El Nàstic de Tarragona, líder del Grupo 1 de Primera Federación, visitará el domingo Riazor (19.00 horas, FEF TV) en un ambiente de tensión para el deportivismo. Un contexto de presión que recuerda, aunque con un prisma totalmente diferente, a la noche del miércoles 23 de mayo de 2012 en la que el Deportivo protagonizó ante el conjunto catalán una de las victorias más agónicas, emocionantes, importantes y recordadas de las últimas dos décadas.
El Depor se presentó en el Nou Estadi de Tarragona como líder de Segunda División con cuatro puntos de ventaja sobre Celta y Valladolid a falta de tres jornadas. La renta se había disminuido en las últimas fechas y, además, un Nàstic recién descendido se adelantó por medio de Xisco Campos. Estos factores, y algunos otros como las lesiones de Zé Castro o Valerón, provocaron que la remontada final, con tanto de Bruno Gama y un gol de Xisco Jiménez en el minuto 94 (1-2), supusiera un estallido de júbilo que regaló al deportivismo imágenes icónicas y abrió el camino del ascenso a Primera División, confirmado días después ante el Huesca en Riazor.
Una de esas imágenes emblemáticas fue la carrera por la banda de José Luis Oltra, entrenador de aquel Depor y actual técnico del AEK Larnaca chipriota, tras el tanto de Xisco. “Hice un poco de Fernando Vázquez, a quien admiro, pero yo nunca he hecho eso. Fue una reacción de volverme loco. Fíjate si me trastorné, que me fui hacia el banquillo visitante. De hecho, empecé la rueda de prensa pidiendo disculpas al Nàstic. Mi carácter es de estar centrado y tranquilo pero ese día me puse a correr como un tarado”, afirma el valenciano, que recuerda aquel encuentro con “sentimientos encontrados” por la ansiedad vivida.
Fue el día que sentí que habíamos ascendido
“Fue un partido muy especial. Fue el día que sentí que habíamos ascendido. Nos permitía depender de nosotros en el penúltimo en Riazor, con lo que eso suponía. Lo recuerdo con mucho cariño porque ese día viajamos todos”, explica Oltra.
Oltra recuerda que se produjeron otros momentos que se le quedaron grabados en la memoria sobre todo en la segunda parte y en el tramo final de aquel partido ante el Nàstic.
“El gol fue agónico. Recuerdo a Barritos medio mareado en el banquillo atendido por el médico a punto de darle un jamacuco, recuerdo ver en el vestuario a gente llorar descargando su tensión, recuerdo que Ernesto Bello, el director deportivo, me dijo que en la segunda parte se tuvo que ir, que no podía aguantar, y que vio el segundo gol desde un puente donde se veía una parte del estadio. Se mezclaron muchas cosas, nos trae grandes recuerdos pero la gente no sabe que fue un calvario auténtico”, asegura Oltra.
El entrenador de aquel Deportivo reitera que "la primera imagen" que tiene del vestuario tras el partido "no es de alegría, es de sufrimiento". "Muchos lloraban por el alivio, la descarga de tensión y el peso que nos quitamos de encima. Luego ya sí recuerdo cánticos, abrazos y decir 'esto no se nos escapa'. El día del Nàstic es un día muy feliz pero hay sensaciones encontradas".
Dani Aranzubia, portero del Depor de 2008 a 2013, fue clave en aquella victoria, y en el ascenso del club coruñés, al realizar algunas intervenciones de mérito ante el Nàstic sobre todo en el tramo final de partido con el Depor volcado.
“Recuerdo alguna parada antes del gol de Xisco. Por ejemplo, un balón dentro del área, que se quedó delante de mí en el punto de penalti. Fue poco antes de meter el gol. De habernos hecho ellos el gol habría sido todo muy diferente. Al final, en esa última jugada conseguimos hacer ese gol que fue importante para luego confirmar el tan ansiado ascenso”, recuerda Dani Aranzubia.
El de Logroño, que en verano dejó de ser el entrenador de porteros del filial del Athletic, comenta los motivos por los que el Depor vivió aquel partido con tal nivel de tensión.
Llegamos a esas últimas jornadas con poca fuerza
“Se acababa la liga y el Celta nos pisaba los talones. Además, recuerdo que Valeron y Zé Castro se lesionaron en ese partido y Lassad y Guardado no podrían jugar el playoff porque irían con sus selecciones, así que teníamos que asegurar el ascenso directo. Además, el hecho de que todo el mundo diese por hecho nuestro ascenso fue una presión añadida. Llegamos a esas últimas jornadas con poca fuerza. Eso hizo que estuviéramos más nerviosos de lo normal”, destaca Aranzubia, que también festejó el gol de Xisco como merecía: “Fui a celebrar el gol con todos, sabíamos que era importantísimo, era medio ascenso”.
Juan Domínguez, canterano del Depor y protagonista en aquel equipo de Oltra, recuerda que el partido ante el Nàstic y toda la campaña 2011-12 “fue de una tensión espectacular”. “Tanto nosotros como Celta y Valladolid ganábamos todo y eso hizo que diéramos nuestro mejor nivel. Se consiguió el récord de puntos por eso”.
Juan Domínguez, recientemente retirado del fútbol, explica que una de las claves del 1-2 en Tarragona y el ascenso posterior fue la capacidad de la plantilla para gestionar la tensión. “Lo que diferencia un equipo de récord como es ese de otro equipo bueno o muy bueno es que en esos momentos haya tensión y no nervios. Teníamos muy buen equipo, jugadores con experiencia y eso hace que no te precipites y sigas jugando como tienes que jugar”.
Me acuerdo de correr como un loco como corríamos todos
Por último, también recuerda el gol de Xisco y la alocada celebración tanto suya como de sus compañeros: “Me acuerdo de correr como un loco como corríamos todos. Lo que haces es buscar a todos tus compañeros, quieres abrazar a todos a la vez, a los del campo, a los del banquillo y si pudieras, también a los de la grada”.
José Luis Oltra, entrenador del Deportivo en la temporada 2011-12 y en la primera mitad de la 2012-13, sigue la actualidad del equipo coruñés a pesar de estar entrenando en Chipre al AEK Larnaca, donde está viviendo una “experiencia buenísima” aunque echa de menos a su familia.
“A Imanol (Idiakez) le tengo cariño personal y profesional. De vez en cuando hablamos y el otro día le dije que íbamos a ganar los dos. Al final acerté. A ver si el Depor y nosotros le podemos dar continuidad”, asegura Oltra, que destaca “la pasión” de la afición blanquiazul. “Me maravilla. Cuanto peor está el equipo, más se vuelca”.
Por otro lado, Juan Domínguez admite sigue los resultados del Depor aunque nunca fue un gran consumidor de fútbol. “No veo casi partidos pero se dan los factores para pensar que sea un tema de presión. Un equipo con presupuesto alto, con una gran masa social, con importancia para la ciudad... No es fácil. Puede jugar a veces más en contra que a favor. No todos están preparados”, apunta el de Pontedeume.