Luces y sombras en la ‘Unidad B’ del Dépor
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Luces y sombras en la ‘Unidad B’ del Dépor

Los menos habituales están teniendo su momento en este tramo final, aunque no todos aprovechan la oportunidad
Luces y sombras en la ‘Unidad B’ del Dépor
Jaime

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No es cuestión exclusiva del Deportivo. Cada temporada aparece el mismo debate entre los aficionados de todos los equipos del mundo sobre los jugadores que menos minutos tienen a lo largo del curso. Y es que por lo general, el seguidor no se fía de su entrenador, por lo que hasta que no lo comprueba con sus propios ojos, se cree legitimado para dudar de las decisiones que llegan desde el banquillo. Incluso para retorcer el relato a conveniencia, señalando que el motivo de que un futbolista no rinda cuando tiene la oportunidad se debe a que durante el resto de la campaña ha jugado poco.

 

Y en ese escenario, entre discusiones de si apareció antes el huevo o la gallina, de si juegan poco porque lo hacen mal, o lo hacen mal porque juegan poco, los protagonistas que conforman la segunda unidad deben pelear por hacerse un hueco y rendir lo mejor posible cuando el técnico, cualquier técnico, los necesita. Por supuesto que el fútbol tiende a ser injusto con ellos, los propios entrenadores lo reconocen cada vez que se ponen delante de un micrófono, pero ante esta tesitura hay jugadores que son capaces de rebelarse contra su propio destino y hay otros que se acomodan en la coartada de la falta de ritmo o confianza… o simplemente le dan la razón al que toma las decisiones.


El Deportivo terminará esta temporada con 26 futbolistas en su primera plantilla. Por circunstancias de la competición y algunas situaciones desafortunadas relacionadas con las lesiones, los integrantes de la nómina blanquiazul están teniendo en los últimos meses la oportunidad de dar un paso adelante y demostrar que han estado infrautilizados por Idiakez y Gilsanz. O, cuando menos, que podían haber respondido perfectamente ante la contingencia de algunos de los titulares que, directamente, son mejores en su posición. Con la salvación en la mano y tres partidos por delante para confirmar notas o acudir a la recuperación, repasamos el rendimiento de un grupo en el que también hay varias piezas que ni siquiera han tenido la oportunidad de examinarse.

 

Genreau
Genreau

 

De garantías

El mejor ejemplo de esos profesionales que siempre están, no importa cómo ni cuándo se marque su número, es Jaime Sánchez. El ‘Coronel’, uno de los capitanes y pieza clave en el vestuario, ha ido perdiendo con el paso de los años protagonismo en el verde, pero nunca le ha fallado a los entrenadores cuando han tenido que recurrir a él. Su participación en el ascenso, en la que apenas superó los 1.000 minutos, fue decisiva por su versatilidad, ofreciéndole soluciones a Idiakez en el centro de la defensa, como lateral derecho e incluso como mediocentro. Los problemas físicos han reducido incluso más su papel en la 2024-25, en la que en esta recta final la lesión de Barcia y, según apuntó Gilsanz, el rendimiento de Pablo Martínez, le han dado la oportunidad de redimirse. Ha sido titular en los últimos dos encuentros. Más allá del gol en propia concedido ante el Albacete, las sensaciones han sido positivas.


Más dudas había con Nemanja Tosic, pero el serbio tampoco utilizó ninguna coartada. Llegó en enero como refuerzo de urgencia para el lateral zurdo por la lesión de Escudero y su puesta en escena dejó mucho que desear. Tras una adaptación y la lesión de Obrador, su momento fueron cuatro partidos de inicio en los que demostró ser un futbolista que va de cara. Evidentes problemas con la pelota, pero una sobriedad más que notable en defensa. La recuperación del joven cedido por el Madrid lo ha devuelto al banquillo, pero eliminando en el deportivismo el escepticismo y ese pánico inicial a una nueva posible lesión del titular.


En diferente situación está Barbero. El delantero andaluz está terminando el curso en buen estado de forma y suma dos goles en las dos últimas jornadas. Pasado el shock inicial de verse relegado a la suplencia tras la llegada de Eddahchouri, el paso de las semanas están confirmando que quizá cargar con el peso de ser el ‘9’ titular del Dépor era excesivo y la primera vuelta se le hizo cuesta arriba. Desde el fichaje del punta neerlandés, Barbero únicamente ha sido titular en dos encuentros recientes, Mirandés y Racing de Santander, dejando mejores actuaciones, las de un jugador liberado al que le sienta mucho mejor su rol de revulsivo.

 

Los nu00fameros de la segunda unidad del Depor

 

Piden más tiempo

En el siguiente escalón están aquellos jugadores que, por unos motivos u otros, están reclamando más minutos en este tramo final de temporada. Uno de los casos más claros es Diego Gómez, que tras su regreso en enero ha ido poco a poco sumando adaptación y confianza hasta completar ante el Sporting su mejor partido. La lesión de Mella le ha abierto la puerta al canterano para tener un buen final de temporada y parece dispuesto a aprovecharlo.


De este grupo también forman parte dos futbolistas que sí están en la disciplina blanquiazul desde principio de temporada, pero que nunca han llegado a tener la consideración de opciones reales desde el banquillo. Son Hugo Rama y Charlie Patiño, que todavía guardan la esperanza de tener su momento de gloria en estas tres jornadas que quedan. El camino recorrido por ambos es diferente. También lo es el momento de sus carreras. El de Sigüeiro apura lo que apuntan a ser sus últimas semanas de una etapa en el Deportivo que se recordará sin pena ni gloria. Al menos recientemente ha conseguido convencer a Gilsanz para escalar puestos en la rotación y está participando con frecuencia, aunque alternando momentos de brillo puntuales con otros que siguen arrojando las mismas dudas que lo han perseguido en estas dos campañas.

 

Los números de la segunda unidad del Depor 2


El caso del centrocampista británico es el de la promesa que se está demorando. Su primer año como blanquiazul ha sido muy complicado y apenas suma 73 minutos entre todas sus participaciones en Liga. Es una de las grandes apuestas de futuro por parte del club coruñés, por lo que se espera que en las próximas jornadas tenga continuidad después de su estreno en Riazor y el paréntesis ante el Sporting, donde volvió a quedarse sin jugar.

 

Sin respuesta

El balance general de los menos habituales refleja a la perfección los problemas de fondo de armario que ha tenido el Deportivo. Porque de estos 12 futbolistas que componen la segunda unidad, en la que no califican piezas como Parreño, portero suplente, o Escudero y Gauto debido a sus problemas físicos, el elenco de futbolistas que han dejado a deber es el más numeroso.

 

En un espacio gris por su condición de fichaje de invierno, pero acercándose peligrosamente al suspenso, está Denis Genreau. El australiano disfrutó en Gijón de su segunda titularidad y la sensaciones fueron igual de malas que en la primera ante el Castellón. Conviene no sacar conclusiones precipitadas de un jugador que logró hacerse un hueco en la liga francesa, pero el cambio debe ser importante para escapar de este último escalón. 

 

No cuentan con tal beneficio de la duda otros cinco futbolistas que, al menos en el caso de la mayoría, ni siquiera llegaron con la intención de que terminaran siendo segunda unidad. Han decepcionado de forma mayúscula jugadores como Bouldini, uno de los fichajes estelares del verano y por el que el Dépor pagó un importante traspaso al Levante, o Mfulu, que llegó de Primera con pedigrí de los ascensos logrados con Las Palmas y Elche. El delantero marroquí se encargó de quitarle la razón a Idiakez y Gilsanz cada vez que confiaron en él para ser titular, mientras que el centrocampista congoleño, lastrado por sus problemas físicos cuando había alcanzado el nivel para asentarse en el once, pasó de dejar dudas en su competencia con José Ángel a no ser siquiera primera opción para sustituirlo ahora que el andaluz ha tenido que dar un paso al lado por su pubalgia.


Quizá con menos caché, pero otros dos refuerzos que han terminado decepcionando son Cristian Herrera y Petxarroman. El canario ha vuelto a tener presencia con la lesión de Mella después de desaparecer por completo de la rotación, sobrepasado por el Dépor tras un inicio prometedor. Una montaña rusa a la que también se subió Petxa, otro de los fichajes que llegó vía traspaso. Arregló un inicio terrorífico con varios errores graves estabilizándose en el lateral y la baja de Ximo le ha dado la oportunidad de cambiar el curso de su temporada, pero actuaciones como la de El Molinón no terminan de despejar las dudas. 
Aunque la caída más grande ha sido la de Pablo Martínez, que empezó la Liga como titular y la terminará como cuarto central tras perder el puesto en las últimas jornadas.

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