Otro verano de borrón y cuenta nueva en el Dépor
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Otro verano de borrón y cuenta nueva en el Dépor

Otro verano de borrón y cuenta nueva en el Dépor
Mfulu (rescindido), Pablo Vázquez (traspasado al Sporting) y Pablo Martínez (no renovado) son tres de los jugadores del curso pasado que salieron del Dépor este verano | Foto: Quintana

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La salida de Álex Petxarroman, que se marcha cedido al Andorra con opción de compra, confirma lo que ya era evidente. Otro verano más, el Deportivo vuelve a rehacer buena parte de su plantilla. Y ya van ocho años seguidos con al menos una docena de bajas estivales. El exceso de jugadores citados en pretemporada hacía presagiar un mercado movido, pero el verano ha terminado por convertirse en una remodelación profunda que, a estas alturas, ya alcanza las 18 salidas entre traspasos, rescisiones, cesiones y finalizaciones de contrato, tanto de jugadores a préstamo como de futbolistas en propiedad. Y la cifra aumentará en las próximas semanas.

 

El equipo blanquiazul comenzó la pretemporada con más de treinta futbolistas y con una base competitiva que había logrado consolidar al Dépor en Segunda tras el ascenso de la 2023-24. Sin embargo, el club coruñés ha decidido tratar de subir el listón dejando a un lado la idea de que el grueso de la plantilla de la pasada temporada podría actuar como base y punto de partida del plantel de Antonio Hidalgo para la campaña 2025-26. Esto ha derivado en un goteo constante de bajas, cesiones y traspasos. Y no solo se han ido jugadores secundarios, ya que el once tipo de la temporada pasada sufrirá una transformación relativamente notable.


En la portería, Helton Leite, titular indiscutible en la 2024-25, se marchó traspasado al Fortaleza tras el pago de la cláusula de rescisión. Un movimiento que deja a Germán Parreño como nuevo guardameta principal en el tramo inicial de Liga y con el recién llegado Daniel Bachmann como competencia directa. En el lateral derecho, Ximo Navarro está lesionado y podría no arrancar el curso, mientras que el club incorporó a un Miguel Loureiro que, en primer lugar, cuenta con la plena confianza de Antonio Hidalgo y, además, aumenta la competitividad en la demarcación y en la plantilla en general.

 

 


En el eje de la zaga, Pablo Vázquez fue traspasado al Sporting de Gijón y su puesto se lo disputarán Lucas Noubi y Arnau Comas, ambos recién llegados. Uno de los dos será a priori el acompañante de Dani Barcia, que sí continúa del curso anterior.


En el lateral izquierdo, Rafa Obrador terminó su cesión y fue traspasado por el Real Madrid al Benfica en una operación que implicó el camino inverso del excanterano blanquiazul Álvaro Carreras. Su lugar en Riazor apunta a ocuparlo Sergio Escudero, que ya estaba en la plantilla pero la temporada pasada estuvo lastrado por una lesión de codo. 


Como pivote posicional, José Ángel, pieza clave en el ascenso y en la consolidación en Segunda, ha sufrido una lesión muscular mientras se recuperaba de una operación de pubalgia y deja espacio a Gragera, uno de los fichajes destacados del verano. 
 

 


En las bandas, la presencia de David Mella está en el aire y Luismi Cruz, que parece perfilado como titular, aumenta la competencia de forma clara en la zona de tres cuatros. Y en punta se espera la llegada de al menos un ‘9’ que compita con Eddahchouri, que ha brillado en pretemporada con cinco goles.


Es decir, a falta de la confirmación en el debut liguero ante el Granada, solo cinco futbolistas que ya estaban la pasada campaña (Barcia, Villares, Yeremay, Mario Soriano y Zaka) parecen tener su puesto asegurado en el estadio Nuevo Los Cármenes.

 

Vaivén de jugadores

Este patrón de cambios masivos no es nuevo. El Deportivo encadena nueve veranos con más de una docena de bajas. En algunos casos, como en los veranos de 2018, 2019, 2020 y 2021, la cifra superó la veintena. Registros más que altos, fruto de cambios de categoría o ajustes forzados por la situación económica. En otros veranos las remodelaciones respondieron a la búsqueda de un salto competitivo que no siempre se logró. De hecho, el verano previo al inicio de la 2017-18, última campaña en Primera, el Dépor sufrió 13 bajas. Una cifra que comparte con la del periodo estival de 2024 y que es la más baja de los últimos tiempos.


El resultado es que el Dépor vive instalado en un ciclo de renovación continua que, si bien le ha permitido rearmarse y adaptarse a cada proyecto, también ha impedido la consolidación de bloques a largo plazo. El caso de este verano lo ilustra bien. El club sigue buscando fórmulas para aumentar el número de salidas priorizando el aumento de la competitividad y la mejoría del fondo de armario a la continuidad del grupo del pasado curso

 

 

 

 

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