el partido.