El Deportivo, además de informar del fichaje de Gorka Santamaría ayer por la tarde, aprovechó en el mismo comunicado para confirmar en el penúltimo párrafo la continuidad de Borja Jiménez, ambas noticias adelantadas el pasado viernes por este diario.
El club ha entendido, como defendía la secretaría técnica, encabezada por Carlos Rosende, que es el idóneo para seguir dirigiendo a la plantilla.
En el penúltimo párrafo
La información relativa al técnico de Ávila aparecía, no obstante, algo camuflada en medio del comunicado y no era hasta el penúltimo párrafo de la noticia donde se afirmaba que el preparador seguiría al frente del Deportivo.
“Gorka Santamaría convértese, deste xeito, na primeira incorporación a un equipo que, na próxima temporada 2022-23, continuará dirixindo desde o banco Borja Jiménez e que desde onte coñece os seus rivais no Grupo I de Primeira RFEF”, versaba el escrito publicado ayer a las 19.06, horario habitual de los anuncios desde el curso pasado del Deportivo, coincidiendo con su año de fundación. El técnico de Ávila tenía contrato en vigor con el club blanquiazul, con opción a un año más.
El hecho de que Borja siga al frente del Deportivo supone una apuesta por la continuidad, después de muchas temporadas en las que el baile de técnicos en el banquillo herculino había sido una constante.
Desde que Víctor Sánchez del Amo completó la liga 2015-16, ningún entrenador blanquiazul había logrado iniciar y acabar el campeonato, hasta la llegada de Borja Jiménez.
La afición, satisfecha
Tras adelantar que el preparador seguiría comandando la nave deportivista, este diario realizó una encuesta a través de las redes sociales entre los lectores de este diario sobre su opinión al respecto de la continuidad de Borja. La gran mayoría consideraron que era importante que hubiese estabilidad en la banqueta, tras años de vaivenes y que el míster se merecía que le brindasen una nueva oportunidad, tras una campaña en la que se quedó a siete minutos del ascenso a Segunda división.
Con Borja, el Deportivo logró más puntos en la fase regular que el Andorra, que ascendió directamente a Segunda División, pero el bajón que sufrió durante parte de la segunda vuelta, sobre todo en el mes de febrero, y la explosión del Racing de Santander le hicieron perder la primera plaza del Grupo I y, con ella, regresar automáticamente al fútbol profesional.
Posteriormente, lo intentó por la vía del playoff, en la que superó al Linares y se quedó a siete minutos de lograr el ascenso tanto en el tiempo reglamentario como en la prórroga del partido con el Albacete, en el que le servían las tablas.
