El próximo domingo el Juvenil A tiene la oportunidad de oro para consagrarse como campeón de la División de Honor. Llega al último partido en la mejor de las condiciones. Líderes, con tres puntos de ventaja sobre el Celta y a un escenario en el que ya sabe lo que es ganar un título liguero.
Puntuar servirá al conjunto de Miguel Figueira para alzarse como campeones del Grupo 1. De esa forma, conseguirían además el billete que da acceso a la Copa de Campeones que se disputará en el estadio El Toralín de Ponferrada entre el 26 de mayo y el 1 de junio.
El destino ha querido ser caprichoso y, aunque esta vez todo parece estar más de cara, el equipo blanquiazul se lo jugará todo en el mismo campo en el que se proclamó campeón en la temporada pasada: el campo de fútbol de Condomínguez, feudo del Val Miñor.
Por aquel entonces no era tan sencillo creer. De hecho, la distancia que guardaba el líder en las última jornadas, el Racing de Santander, parecía insalvable. Sin embargo, el Deportivo terminó encontrando el premio a la insistencia merced al tropiezo del equipo cántabro en Compostela (1-0) en la última jornada y al vencer en su encuentro al Val Miñor (1-3).
El Deportivo tenía claro que, si quería el título, no podía fallar ante un Val Miñor ya salvado. Mantuvo el control del encuentro durante los 90 minutos y, con un ojo puesto en el duelo entre Compostela y Racing de Santander, hizo sus deberes al vencer con goles de Lucas, por partida doble y Zoe. Ya con el 1-3 en el marcador, los focos pasaron a Santa Isabel, donde el cuadro cántabro se dio de bruces contra una espiral de frustración de la que no logró salir. Con el pitido final se desató la locura en el campo de fútbol de Condomínguez. El Juvenil A del Deportivo era campeón del Grupo 1.
Por si fuese esa poca coincidencia, el calendario se ha empeñado en que el tramo final que tuvo que afrontar el Juvenil A en la 2023-24 sea idéntico al de esta campaña.
En la anterior, la consecución del título en casa del Val Miñor no hubiese sido posible sin el triunfo cosechado en Abegondo a manos del Oviedo, justo un fin de semana antes. De igual manera, ahora el cuadro deportivista llega con más opciones que nunca tras golear al equipo carbayón en la jornada pasada (5-2).
Esta vez es la escuadra de Miguel Figueira la que, a diferencia de lo que hizo el Racing de Santander el año pasado, no puede fallar. Tiene el título a tiro, pero todo lo que sea irse de vacío y que el Celta gane en su duelo ante un Covadonga que se juega descender de categoría, significará ceder el liderato a favor de los celestes.
Delante tendrá a un Val Miñor que depende de sí mismo para certificar la permanencia, pero la distancia con la zona roja es de solo un punto.