El ariete del Deportivo Miku Fedor se encuentra en la recta final de la recuperación de su sobrecarga en los aductores, que hizo que fuese baja ante el Guijuelo y el Racing de Ferrol.
La semana, sin partido el fin de semana, ha supuesto una oportunidad de recuperación para el delantero venezolano, que quiere llegar al encuentro del próximo domingo 7 de marzo a las 19 horas ante el Pontevedra en el Abanca Riazor.
Hoy en la sesión de trabajo en Abegondo, la última de esta semana, participó en los rondos junto al resto de sus compañeros, una buena noticia, tras una semana en la que tuvo trabajo específico bajo la supervisión del readaptador Fran Molano.
Después de unirse en ese trabajo inicial de calentamiento al resto del grupo, pasó a realizar tareas con balón junto al readaptador en el campo 4 de entrenamiento, con toques de pie y de cabeza.
Un paso más
Tras estas tareas, en el campo dos de entrenamiento el ariete se sometió a diferentes ejercicios como esprints entre postes, para medir la explosividad. Ya con el balón, el punta trabajó no solo la conducción sino también los disparos, con oposición del propio Molano y para terminar remates, tras centro, en esta ocasión sin oposición ni portero.
Si todo discurre según lo previsto, el delantero se ira reincorporándose paulatinamente al trabajo grupal, con vistas a que Rubén de la Barrera pueda contar con él de cara al choque ante el conjunto granate.
Contratiempo
Mientras Miku mejoraba, el canterano Diego Villares daba el susto en la sesión. El de Villalba se llevó un golpe en la rodilla durante un lance de juego, por lo que tuvo que abandonar antes el entreno, en compañía de los galenos. Fue durante el fútbol en espacio reducido, trabajo que, siguiendo el plan de los Servicios Médicos, tampoco realizó Derik Osede, presente sin contratiempos en el resto del entrenamiento. l