No baja los brazos el Betanzos, que pese a estar descendido a Preferente ha dado una lección de competitividad con un 0-3 ante el Villalonga en un partido aplazado de la 25ª jornada.
Un resultado que, más allá de reforzar el trabajo de los de Claudio Corbillón, es muy positivo para los intereses de Silva y Arteixo, pues tienen en el Villalonga un rival directo por la permanencia.
La primera mitad terminó sin goles, pese a que justo antes del descanso Marcos Blanco se quedó cerca de adelantar a los locales. Fue en un disparo desviado que respondió a dos intentos previos del Betanzos.
Salió decidido al segundo acto el conjunto coruñés, que logró tres goles. Fueron obra de Sito, tras una buena triangulación, Murilo, quien finalizó una acción de contraataque, y del extremo Delgado, capaz de terminar con éxito una jugada que se le había complicado.
En ese tramo final tuvo 25 minutos Pablo Gilsanz, centrocampista juvenil de 17 años e hijo de Óscar, el entrenador del Deportivo. No fue su debut en la categoría, pues ya había jugado ante el Arzúa el curso pasado y contra el Boiro este, pero sí su partido con más presencia en la que era su 24ª citación con el primer equipo.
Con este resultado, el Villalonga continúa penúltimo y el Silva —undécimo— sigue con cinco puntos de margen sobre los puestos de descenso, mientras que el Arteixo —decimocuarto— mantiene uno de margen. Es decir, los de Juan Riveiro afrontan las dos últimas jornadas fuera incluso del puesto de posible arrastre.