Fran Gómez Pallas: “No me dio tiempo a pensar en nada porque en décimas de segundo estaba en el suelo”
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Fran Gómez Pallas: “No me dio tiempo a pensar en nada porque en décimas de segundo estaba en el suelo”

Fran Gómez Pallas: “No me dio tiempo a pensar en nada porque en décimas de segundo estaba en el suelo”
David López (i), de SKP Motor, y Fran Gómez Pallas (d) acudieron a esta redacción para hablar sobre la participación de Fran en el Dakar | Pedro Puig

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Fran Gómez Pallas (Caracas-Venezuela) ha regresado de disputar el Dakar en Arabia Saudí con dos costillas fisuradas pero con la satisfacción de haber podido ser partícipe del estreno de una nueva categoría, la Mission1000.


El carballés, aunque nacido en Venezuela, sufrió un duro accidente en el que su moto se partido por la mitad e hizo que abandonase. Con todo, la organización debido a su gran rendimiento en los días previos le reconoció como ‘finisher’, una recompensa a todo el trabajo que ha hecho para participar en su octavo Dakar.

 

Primero de todo, ¿cómo va la recuperación de la fisura en las costillas?
Aún nos estamos recuperando. Fue un golpe duro y todavía molestan bastantes las fisuras.

 

Fue un golpe duro. ¿Te dio tiempo a pesar algo mientras caías?
No piensas en nada. No te da tiempo (ríe). Es como una sorpresa. Es algo con lo que no cuentas. Pasan décimas de segundo y te ves en el suelo sin saber muy bien que pasó para estar ahí.

 

Fue algo inesperado.
Sí. Era una etapa con mucha piedra grande, lo que hacía que fuera un poco más técnica. Sin embargo, el último tercio podías dar gas sin miedo. Faltando 12 kilómetros, apareció la piedra y se rompió la moto y salí volando.

 

Afortunadamente, aparecieron otros pilotos y te ayudaron.
Sí, venían atrás Willy Jobard, Sylvain Espinasse, Wenmin Su y Gang Jun Cai. Ellos me asistieron nada más tener el accidente y les estoy agradecido por ello.

 

Eso te privó acabar el Dakar corriendo.
Sí, fue una pena. Al final, faltaba una etapa de 45 kilómetros para acabar el Dakar. Pero, David Castera nos admitió como ‘finishers’. Aunque no nos considerasen de esa forma, yo me voy muy satisfecho del trabajo que realizamos.

 

La organización, para nombrarnos ‘finisher’ valoraron mucho la caída, que no teníamos moto y el rendimiento que habíamos mostrado

 

¿Cómo se dio la situación para ser considerado como ‘finisher’ a pesar de no haber acabado?
Ellos valoraron mucho la caída. Nosotros estábamos sin moto para seguir y contemplaron, junto al rendimiento, que merecía ser ‘finisher’. La sensación es de satisfacción por el gran rendimiento que mostramos.

 

Durante la primera semana tuviste un rendimiento espectacular. ¿Te lo esperabas?
La moto iba muy bien. Hay que decirlo. La pena es que tenía mucho peso. Eran 215 kilos a mover en arena y eso era complicado. En terrenos duros íbamos muy bien. Lo malo es que a partir del quinto día del Dakar empezaron los problemas de chasis. Había que empezar a reparar cosas hasta que pasó el accidente.

 

¿Esos problemas son propios de un equipo que está empezando?
Claro. Era un proyecto nuevo y experimental, que estábamos probando un prototipo. Además, había que estar ahí para saber que iba a funcionar todo.

 

La principal diferencia era el peso de las motos. ¿Habría que equiparlas con las de combustión?
Más que el peso, el problema eran las baterías. También habría que cambiar la fabricación del chasis para que fuese fuerte y competente. En cuanto a las baterías, parecen que las cosas avanzan y ya hablan de unas sólidas y otras nucleares, que tienen más autonomía y muchísimo menos peso. La igualdad pasa por ahí. Ahora estamos mirando que hacer.

 

¿Había mucha diferencia en cuanto al tamaño de la moto?
No. Esta moto es hecha a partir de  la geometría de una moto de rally. Es más, te diría que es mucho más estable que una de la motos de ellos.

 

La única pega de la primera semana fue esa etapa en la que no os dejaron participar.
Ya. Lo que pasó es que ahora te dan un roadbook digital en el que tienes que cargar la etapa. Yo, en los siete Dakares que había hecho, fueron todos con papel. Entonces, el fallo pudo ser un poco de ambas partes porque los primeros días venían a cargarnos el ‘roadbook’ y no le prestábamos mucho la atención. Hasta que llegabas a la etapa no sabías si estaba bien. Entonces, ese día llegamos a la salida y éramos cuatro motos las que no lo teníamos. Después dijeron que no era puntuable pero por la noche, los que acabaron hicieron fuerza  y sí que puntuó.

 

¿Los perjudicados pensasteis en impugnar la etapa?
Cuando estás ahí, al final tampoco había mucho en juego excepto el Dakar. Si ves que la organización tomó una decisión en firme, lo único que puedes hacer es patalear y no vas a conseguir. Estaban los buggys, el camión y las otras motos haciendo presión. Al final, éramos cuatro contra seis. La culpa, realmente, no es que fuese toda de ellos o nuestra. Lo que tenías que hacer al llegar a la etapa era cargar el mapa y fue lo que hicimos a partir de ahí.

 

¿Te dio más motivación para las siguientes etapas?
Más o menos seguí en la misma línea. Estaba convencido de que teníamos buen ritmo. Por dorsal siempre salíamos detrás de todo pero lograba coger al primero que estaba a 24 minutos. Sin forzar demasiado. Había muchas etapas en la que había que gestionar bien la batería y prestar atención a la navegación. Podías hacer una buen etapa pero si te saltabas un ‘waypoint’ no servía de nada. Tirabas el trabajo. Pero para ser el primer año y la primera toma de contacto, estoy muy satisfecho.

 

Hablabas de gestión de la batería. ¿Hubo alguna etapa en la que pudiste apretar todo el tiempo?
Sí. Las que eran menos de 80 kilómetros podía dar gas todo el tiempo. Las que eran de 100 o más, había que gestionar durante toda la etapa.

 

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Fran Gómez Pallas fue el piloto que más espectáculo dio de la categoría Mission1000 | David López, de SKPMotor

 

Accidente aparte, la segunda semana de competición hubo muchos más problemas.
Pues sí. Nos pasó de todo. En una etapa se nos rompió el soporte de la guía de la cadena. Eso hacía que la cadena se desmontase cada dos por tres. Tenía que parar, desconectar todo porque sino la moto no gira, y montar la cadena. Eso hacía que tus rivales te pasasen, pero los volvías a coger y se te volvía a salir por lo que se repetía el proceso. También, un día, llegando a meta se me saltó el soporte de la tablet y tuve que parar para ponerle unas bridas. Pero, a dos kilómetros, se soltó de las bridas y tuve que entrar con ellas en la mano. Al final, pasó de todo (ríe), pero es parte del Dakar.

 

El culmen de la mala suerte fue en la etapa 8 en la que no pudisteis salir porque el coche de asistencia os dejó tirados. ¿Te había pasado alguna vez?
Nunca. Que me pasase a mi no, quizás le pasó a alguien pero yo no conozco a nadie. Hubo que arreglarlo como pudimos. Además, estábamos en un sitio en el que no podías tirar de nadie. No había cobertura. Al final, había un poco de impotencia.

 

¿Te afectó a nivel físico?
Bueno, al final te levantas sobre las 4 o cinco de la mañana y tienes todo programado así que no influyó mucho. Le podía haber pasado a cualquiera pero nos tocó a nosotros y es lo hay.

 

Lo único fue que te quitó las opciones de ganar.
Sí., pero tienes que aceptarlo. No te queda otra. Yo lo estoy haciendo de la mejor manera. Sé que teníamos ritmo y que estábamos adelante. Reconozco que tengo que hacer mucha más navegación para ir más fino y no saltarme tantos ‘waypoints’. También me quedó con el apoyo de la gente.

 

¿Deberían cambiar el sistema de clasificación de la Mission1000 y usar tiempo en lugar de puntos?
Sí. Si usaron lo de los tiempos sería como el rally de combustión y sería mucho más fácil de seguir porque había muchos que se perdían. Llegaba un momento en el que daba igual que llegases de primero o de último porque puntuabas lo mismo. Para puntuar más, tenías que mejorar el tiempo objetivo que te daban en la etapa. De hecho, hubo un día en el que me quedé a 40 segundos y no me dieron nada, pero es que le siguiente que llegó le saqué 37 minutos. Entonces, yo pregunté si me podían dar puntos por la poca diferencia pero me dijeron que  era una pena, pero no me daban nada.

 

Eso es muy injusto.
Sí, pero ellos también estuvieron aprendiendo a medida que avanzaban los días. Lo importante es que los patrocinadores están contentos y que saben como funcionó el tema y pienso que repetirían si nos decidiésemos a repetir categoría el próximo año.

 

¿Vas a volver a estar?
Por mi sí, pero hay que ver cosas. Hay que ver el tema de baterías y su autonomía. También los cambios que hará la organización y como van a ser. Se hablaba de un Mission2000, pero será complicado hacer porque o tienes dos baterías o no sé como.

 

Mi ilusión es correr el Dakar completo con una moto eléctrica, pero haría falta mucho dinero 

 

La única manera es que metan zonas para su cambio.
Sí. Es lo que se necesitaría, pero eso supone mucho más dinero. Y si hay que gastar más, mi ilusión sería hacer el Dakar entero con una moto eléctrica.

 

¿Lo ves factible a corto plazo?
Sí, pero todo pasa por los cambios de batería. Después hay otras cosas como el motor. Haría falta dedicarse a esto de manera seguida. Habría que testear motores, porque ahora se calientan mucho y tienes que cambiar de mapa. A veces, estás haciendo dunas y en la quinta cresta se te queda la moto con la mitad de fuerza, te quedas clavado y tienes que hacer mucho esfuerzo para quitarla de ahí.

 

Eso a nivel físico pero a nivel mental tiene que ser exigente. ¿Haces algún tipo de preparación? 
Mentalmente me preparé en el año 2000 (ríe). Si tu peleas por todo, conseguimos los patrocinadores y eres autosuficiente, ya estás preparado para lo que venga. Otra cosa es que seas un buen piloto y que te den todo hecho. Eso sí, a la mínima que te cuesta te vas. Pero si tienes que conseguir tú el dinero y sacrificar tu trabajo para cumplir ese sueño, no lo abandonas por nada del mundo. Una vez que estás dentro lo disfrutas mucho.

 

Además, este año cobró más sentido porque formaste parte de un grupo único de pilotos que participaron en una nueva categoría. ¿Te sientes orgulloso de ese logro?
Más que orgulloso estoy satisfecho de nuestro rendimiento. Aún con todo lo que pasó, sin apenas probar la moto. Lo que hice fue cogerla cinco minutos en Barcelona antes de ir al Dakar.

 

Por último, ¿qué le pides a este nuevo año?
Juntar presupuesto para volver a estar en el Dakar. Eso sí, antes tendría que saber que novedades va a haber en cuanto a las baterías  y su autonomía para poder competir en igualdad de condiciones y poder lograr, en un futuro, hacer el Dakar completo.

Fran Gómez Pallas: “No me dio tiempo a pensar en nada porque en décimas de segundo estaba en el suelo”

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