Convenció al Deportivo por su bagaje con el Sabadell, el Sevilla Atlético y el Huesca. Pero más allá de sus resultados, su perfil de entrenador capaz de optimizar el talento de sus plantillas fue otro de los motivos por los que el club herculino le dio las llaves de cara a la temporada 2025-26. Antonio Hidalgo llega a Riazor con la misión de extraer rendimiento de varios de los actuales futbolistas de la plantilla. De hacer evolucionar a los jóvenes y de tocar en la tecla de otros que no lo son tanto, pero han dejado actuaciones por debajo de lo esperado. Lo sabe. Y además, ya lo ha hecho antes.
“Es algo que me encanta, disfruto intentando hacer ver a mis jugadores el potencial que tienen, llevarlos al límite de sus posibilidades. Hacerles ver que con trabajo y sacrificio, eso va a estar mucho más cerca. Intentaremos llevarlos al siguiente nivel y es algo fundamental para el crecimiento del club y el crecimiento de ellos”, explicaba el técnico en su presentación con el Dépor, el pasado 11 de junio, preguntado por poder contar con futbolistas jóvenes como Yeremay Hernández, David Mella o Dani Barcia.
Al margen de los tres grandes talentos de la cantera, Hidalgo tendrá a su disposición a otros ‘imberbes’ como Charlie Patiño, Rubén López, Diego Gómez o un Lucas Noubi que acaba de llegar. Pero también a deportistas como Álex Petxarroman, Denis Genreau o Zakaria Eddahchouri. Todos ellos cuentan con potencial para ofrecer más de lo que han dejado en sus primeros meses como deportivistas. O al menos eso entiende el club, que busca en Antonio Hidalgo al hombre capaz de encontrarles el encaje y lograr que ‘exploten’ de una manera similar a la que ya ha hecho a lo largo de su corta carrera como entrenador con otros futbolistas que, tras pasar por sus manos, dieron el salto a una nueva dimensión.
El del camerunés es el caso evidente más reciente y la demostración de que se puede seguir evolucionando como futbolista ya más cerca de los 30 que de los 20. A sus 27 años, el delantero ha explotado como punta y se ha ganado un contrato de tres temporadas en un Almería con el que aspira a estrenarse en Primera División.
Hasta ahora, su pico eran los 9 goles que el curso 2023-24 marcó en Primera Federación con el Ibiza, entidad en la que actuó como cedido por el Huesca. No confiaron en él al principio en El Alcoraz y tampoco terminó de rendir en Santander. Sin embargo, su unión con Hidalgo marcó un punto de inflexión, ya que le encontró su óptimo rol como punta de un equipo contragolpeador y Soko respondió con 13 dianas. Esa marca le valió, además, para ganarse sus dos primeras internacionalidades con Camerún.
El carrilero zurdo es otro de los futbolistas que ha evolucionado de manera notable a las órdenes de Antonio Hidalgo, que apunta a seguir desarrollándolo en el Deportivo. Tras pasar por las canteras de Barça y Valladolid, el catalán llegó al Huesca hace tres temporadas, después de un gran año en Primera Federación con el Atlético Baleares que también le valió para que el Dépor se interesase —sin éxito— por él.
Después de un primer curso en el que tan solo fue titular en 12 encuentros y estuvo por detrás de Florian Miguel (Burgos), la llegada de Hidalgo poco antes del ecuador de la campaña 2022-23 le convirtió en titular casi indiscutible. Como carrilero ha destacado sobre todo subiendo la banda y en el balón parado. Tanto que a sus casi 26 años se ha ganado cierto cartel en Primera.
El cercedense acumulaba a su llegada al Alcoraz tres temporadas en Segunda División. Las dos primeras, muy joven en el Córdoba. La tercera, la 2022-23 en un Lugo en el que jugó más de 3.000 minutos, pero acabó descendiendo.
Loureiro era un lateral de buen perfil defensivo, pero con más dificultades con pelota más allá de su capacidad para recorrer la banda por físico. Pero Hidalgo lo convirtió en algo más que eso. Más allá de descubrir su potencial rematador en las acciones de balón parado —ha anotado seis goles estas dos últimas temporadas cuando solo había hecho dos en toda su carrera—, el futbolista que pasó por la base del Deportivo es ahora uno de los mejores defensores de la categoría. Y además, polivalente. Tiene capacidad para jugar tanto de carrilero en línea de cinco, como de lateral en línea de cuatro, como de central derecho en línea de tres. Su renovación automática por partidos le resta casi cualquier opción de salir este verano.
Ahora es un delantero consolidado en Primera División y el último canterano surgido de la cantera sevillista, pero antes de la llegada de Antonio Hidalgo pasaba de puntillas por el filial nervionense.
A partir de que el técnico catalán asumió las riendas del Sevilla Atlético en la jornada 8 de la 2022-23, Romero se destacó con ocho tantos esa temporada que acabó en permanencia holgada. Al curso siguiente marcó cinco goles en los seis partidos iniciales, los únicos que Hidalgo dirigió antes de cambiar la ciudad sevillana por Huesca. En ese inicio empezó a ganarse definitivamente la confianza para que el club le subiese al primer equipo en invierno, ya sin ser sub 23, y después de haber certificado once dianas en media temporada. De enero a abril materializó cuatro goles más en Primera División y llegó a sonar para la selección, aunque en la temporada recién finalizada, su primera completa, solo logró un tanto.
El mediocentro de Jerez de la Frontera acumula 18 encuentros oficiales con el primer equipo del Sevilla a sus 20 años. No fue hasta los 18 cuando se asentó en el filial, de la mano de Antonio Hidalgo, que le dio sus primeros minutos de la temporada en su tercer partido como técnico sevillista.
Siendo todavía juvenil de segundo año, acabó esa campaña con 20 partidos y más de 1.600 minutos en Segunda RFEF, consolidado como cerebro del equipo de todos los que ha tenido Hidalgo que más ha explotado el juego interior. Su buen curso con el técnico de Granollers le permitió debutar esa campaña 2022-23 con el primer equipo. Lo hizo nada más y nada menos que contra el Real Madrid en el Sánchez Pizjuán y como titular, días antes de que el equipo se jugase su séptima Europa League contra la Roma.
Antonio Hidalgo coincidió con el ahora futbolista del Levante en el último año del sevillano en el club que lo formó. Después de cuatro temporadas en el filial, Carlos Álvarez salió rumbo al Levante para jugar en Segunda División. Tras destacar en su primer curso como granota, en esta última temporada ha liderado al equipo hacia Primera División.
Antes de comnezar a rendir en la categoría de plata, Álvarez vivió una temporada de ‘explosión’ con Hidalgo, que le dio las llaves de su filial en Segunda Federación. A pesar de que parecía un niño entre hombres, Carlos Álvarez destacó como mediapunta haciendo jugar a un equipo que ganó mucha más capacidad asociativa gracias a su presencia. Así, en esa temporada 2022-23 logró estrenarse por fin con el primer equipo en encuentro oficial. Después de participar en dos encuentros de Copa, tuvo su oportunidad también en liga. Fue en un encuentro de liga contra el Getafe, en enero del 2023. Al término de ese curso, el club hispalense le dejó irse al Levante sin coste alguno, aunque se guardó un porcentaje de una futura venta.
Los casos hasta ahora expuestos responden a perfiles de futbolistas jóvenes o de mediana edad que encuentran con Hidalgo su ventana de rendimiento más óptimo. Sin embargo, no son los únicos, pues el técnico catalán también ha logrado hacer volver a hacer destacar a ‘veteranos’ que parecía que habían pasado ya su mejor época. Son los casos evidentes de Óscar Sielva, que ha vivido estos dos últimos cursos —especialmente el último— una segunda juventud o del coruñés Ian Mackay.
El primero debutó en Primera a los 17 años, cuando era promesa del Espanyol. Pero tuvo que ganarse su sitio en el fútbol profesional destacando en Segunda B y ascendiendo con la Ponferradina, ya con 27 años. En sus dos cursos en Segunda en el Bierzo sobresalió, pero desde entonces no había vuelto a ofrecer ni en Eibar ni en Huesca un nivel similar... hasta que se cruzó con Hidalgo. Esta temporada, con 33 primaveras, ha sido el organizador de un equipo que rozó playoff y en el que contribuyó con seis goles gracias a su enorme capacidad en el balón parado.
Mientras, Ian Mackay no solo retornó a Segunda con el Sabadell como pieza clave en el ascenso, sino que en esa temporada 2021-22 en la categoría de plata fue elegido como mejor portero de la categoría. Fue el pico de forma de su carrera, ya con 34 años y de la mano de un Hidalgo experto en sacar rendimiento. Tiene trabajo en el Dépor.