Quizá a los puntos mereció ganar el derbi el Silva. Lo intentó con ocasiones claras y, lo más llamativo, con variantes tácticas y de jugadores. Se quedó con las ganas de victoria un equipo que se adelantó en el marcador y que tuvo opciones de hacer el 2-1.
Javier Bardanca optó por una línea de cuatro defensas -alterna cuatro y cinco en las últimas temporadas- para enfrentarse al Paiosaco. Con un Ríos inamovible en la portería, los zagueros fueron Lema y Coba en los laterales, Antonio y Nico como centrales, Máquez y Álex Lorenzo en doble pivote, Josito, Antón Garda y Marcos Gómez en la línea de mediapuntas y Álvaro Rey como hombre más adelantado.
Una de las principales novedades del once inicial del Silva fue la presencia del mediocentro Manu Máquez, que disputó su primer partido como titular de esta temporada. Su entrada no pudo ser más acertada en cuanto a influencia en el juego ya que el futbolista de 22 años adelantó al Silva. Córner ejecutado por Garda y cabezazo en el área pequeña de Máquez. No tardaría en lesionarse.
Estarían más que avisados los futbolistas del Paiosaco de uno de los grandes puntos fuertes y especialidades del Silva: las acciones a balón parado tanto defensivas como ofensivas. En este caso fue un saque de esquina ejecutado a la perfección por Antón Garda y cabeceado por una de las torres del conjunto coruñés el que le dio el primer gol de la mañana en A Grela a la escuadra silvista. Gol impecable por parte de los hombres de Javier Bardanca, aunque el Paiosaco no opuso toda la resistencia posible.
Otra de las acciones que resultó determinante en el desenlace del partido fue el gol del Paiosaco al filo del descanso. Fue una jugada extraña, demasiado extraña. Cristian Quintás sacó un tiro forzado, con poco ángulo, fácil para Ríos. Parecía que el portero del Silva atajaría sin mayor dificultad pero, en última instancia, escupió la pelota. Se la dejó a Raña y este asistió a Martín. 1-1.
La primera variante táctica del Silva en la segunda mitad se produjo tras el segundo cambio realizado por Bardanca –el primero fue obligado, en la primera parte, de Xusto por el lesionado Máquez–. En el 71 entró Romar por Álvaro Rey y el míster silvista formó con un 1-4-4-2 con dos delanteros muy móviles –Antón Garda y Marcos Gómez– con Romar y Josito por fuera.
La última bala del Silva en cuanto a modificación desde el banquillo fue dar entrada al central Fiuza –esta temporada ha jugado algún partido de mediocentro– por Josito. La idea de Bardanca fue situarlo como delantero centro el último cuarto de hora y aprovechar su superioridad física, sobre todo en el juego aéreo, ante dos centrales de menos talla: Fer Gordo y Ángel Chans.
Pudo ganar el Silva en el segundo acto. Tuvo las mejores ocasiones: Álex Lorenzo y, sobre todo, Marcos al larguero. Pero el 1-1 no se alteró.