La semana de entrenamientos aún está empezando pero tanto en el seno del Deportivo como Imanol Idiakez saben de la importancia del partido que este fin de semana enfrentará al Deportivo con el Celta Fortuna en Balaídos.
Sin relajaciones
Por eso, el entrenador blanquiazul no escatimó en arengas hacia sus pupilos durante un ejercicio de fútbol con porterías pequeñas y grandes. “Hay que hacer más y hablar menos”, pedía el técnico vasco durante la tarea, en la que exigía que no se parasen y que no hubiese interrupciones en el juego.
“No te pares, le damos ritmo”, exclamaba el preparador durante un momento del ejercicio. “Jugad la pelota”, exclamaba una y otra vez el técnico, que no dejaba de felicitar a los suyos cada vez que lo hacían bien, personificando a veces las jugadas y en otros casos premiando al colectivo.
No obstante, durante el entrenamiento, de aproximadamente hora y media, hubo varios sustos. El más preocupante lo protagonizaba Iván Barbero, que al igual que le había ocurrido la semana pasada, volvía a llevarse un golpe en la rodilla izquierda, de la que fue operada de una rotura de menisco.
El delantero se quedaba tendido sobre el campo, pero tras interesarse los galenos y sus compañeros por él, podía continuar y completar el entrenamiento.
Barbero portaba una cinta kinesiológica, precisamente protegiendo la articulación. No obstante, en un primer momento, se levantaba cojeando. También se llevaba un golpe, durante un lance del juego, Salva Sevilla, pero concluía las tarea con el grupo.
