Mario Soriano está a las puertas de completar una temporada sin ausencias, un logro al alcance de pocos en el fútbol profesional. El mediapunta del Deportivo ha participado en los 40 partidos de Liga disputados hasta ahora y también en el encuentro de Copa del Rey en el que el equipo blanquiazul cayó eliminado ante el Ourense CF en O Couto (1-0). Con 41 apariciones oficiales, Soriano es uno de los cuatro únicos futbolistas de Segunda División que han estado presentes en todos los compromisos oficiales de su equipo esta temporada.
Esta misma semana, el madrileño ha dado una nueva muestra de su resistencia. Tras realizar trabajo personalizado el martes y ejercitarse ayer parcialmente con el grupo, hoy completó el entrenamiento con normalidad en Abegondo. A falta de dos jornadas, el ex del Atlético está decidido a mantener intacto su pleno de partidos, una meta que refleja tanto su ambición como su capacidad para gestionar el esfuerzo físico a lo largo del curso.
Junto a Mario Soriano, únicamente tres futbolistas del Levante pueden presumir del mismo registro: el portero Andrés Fernández, el mediapunta Carlos Álvarez y el veterano atacante José Luis Morales. Al igual que el madrileño, los tres jugadores granotas han disputado los 40 encuentros ligueros y el único partido de Copa que jugó su equipo, en su caso con derrota en Pasarón ante el Pontevedra (4-1). Estos cuatro nombres componen la reducida lista de futbolistas de Segunda que han logrado mantenerse activos en todos los partidos oficiales de la temporada, sin excepción.
La constancia de Mario Soriano no es fruto del azar. Ha sido titular en 37 de los 41 partidos jugados en la presente temporada y su rendimiento ha ido a más con el paso de los meses. Ya fue importante en la primera parte del curso, bajo las órdenes de Imanol Idiakez, aunque pasó tres jornadas consecutivas en el banquillo. Con la promoción del técnico Óscar Gilsanz desde el Fabril, su rol se consolidó definitivamente. Desde entonces no ha vuelto a ser suplente en Liga y solo cedió su puesto en el once en la eliminatoria copera disputada en O Couto.
La marcha de Lucas Pérez en el mercado de invierno también le benefició. La salida del atacante le abrió las puertas de la mediapunta, su posición natural, tras haber alternado anteriormente el doble pivote y las bandas, como falso extremo. Con Gilsanz, Soriano ha sido indiscutible siendo el enlace entre el centro del campo y el ataque.
Pero si algo ha marcado la temporada de Soriano es su fiabilidad física. A pesar de la dureza del calendario, ha logrado esquivar lesiones, gestionar la fatiga y mantenerse disponible partido tras partido. Una resistencia que no es casual. Es el resultado de una transformación iniciada años atrás y consolidada durante la pandemia. “Si quieres llegar al fútbol de élite, a jugar partidos cada tres días, tienes que trabajar todo al detalle en tu cuerpo, en la alimentación, en el descanso…”, explicó en una entrevista a DXT Campeón el pasado marzo.
Durante sus años en la cantera del Atlético de Madrid, Mario Soriano solía sufrir calambres musculares de forma recurrente a partir del minuto 60 o 70. “Probé 50.000 cosas y no servía nada”, reconoció el mediapunta, que encontró en su hermano Daniel una figura clave para dar un cambio a su preparación física durante la pandemia: “Mi hermano se puso a investigar, le hice caso y dio un giro muy radical a mi forma física. Empecé a aguantar bien los 90 minutos hasta el final y a aumentar, como dicen ahora, los HSR (High Speed Runs), que son movimientos de alta intensidad durante el partido. Hay que cuidar todo”.
Esa atención al detalle es hoy una de sus señas de identidad y pocos pueden seguir su ritmo. En la plantilla del Deportivo, el central Pablo Vázquez se puede quedar muy cerca de completar la temporada perfecta. Ha sido titular en los 40 partidos de Liga, sin perderse ninguno, pero se quedó sin minutos en el partido de Copa en O Couto, pese a haber sido convocado. Ese único encuentro lo aparta de la lista de los incombustibles, a la que tampoco pudieron sumarse otros seis futbolistas de la categoría: Raúl Fernández y Jon Gorrotxategi (Mirandés), Alfonso Herrero (Málaga), Ander Cantero (Burgos), Jokin Ezkieta (Racing de Santander) y Youssouf Diarra (Tenerife). Todos ellos han disputado los 40 encuentros de Liga, pero no tuvieron participación en la Copa del Rey, lo que les impide alcanzar el pleno absoluto.
Los porteros Raúl Fernández y Alfonso Herrero, el defensa Pablo Vázquez, el pivote Gorrotxategi y el mediapunta Diarra no jugaron en un único encuentro de Copa, mientras que los arqueros Cantero y Ezkieta se perdieron dos y tres eliminatorias, respectivamente.
El caso de Soriano cobra aún más valor al analizar el contexto de una Segunda División tan exigente. A falta de dos partidos para el cierre del curso, el de Alcalá de Henares acaricia una marca que lo diferencia del resto. Si logra disputar algún minuto en los encuentros ante el Zaragoza en La Romareda y contra el Elche en Riazor, firmará un pleno absoluto: 43 partidos oficiales jugados, sin ausencias. Una cifra que habla de su fiabilidad y también de su carácter. En un fútbol donde la rotación es norma y el descanso a veces es necesidad, Mario Soriano demuestra que está preparado para mantener un rendimiento y un ritmo competitivo al alcance de pocos.