Llega el mes de febrero, fatídico el año pasado para los intereses del Deportivo y esperanzador en esta campaña, con el equipo en línea ascendente. Así lo percibe el técnico blanquiazul Óscar Cano (Granada, 1972) que analiza para dxt el mercado, el papel de los canteranos en el primer equipo o la mala gestión de los últimos minutos en los pasados encuentros.
Decía Carlos Rosende que tras el cierre de mercado el Deportivo ha dado un salto, ¿lo ves así?
Yo creo que esa sensación la tenemos todos, los entrenadores y las direcciones deportivas de los equipos de las distintas categorías. Es una obviedad que al mercado se va primero a mejorar y sobre todo con unas sensaciones que no tienes al principio, porque la competición todavía no te ha mostrado en aquello en lo que puedes mejorar. Con estos primeros cinco-seis meses de competición todos los equipos, no solo el Deportivo, van con esa intención (de mejorar) y las primeras sensaciones cuando se consiguen aquellos jugadores que pretendes son esas, de que has mejorado, de que se ha dado un pequeño salto de calidad.
Seguramente la competición te hace darte cuenta de que hay carencias, porque al principio cuando te preguntábamos por el mercado decías que sólo ibáis a ir si se podía mejorar algo, porque nos decías que tenías una muy buena plantilla, ¿te diste cuenta de que había lagunas en el plantel? Porque la realidad es que ha habido cinco movimientos…
Pero cuando se habla de carencias hay que matizar, no se habla de que lo que hay es malo, sino que toda plantilla que se precie tiene un margen de mejora, que como tú bien dices lo vas aclarando a medida que vas compitiendo. Muchas veces la competición te enseña cosas que a priori son inesperadas, por eso el fútbol es tan grande y tan incierto, que hacen que tú veas que son necesarios determinados perfiles que a todas las plantillas, no solo a la del Depor, le completan esa confección del grupo. El otro día nadie esperaba que el campo del San Fernando estuviese seco e irregular, eso te hacía jugar más a los espacios, algo que todavía no nos había ocurrido. En cada contexto competitivo la competición, valga la redundancia, te va mostrando y enseñando que todo equipo es mejorable.
Se comentaba mucho desde el entorno, por parte de la afición, al cierre de mercado que con estos movimientos se le está cerrando la puerta a posibles canteranos que pudiesen subir al primer equipo ¿Se le cierra o no se le cierra? Porque estamos en Primera Federación, si no tienen oportunidades ahora los jugadores jóvenes, ¿cuándo van a tenerlas?
Hay que hacer conjugar dos cosas. La primera, que cada entrenador que va sentándose en el banquillo del Depor sabe que tiene que ganar todas las semanas, por tanto nosotros no estamos aquí para, concretamente, dar oportunidades a nadie, ni esperar a que pasen esas cinco, diez, quince semanas que necesita un jugador joven. Dicho lo cual, lo que sí tenemos que tener es la responsabilidad de saber identificar dónde está el talento, porque en algún momento ese talento va a explotar o a dar la cara y va a decir ‘aquí estoy yo’ y hay que ponerlo. Nosotros no le cerramos la puerta a nadie, eso sí que te lo puedo decir, entrenamos todos los días con cuatro-cinco chavales a los que vamos viendo, en los que vamos observando esa evolución y después están los chicos que ya pertenecen a la primera plantilla. Y ellos parten con la misma dificultad que cualquier otro jugador, ni tienen ventajas ni inconvenientes. Los entrenadores que vamos pasando por aquí vemos en qué momento están, que también hay que matizarlo y contarlo. No todos los jugadores están en el mismo momento de forma durante todo el tiempo y decidimos. El día que alguno de la cantera yo piense que está mejor que otro que no es de la cantera no tendré ningún problema, porque nosotros, como dijo Rosende, no miramos de dónde vienen. Yo te digo lo que hago yo semanalmente. Tengo una serie de jugadores, más otros tantos que hay en el Fabril, incluso he venido a veces a ver al Juvenil, y no tenemos ninguna predilección por nadie. Lo tengo que ver es cómo puedo ganar, a veces entran y otras no. Es un problema más de fondo y de paciencia. Son una serie de circunstancias que yo tengo que tener en cuenta, pero la principal es que a mí me exigen ganar cada semana.
Me he sentado varias veces a hablar con los jóvenes, para que no decaigan
Hablando de esos chicos que están en el primer equipo, tanto Yeremay como Trilli, de este último comentabas un día en sala de prensa que le estaba faltando para poder estar al ritmo de poder competir ¿Le estáis ayudando desde el cuerpo técnico para llegar a conseguir eso? Porque es innegable que ahora Antoñito está mejor y por eso está jugando, entiendo…
Lo mismo que te dije antes de que no tienen ningún privilegio, hay algo en lo que sí tienen un privilegio. Sabemos que son gente nuestra y por supuesto, ellos te lo pueden decir, no solo por parte de mí, también por parte del resto del staff, nos preocupamos muchísimo por esos bajones que inevitablemente tiene la gente joven. Aquí hay una coincidencia, como en todos los clubes del mundo, de que la gente más joven suele ser de la casa. Por tanto estamos muy pendientes de ellos. Hay semanas que las hacen mejores, otras peores, porque son muy jóvenes aún y tienen esos lógicos altibajos. Te lo pueden decir ellos. La mejor manera de confirmar que lo que estoy diciendo es real es que yo he me sentado varias veces a hablar con ellos, me preocupo, ya no solo por ellos desde el punto de vista profesional o deportivo, sino de que nos sientan desde el lado personal, para que no decaigan, para que sientan que les damos el valor que merecen. Y ese merecimiento está más que demostrado, porque en categorías inferiores, incluso Trilli en esta categoría ha demostrado que es un jugador absolutamente válido.
Trilli en esta categoría ha demostrado que es un jugador absolutamente válido
¿Estáis priorizando hacer hincapié en los automatismos ya adquiridos y el jugar siempre de una manera, independientemente de quién esté delante o me adapto un poco al rival? ¿Cómo se conjuga eso?
Todo. Nombras el término exacto, conjugar, no se trata de elegir una cosa u otra, sino de tratar de hacer que ambas estén presentes. Que nunca dejemos de ser nosotros mismos y que a su vez seamos capaces de, siendo nosotros mismos, adaptarnos a lo que las situación nos exige. Y para eso necesitamos de una alta gama de perfiles, es decir, gente que juegue a lo mismo, y gente que nos otorgue esa plusvalía de hacer cosas distintas.
Entonces, ¿qué le pasa al Depor? ¿Por qué no es el mismo fuera de casa? ¿Es un ‘debe’?
Sí, pero yo quiero que no exageremos las cosas. Posiblemente la forma en la que yo lo he dicho haga pensar que los resultados fuera de casa son malos. Pero han obtenido en torno al 50% de los puntos que hemos disputado fuera de casa. No soy una persona que se detenga a excusarse sobre aquello que ha ocurrido pero, es cierto, va a llegar la derrota (a domicilio) en la que, posiblemente, hasta estemos con un jugador más sobre el campo. Pero, hasta la fecha las tres derrotas (como visitante) han sido jugando más de media hora con uno menos, eso condiciona mucho. A pesar de que nosotros debemos ser el mejor equipo, no hay tanta diferencia entre el mejor y el resto como puede haber en otras categorías. Ningún equipo es el mismo fuera que en casa y además se dan una serie de detalles, connotaciones que tienen que ver con el campo, con lo que los equipos contrarios tratan de imponer en su casa, el generar los ambientes que nosotros también aquí generamos en Riazor... Dicho esto, también tenemos que tener la ambición de ser un equipo mucho más fiable fuera de casa y en esas estamos. Nuestra preocupación es ganar cada uno de los partidos que tenemos frente a nuestras narices, pero sí que es cierto que a mí me gustaría ver una mejor versión del equipo como visitante.
¿Y se está hablando desde el cuerpo técnico a los jugadores de la gestión de los minutos finales? Porque se perdieron puntos contra el Alcorcón, ante el San Fernando, puntos que nos darían otra perspectiva de la clasificación…
Sí, pero por otra parte se han ganado puntos, no a lo mejor en los últimos minutos, pero sí en estadios donde no lo hemos merecido (Algeciras, Ceuta). En esa inevitable circunstancia que trae el fútbol como deporte complejo y lleno de incertidumbre pienso que nos debe más de lo que nos hemos cobrado, sinceramente.
A diferencia de lo que ocurrió el año pasado ¿le puede favorecer al Depor el ir poco a poco yendo hacia arriba?
Se han conseguido muchas cosas y son noticia en función de las circunstancias cuando nosotros llegamos. Al principio se percibía una mejoría pero entrábamos y salíamos de playoff. No éramos un equipo mínimamente asentado. Hemos reducido bastante la distancia respecto a los primeros y sentimos que somos equipo de playoff. Son seis puntos de diferencia con el sexto. Hemos dado esos pasos, hay que dar el siguiente sin perder el pertenecer al grupo de cabeza y dar alcance a los de arriba. Si eso acontece antes o después, a mí me da igual, con que ocurra en el momento preciso para entonces ser un clarísimo aspirante a ser campeón.
Decías que el Depor ya se cree equipo de playoff, ¿cuánto le falta para que se crea equipo de ascenso directo?
Ya nos lo creemos, porque la competición nos ha mostrado que somos capaces de reducir una distancia considerable que había, de diez puntos. El otro día en el 93 y medio, a dos puntos del líder, por lo que lo tenemos ahí.
¿Y si tuviéramos que ir al playoff sería un fracaso?
Ahora mismo somos un equipo que opta a ascender, segundo, opta a ser campeón porque estamos a una distancia mínima de alcanzar al que ahora va líder y tenemos argumentos futbolísticos para llegar a serlo. Si eso ocurriera (playoff) tenemos que estar preparados y creo que la plantilla lo está para afrontar un ascenso de forma indirecta.
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