La clave en la primera parte es el gol. Calidad, velocidad y lectura de los espacios. Es la antítesis de lo visto en los 40 minutos anteriores, cuando se vio a dos equipos muy espesos. Y ese gol es un tanto en el que participan jugadores ofensivos muy buenos que tiene el Dépor.
SE PUDO REMATAR ANTES
Marcar al inicio parecía que iba a dar al Deportivo la tranquilidad necesaria en el encuentro. Sin embargo, hubo imprecisiones de Parreño y situaciones que con uno más en el campo se tienen que corregir. El partido se pudo torcer, pero los cambios mejoraron al equipo.
UNA EXPULSIÓN TONTA
La expulsión pueril de Manu Lama acabó por condicionar mucho el encuentro. Es cierto que el tercer tanto llega al final pero hubo muchas situaciones de gol antes. El Granada estaba muy largo, dejando espacios y el resultado pudo ser más amplio, pero es ilusionante.
