Iago López-Marra "recarga" la batería en Galicia para una "medalla" en Tokio
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Iago López-Marra "recarga" la batería en Galicia para una "medalla" en Tokio

Iago López-Marra "recarga" la batería en Galicia para una "medalla" en Tokio
El olímpico Iago López Marra practica "wing foil" como actividad complementaria al 49er, en aguas de su localidad natal de Portosín | EFE

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El olímpico Iago López-Marra recarga las baterías en Galicia antes de afrontar el tramo final de su preparación para los Juegos Olímpicos, en los que competirá junto a Diego Botín en la clase 49er con el objetivo de regresar de Tokio con una medalla que recompense todo el trabajo y el tiempo que le han dedicado.


Doble campeón de Europa, subcampeón del Mundo, olímpico en Río y clasificado para sus segundos Juegos, López-Marra atiende a Efe en su última desconexión en casa, en la localidad coruñesa de Portosín.


Allí le acompaña estos días Kahena Kunze, su pareja, campeona olímpica de la misma clase (49er) en Río, donde acabó por delante de las neozelandesas Maloney y Meech, de las danesas Hansen y Salskov-Iversen y de las españolas Támara Echegoyen y Berta Betanzos. Parte como favorita para Tokio.


Iago separa su vida personal de la profesional. En la entrevista y en el mar, donde no se vería compitiendo junto a Kahena en una clase mixta. En el agua disfrutan con otras modalidades deportivas, como el surf. En 49er, la pareja del gallego es Diego Botín, con el que coincidió ya en Río.


"Nos llevamos muy bien los dos. Somos una pareja más consistente que la que fue a Río; nos conocemos mucho más y con el equipo estamos trabajando muy bien. Eso está dando sus frutos en las regatas", explica.


Con Botín comparte gran parte del año. "Es un trabajo muy intenso, pasas a lo mejor 250 días al año con esa persona, son muchas horas, y al final no deja de ser convivencia. Somos personas diferentes, pero con un mismo objetivo. A veces da lugar a conflictos, pero nos dividimos las tareas para que sean más llevaderas", señala sobre el día a día con su compañero de embarcación.


Hasta finales de abril estará en Galicia. A Tokio se iban a ir a mediados de mayo, pero se ha aplazado un mes, hasta bien entrado junio. Antes de viajar a Japón, se concentrará nuevamente en Cantabria.


"Hicimos un grupo de barcos que vienen a Santander y entrenaremos bien allí. A lo mejor hacemos alguna pequeña regata en el Club Marítimo. Siempre está bien hacer regatas", dice López-Marra, que en la pandemia echó de menos "esa adrenalina extra que aporta la competición".


La última fue a finales de mayo en Lanzarote y Botín y López-Marra se impusieron con una gran diferencia de puntos sobre los daneses Warren y Pretch-Jensen y los irlandeses Dickson y Waddilove.


"Salió increíble. Desde el primer día obtuvimos buenos puestos y estuvimos muy acertados tanto en velocidad como en la toma de decisiones en la regata", señala sobre la prueba de Lanzarote, que sirve de 

referencia para Tokio, pero con matices.


"Solo faltaban dos barcos punteros, los neozelandeses y los alemanes, y está mucho mejor haberla ganado que haber quedado de 17, pero quedan cuatro meses, la gente mejora mucho en la recta final y no nos podemos relajar", advierte.


López-Marra no esconde que en Tokio "el objetivo es intentar sacar la medalla", del color que sea, aunque el dorado "siempre se quiere más".


De lo negativo de la pandemia, el regatista gallego extrae lo positivo. Estuvo "más en casa" y además los deportistas fueron "los primeros en poder salir" para desarrollar su actividad. Ese periodo de desconexión le permitió "renovar el aire" después de un subcampeonato en el Mundial de Australia.


Su tierra, confiesa, "recarga mucho las pilas". "Es como si me enchufasen y la batería ganara rayitas en Portosín con el mar y el surf".


Con las pilas cargadas afronta el último tramo de la preparación. Es momento de "reforzar" conceptos, de "planificación", de ser "consistente" y de dejar "listo el material" para Japón.


Una medalla daría por bueno "todos los años de esfuerzo" que ha brindado a la clase 49er "hasta ahora. Sería una recompensa. Sería como un premio al trabajo", reflexiona.

Iago López-Marra "recarga" la batería en Galicia para una "medalla" en Tokio

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